Un runner de 39 años acude al médico por un dolor en la nalga y recibe el peor diagnóstico: "Me extirparán un trozo grande"

El número de diagnósticos de cáncer, especialmente el colorrectal, no ha dejado de aumentar en pacientes menores de 50 años en las últimas décadas. Tanto el estilo de vida como la dieta son factores protectores a este respecto, pero el riesgo cero no existe, y existen casos raros en los que puede darse un diagnóstico fatal en una persona con muy buen estilo de vida.

Ese fue el caso de Andy Spary, un corredor y ex-patinador de 39 años que recientemente fue diagnosticado de cáncer de colon en estadio III. Aunque se trata de un tipo de tumor maligno tratable, su primer síntoma no fue nada habitual en este tipo de cáncer: empezó con un dolor punzante en su nalga izquierda.

Tanto Andy como su esposa Amy, de 35 años, se han centrado en la parte positiva del diagnóstico. Aunque es un tumor en estadio avanzado, es tratable. De hecho, Andy se plantea correr el Maratón de Londres tras su recuperación con el objetivo de recaudar dinero para la ONG Trekstok, que apoya a jóvenes con cáncer.

Según explicó Andy a The Independent sus síntomas empezaron en marzo de 2024, cuando tuvo que acudir a urgencias del Hospital de su ciudad de Tunbridge Wells (Reino Unido) por un intenso dolor en su nalga izquierda, asociando ardor significativo. En ese momento se atribuyó el dolor a una lesión antigua por patinaje. Sin embargo, más adelante, en el mes de junio de 2024 se le realizó una resonancia magnética y una biopsia que confirmó el diagnóstico: un tumor de colon en estadio III.

Andy ya sufría enfermedad de Crohn previamente, y le explicaron que la inflamación crónica e hinchazón de su tracto digestivo a raíz de dicha enfermedad habría facilitado el desarrollo del tumor. Se ha demostrado que este tipo de inflamación cronificada da lugar a crecimientos celulares anormales, que en ocasiones acaban dando lugar a un desarrollo tumoral.

"Lo clasifican como cáncer de colon, pero el tumor se ha ramificado desde mi colon hasta el área de los glúteos y se está extendiendo. Nos centramos en lo positivo, lo cual ayuda, sabiendo que es tratable y que puedo superarlo", explica el mismo Andy. Tanto él como su esposa se lo toman con buen ánimo, bromeando con que van a elegir por "catálogo" un nuevo "trasero" para él.

Andy se ha sometido a una intervención quirúrgica en la que recibió un estoma -abertura en el abdomen para expulsar las heces- para evitar la progresión del tumor, además de prepararlo para reducir quimioterapia y radioterapia. Sin embargo, el tumor no se redujo tanto como habían previsto sus médicos, por lo que necesitó una segunda operación con el objetivo de extirpar totalmente su tumor.

"En un mundo ideal, si el tratamiento destruyera completamente el tumor, entonces el estoma podría revertirse. Pero siendo realista, creo que esto es raro y si hubieran podido reducir el tumor lo máximo posible, significaría que no tendrían que extirparme un trozo tan grande del trasero. El plan siempre fue hacerme una cirugía y terminar con una bolsa de ostomía de por vida".

En la segunda operación se le extirpó la sección restante de colon, incluyendo lo que quedaba del tumor. Además, un cirujano plástico le realizó una cirugía laparoscópica para reparar el suelo pélvico y reconstruir las nalgas con tejido de la zona. Otra ventaja de la operación es que probablemente sus síntomas de Crohn también se reducirán, porque también se eliminó casi toda el área afectada por el mismo.

Actualmente Andy se encuentra en proceso de rehabilitación para poder reiniciar sus entrenamientos y prepararse para la Maratón de Londres, a finales de año. Seguirá sus controles por parte de cirugía, y está pendiente de comprobar si finalmente ha quedado libre de cáncer. Y no ha perdido el humor, comentando que se han inspirado en Kim Kardashian para la reconstrucción del trasero.