Antonio Orozco (52), antes y después de perder 23 kilos

Antonio Orozco (52), antes y después de perder 23 kilos

Ciencia

Antonio Orozco (52), tajante sobre cómo perdió 23 kilos en un año: "Me como una nuez como si fuese un pepito"

El cantante ha confesado en su documental de Prime Video que llegó a tener depresión, pero en el momento no supo detectarla y descuidó sus hábitos.

Más información: Qué es el método 16-8: el sencillo truco del nutricionista Pablo Ojeda para triunfar con el ayuno intermitente

J. Rodríguez
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El cantante Antonio Orozco ha confesado que necesitó parar para volver a encontrarse con su creatividad. Después de una época frenética de trabajo, se detuvo y observó que también tenía que atender a sus hábitos de vida, que estaban siendo insanos.

Todo este proceso de reconexión lo ha contado en el documental El método Orozco, que se puede ver en Prime Video. Ese momento de inflexión llegó cuando el cantante alcanzó los 127 kilogramos de peso corporal. Entonces, visitó a su médico.

Orozco cuenta que no se encontraba bien, ni física ni emocionalmente. Que no se sentía libre ni para elegir la ropa que iba a ponerse cada día o cuando iba a comprar a una tienda de ropa. Le gustaban muchas cosas, pero no podía comprarlas.

"Siempre acababa comprando la camiseta 4XL, porque el resto no me iba", confiesa en un momento de su documental. Sin embargo, su peso no estaba afectando sólo a la estética o a la autoimagen que tenía este artista. Su salud corría peligro.

"Pesaba 127 kilos y la primera decisión que tomé fue hablar con un médico. Me senté delante de él y me dijo: 'Con la edad que tienes, el peso que tienes y cómo te encuentras, te pueden pasar cinco cosas. Y ninguna de las cinco te va a gustar'", sentencia.

Su médico también aparece en El método Orozco y cuentan que el plan para mejorar la salud del cantante fue articularlo en tres principales aspectos: una dieta saludable, una rutina de ejercicio físico y, por último, un seguimiento psicológico.

A partir de ese momento, Orozco explica que todo cambió. Nunca había acudido a terapia psicológica, pero asegura que es lo mejor que pudo hacer y que si la hubiera descubierto antes no lo habría retrasado. De hecho, se dio cuenta de ciertas cosas.

Su psicólogo, que también aparece en el documental, le contó que había llegado a estar en depresión sin haberse dado cuenta. Y, de hecho, esta fractura emocional es una parte responsable de que el cantante llegase a alcanzar los 127 kilogramos.

Tal y como cuenta en el documental, Orozco se ha enfrentado en los últimos años a varios momentos dolorosos, como la pérdida de algunos seres queridos. Sin embargo, el artista tenía la tendencia de no enfrentar las emociones complicadas.

Ayuno intermitente

Cuenta que en esos momentos duros su respuesta fue trabajar más, ocupando más su tiempo. Y, por supuesto, también empleó la comida como vía de escape, según expresa su propio psicólogo en el documental de Prime Video.

"La conducta de comer o de no cuidarse es una manera de hacerse daño, a veces no voluntaria. Es una forma de evitar algunas dificultades", explica el experto. Antonio Orozco explica que en aquellos momentos experimentaba una sensación de vacío.

Los expertos encargados de su cambio de hábitos y transformación física le proponen entonces una dieta a base de alimentos saludables, pero además confían en la técnica dietética del ayuno intermitente, de moda en los últimos años.

El cantante debe, por tanto, permanecer en ayuno durante 17 horas y media todos los días y comer en una ventana de seis horas y media. El ayuno intermitente tiene por objetivo perder peso, pero además se asocian otros efectos saludables a él.

En un momento del documental se muestra a Antonio Orozco terminando su ventana de ayuno y, por tanto, empezando a comer. Se lleva a la boca en ese momento una nuez: "Me voy a comer una nuez como si fuese un pepito de ternera", bromeó.

Y confiesa: "En un tiempo pasado no muy remoto, un día como hoy hubiese cenado, me hubiese levantado a medianoche para comer porque hubiese tenido ganas de comer. Me hubiese tomado cualquier cosa con azúcar. Pero en un día normal".

Es decir, Orozco tenía el mal hábito de levantarse por la noche a comer, lo que supone una comida extra en el día y, además, en un momento de la noche que inmediatamente después vas a dormir. Comer tarde, en este sentido, puede interferir con el sueño.

Más adelante en el documental, Orozco explica que ha tenido que tomar medicación para dormir, pero que desde que hace la dieta ha dejado de necesitarla. El hecho de que la noche coincida con su ventana de ayuno, además de su trabajo en terapia, puede haber sido determinante.