Un hombre se refresca en una fuente, a 10 de agosto de 2023, en Murcia.

Un hombre se refresca en una fuente, a 10 de agosto de 2023, en Murcia. Javier Carrión / Europa Press

Salud

El calor extremo causó más de 180.000 muertes en Europa entre 2022 y 2024: más de 27.000 fueron solo en España

Italia lidera la mortalidad por altas temperaturas, mientras que la incidencia de las muertes por calor es mayor en Grecia, Bulgaria y Serbia.

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Aunque el verano de 2025 ha sido oficialmente el más cálido jamás registrado en España, 2024 todavía ostenta el récord global de año más caluroso. Un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha estimado que las muertes relacionadas con las elevadas temperaturas en Europa ascendieron a más de 180.000 entre 2022 y 2024.

Los datos corresponden a un trabajo publicado en la revista Nature Medicine y centrado en 654 regiones de 32 países europeos. El país con la mayor mortalidad asociada al calor fue Italia, con algo más de 19.000 muertes estimadas en el verano de 2024. En los veranos precedentes, Italia también fue el país con más muertes por altas temperaturas, con 13.800 en 2023 y 18.800 en 2022 respectivamente, sumando más de 51.000 decesos.

El segundo lugar lo ocupa España, con más de 6.700 muertes en 2024. El verano no fue tan fuerte en la península ibérica como en la itálica, pero la mortalidad se dispara en los años anteriores, con 8.335 fallecidos en 2023 y 12.135 en 2022. En total más de 27.000 muertes asociadas al calor se han dado en España durante esos tres años.

La mayor incidencia de mortalidad se dio en 2024. Los países con una mayor tasa de muertes relacionadas con el calor han sido Grecia (574 muertes estimadas por millón de habitantes), Bulgaria (530 muertes por millón) y Serbia (379 muertes por millón). Estas tasas son significativamente más elevadas que las estimadas para los dos veranos anteriores del estudio, donde la más elevada fueron las 373 muertes por millón de Grecia en 2023.

El número de muertes relacionadas con el calor ha sido superior en mujeres y en personas de edad más avanzada a lo largo de los tres veranos estudiados (2022, 2023 y 2024). Concretamente, se estima que en 2024 hubo un 46,7% más de muertes entre las mujeres que entre los hombres. En mayores de 75 años, la mortalidad estimada fue un 323% mayor que en el conjunto del resto de grupos de edad.

“Europa es el continente que se está calentando de forma más rápida, al doble de velocidad que la media global. La cuenca mediterránea y las regiones del sudeste emergen como grandes puntos calientes del cambio climático, con los mayores impactos sobre la salud y con un incremento sustancial en las proyecciones de la mortalidad relacionada con el calor a lo largo del siglo XXI”, explica Tomáš Janoš, investigador en ISGlobal y Recetox y primer autor del estudio.

En total, el estudio apunta a que en los tres veranos estudiados se habrían producido más de 181.000 muertes relacionadas con el calor en Europa, dos tercios de las cuales se habrían producido en el sur de Europa.

Según Joan Ballester Claramunt, investigador principal del proyecto del Consejo Europeo de Investigación (ERC) EARLY-ADAPT y autor sénior del estudio, la magnitud de estas cifras pone de manifiesto la necesidad de “fortalecer las estrategias de adaptación, incluyendo el desarrollo y la implementación de una nueva generación de sistemas de alerta temprana de calor y salud, de rango continental y basados en el impacto”.

Por ello, parte del estudio se dedicó a evaluar el sistema de alerta temprana Forecaster.health, una herramienta creada con las ayudas “prueba de concepto” HHS-EWS y FORECAST-AIR del ERC y que utiliza modelos epidemiológicos para transformar las predicciones meteorológicas en alertas diarias de salud por calor por regiones y para grupos de población específicos.

El análisis realizado muestra que la herramienta tiene una alta fiabilidad para lanzar alertas de salud por calor con al menos una semana de antelación cuando las condiciones apuntan a un riesgo de mortalidad excepcional.

“En el sur de Europa, sin embargo, el sistema de alerta temprana siguió mostrando una fiabilidad relativamente alta incluso más allá del horizonte de los siete días, lo que, teniendo en cuenta que se trata del área con la mayor mortalidad asociada al calor en el continente, supone una oportunidad inexplorada de salvar vidas entre las poblaciones más vulnerables”, sostiene Claramunt.