Manifestación antivacunas en enero de 2022 en Washington.

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Salud

Un estudio alerta del impacto de la política de ultraderecha en la salud pública: "Nada la hace peligrar como el negacionismo"

Una ideología que asuma la desigualdad como algo natural no tomará las medidas necesarias para poder mitigar sus efectos negativos.

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La presencia de la salud pública en la política es una de las luchas constantes de la ciencia y la medicina. En un contexto de polución y cambio climático, entre otros, es fundamental no perder de vista esta perspectiva si se quiere proteger a la población.

Esta lucha de los expertos parece no estar muy clara o no tener la misma importancia para todas las ideologías. Un equipo de investigadores ha publicado recientemente una investigación sobre el riesgo que pueden suponer las políticas de extrema derecha para la salud pública.

Algo que llama la atención sobre el artículo es que todos los factores relacionados con la extrema derecha tienen un impacto negativo en la salud de la ciudadanía. No solo lo hacen el negacionismo científico o las medidas antiecológicas que proponen sus representantes en numerosas ocasiones.

El autoritarismo, el machismo, el racismo o la LGTBIfobia, entre otros, que promulgan, también impactan en el bienestar físico y mental de las personas, cuenta José Miguel Carrasco uno de los autores del trabajo y miembro de la cooperativa APLICA, dedicada a la investigación social en salud y bienestar.

El factor principal es que los políticos de esta ideología entienden la desigualdad entre personas como algo intrínseco a la sociedad, a pesar de que la evidencia científica ya ha demostrado que este aspecto tiene un impacto negativo en la salud, incluso para los mejor posicionados.

En territorios con grandes desigualdades sociales, incluso las personas más favorecidas, tienen peores indicadores de salud que sus semejantes en poblaciones más igualitarias, exponen desde APLICA.

En la ciudad de Madrid, por ejemplo, ya se ha demostrado que hay una diferencia de hasta 10 años en la esperanza de vida entre los barrios más ricos y los más desfavorecidos de la capital, añaden.

El problema es que una ideología que asuma esto como algo natural, tampoco tomará las medidas necesarias para poder mitigar los efectos de esta brecha y proteger la salud de sus ciudadanos, denuncian los autores del artículo publicado en American Journal of Public Health.

Un problema internacional

Las políticas de ultraderecha suponen la ruptura de la gobernanza mundial en salud y del orden en materia de alerta y respuesta que establece el Reglamento Sanitario Internacional. Lo denuncia Daniel López-Acuña, epidemiólogo y exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El experto pone como ejemplo la decisión de Estados Unidos de abandonar el organismo internacional y de recortar numerosos presupuestos para ayuda humanitaria destinada a otros países. "Ha creado una seria crisis financiera de la salud internacional y ha propiciado el oscurantismo científico y la censura al pensamiento científico".

La extrema derecha y el negacionismo

Otra característica de la extrema derecha es que quienes la defienden niegan fenómenos como el cambio climático o el calentamiento global, que son dos de los principales retos de la salud pública en este siglo, exponen desde APLICA.

Este negacionismo conlleva legislaciones que van contra las políticas de protección ambiental que pretenden, precisamente, mitigar sus efectos y proteger a la población, apuntan a este periódico.

El impacto de la contaminación en la salud está más que demostrado en la literatura científica. De hecho, se estima que puede estar detrás de más de 4 millones de muertes prematuras al año, resalta el trabajo.

Un estudio publicado en The Lancet Respiratory detectó que en 2022 la polución causó 200.000 casos de cáncer de pulmón en todo el mundo, 750 de ellos en España, como contó EL ESPAÑOL.

También pueden llegar a negar el conocimiento científico cuando va en contra de sus intereses, advierte el trabajo realizado por APLICA. Esto puede erosionar el impacto de las intervenciones de salud pública y el prestigio de las instituciones que las promueven

Un ejemplo de ello es lo que ocurrió durante la pandemia de Covid-19. Muchos políticos de esta ideología se posicionaron en contra de las medidas para evitar los contagios, como el confinamiento o el uso de mascarillas.

"El negacionismo científico es lo que más pone en peligro la salud de la población", resalta Carrasco, uno de los miembros de esta cooperativa. Se puede mostrar, defienden, con casos como el de Hungría, donde el Gobierno está liderado por la extrema derecha.

Desde APLICA consideran que la aplicación de políticas que socavan las instituciones democráticas, como restringir la libertad de prensa o reprimir a los opositores políticos dificultó a los expertos y las instituciones sanitarias poder informar correctamente a la población sobre la adecuada gestión de la pandemia.

Racismo y homofobia

Además del individualismo y el negacionismo científico. Este tipo de partidos también promulgan políticas racistas y contra el colectivo LGTBIQ+, lo que tiene un impacto negativo muy directo en la salud mental y en la salud física de quienes son el objeto de estas medidas, señalan los autores del trabajo.

Una persona que sufre racismo, homofobia u otra clase de discriminación, puede vivir con miedo y acabar sufriendo problemas como ansiedad y depresión. Asimismo, se ha identificado un mayor consumo de sustancias tóxicas en estos ciudadanos y peores hábitos de vida, cuentan desde APLICA.

A todo esto hay que añadir que este tipo de políticas acaban limitando el acceso de estos colectivos a los servicios sociosanitarios, cuando son, precisamente, quienes más pueden necesitarlos, apunta Carrasco.

¿Qué pasa en España?

López-Acuña, que fue miembro de la OMS, describe que a los expertos en salud pública que trabajan en España la mayor preocupación es la "cerrazón" de esta ideología, y la derecha que la imita, a cualquier medida necesaria en esta materia.

"Son incapaces de sumar para construir políticas de Estado que favorezcan la salud de la población", se queja. Esto se ha visto recientemente con la resistencia a crear una Agencia Estatal de Salud Pública.

En las últimas décadas, se ha conseguido alcanzar en España unos niveles de bienestar y de salud de población, con indicadores muy buenos, como el de esperanza de vida, cuentan desde APLICA. Ahora, todo eso corre peligro, advierten.

Ha sido gracias a la aplicación de políticas moderadas y progresistas. Sin embargo, con el auge de la extrema derecha en todo el mundo, estos investigadores temen que el país vuelva a una época de inequidad. "Todo lo que habíamos alcanzado se está poniendo en riesgo".