Un médico señala una radiografía de tórax.

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Salud

Las muertes por cáncer en el mundo crecerán un 75% en los próximos 25 años: se prevén 18 millones de víctimas en 2050

Cuatro de cada diez muertes por cáncer en el mundo están relacionadas con factores de hábitos de vida que se pueden corregir.

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La cifra mundial de casos de cáncer ha aumentado dramáticamente entre 1990 y 2023 pese a los avances en los tratamientos y las campañas para prevenir los hábitos de vida nocivos. Sin un nuevo plan de acción urgente dotado de financiación específica, para 2050 se estima que 30,5 millones de personas serán diagnosticadas de cáncer anualmente.

El dato más grave, sin embargo, será la muerte de 18,6 millones de personas cada año a causa de un aumento de la incidencia que afectará de forma desproporcionada a los países de ingresos medianos y bajos (PIBM). La mitad de los nuevos casos de cáncer y dos tercios de las muertes se producirán en esas naciones, según el estudio que publica The Lancet.

"Estos países se encontrarán con el desafío del cáncer cuando todavía tienen otras patologías infecciosas como principal problema de salud", manifiesta Josep M. Borràs, coordinador científico de la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Barcelona, en declaraciones a Science Media Centre. "Un reto muy complejo de gestionar".

Por otra parte, el trabajo también establece que el crecimiento de casos está relacionado con la propia evolución demográfica en el mundo y las tendencias existentes en lo referente a los factores de riesgo. "Debemos realizar mayores esfuerzos en la prevención del cáncer, junto con la mejora de los recursos dedicados al diagnóstico y al tratamiento", insta Borràs.

"Es una urgencia evidente, pero las políticas de control del cáncer siguen recibiendo poca prioridad en la salud global, y a menudo no hay financiación suficiente como para hacer frente al desafío", lamenta la autora principal, Lisa Force, del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington.

"Garantizar resultados equitativos en el tratamiento del cáncer a nivel mundial requerirá mayores esfuerzos para reducir las diferencias en la prestación sanitaria, como el acceso a diagnósticos precisos y oportunos, tratamientos de calidad y ayudas al cuidado", prosigue la especialista.

El nuevo análisis proporciona estimaciones actualizadas a nivel global, regional y nacional para 204 países y territorios, en 47 tipos o grupos de cáncer y con 44 factores de riesgo atribuibles. Entre 1990 y 2023, las muertes anuales por cáncer ascendieron a 10,4 millones y los nuevos casos alcanzaron los 18,5 millones a nivel mundial, lo que supone un incremento del 74% y el 105% respectivamente.

Las tasas de mortalidad ajustadas por edad disminuyeron un 24% en todo el mundo entre 1990 y 2023, pero esta tendencia fue impulsada por países de ingresos altos y medio-altos. La incidencia ajustada por edad empeoró en países de bajos ingresos (un 24% superior) y de ingresos medio-bajos (un 29%), lo que refleja un crecimiento desproporcionado en entornos con menos recursos.

Así, entre 1990 y 2023, el Líbano tuvo el mayor incremento porcentual en incidencia, un 162% más, y en mortalidad, un 80% superior, ajustadas por edad en ambos sexos. En comparación, en España la incidencia sólo aumentó un 4,4% en el mismo periodo y la misma demográfica, y la mortalidad cayó un 27%.

Aumentan los factores evitables

El cáncer de mama fue el más diagnosticado a nivel mundial en ambos sexos, y los de tráquea, bronquios y pulmón fueron los más mortales. El estudio estima que el 42% (4,3 millones) de las 10,4 millones de muertes por cáncer en 2023 fueron atribuibles a 44 factores de riesgo potencialmente modificables, lo que representa una oportunidad para intervenir.

Los factores de riesgo conductuales fueron los que más contribuyeron a la mortalidad en todos los países independientemente de los ingresos. El consumo de tabaco fue el responsable del 21% de las muertes por cáncer a nivel global.

Fue también el principal factor de riesgo en todos los grupos según ingresos excepto en los países más pobres, donde fue superado por el sexo sin protección. Este último se asocia al 12,5% de todas las muertes por cáncer.

En 2023, la mayor proporción de muertes por cáncer entre hombres (46%) tuvo que ver con factores de riesgo modificables (tabaco, dieta poco saludable, consumo elevado de alcohol, riesgos laborales y contaminación del aire). En las mujeres fueron el 36%, destacando el tabaco, el sexo sin protección, la dieta poco saludable, la obesidad y los niveles altos de glucosa en sangre como factores ambientales.

"Con cuatro de cada diez muertes por cáncer vinculadas a factores de riesgo conocidos, hay grandes oportunidades para abordarlos a nivel nacional, lo que podría salvar vidas, mejorar el diagnóstico temprano y tratar mejor a las personas que desarrollan cáncer", declara Theo Vos del IHME. "Reducir la carga del cáncer requiere tanto de acciones individuales como enfoques efectivos a nivel poblacional para disminuir la exposición a los riesgos ya identificados".

Los autores señalan no obstante ciertas limitaciones al estudio, entre ellas la falta de información de calidad, en países con menos recursos. Otras estimaciones, además, no toman en cuenta varias enfermedades infecciosas como causa común de cánceres en países de bajos ingresos, como Helicobacter pylori y Schistosoma haematobium.

Tampoco han valorado otros aspectos de salud pública como el impacto de la pandemia de Covid-19 o los recientes conflictos bélicos como variables opuestas a la atención de los enfermos de cáncer. Finalmente, las proyecciones sobre el impacto del cáncer no contemplan el posible efecto de las nuevas terapias que podrían alterar la trayectoria a largo plazo de la enfermedad.