El doctor Charles Toh aún ejerce la cardiología en el Mount Elizabeth Hospital de Singapur.

El doctor Charles Toh aún ejerce la cardiología en el Mount Elizabeth Hospital de Singapur.

Salud

Charles Toh, cardiólogo de 95 años: "La constancia es la clave: almuerzo arroz a diario y a veces espaguetis carbonara"

El especialista nonagenario se mantiene en activo y atribuye su longevidad a los hábitos diarios de alimentación, actividad física y estímulos intelectuales.

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Nacido en 1930 en Ipoh, Singapur, el doctor Charles Toh Chai Soon es considerado como el 'padre de la cardiología' en el estado asiático, siendo el fundador del Departamento de Cardiología del Hospital General de Singapur, de su Unidad de Cuidados Intensivos y de su Centro Nacional del Corazón. Pero no estamos hablando de un personaje histórico, porque el nonagenario Toh todavía pasa consulta en su clínica del Mount Elizabeth Hospital y no tiene intención de jubilarse.

De familia pudiente -su padre era banquero y su madre, joyera-, el joven Toh acudió a una escuela inglesa, pero tenía 11 años cuando los japoneses ocuparon Singapur en la II Guerra Mundial, y tuvo que ingresar en una academia impuesta por los invasores. Aunque cursaría el resto de sus estudios en Australia e Inglaterra finalizada la contienda, los hábitos inculcados por la cultura nipona -la disciplina entre ellos, pero también la alimentación- marcarían su vida, cuenta en su autobiografía Heart to Heart.

Así, ocho décadas después, Toh sigue manteniendo una rutina a la que atribuye su longevidad. Tal y como relataba en un reportaje para Channel News Asia, se despierta a las ocho de la mañana, llega a la clínica a las ocho y media, y se toma entre las 12.30h y las 14.00h para comer. Su almuerzo diario es siempre una 'bento box', la tradicional 'fiambrera' japonesa para llevar al trabajo que admite múltiples preparaciones, pero que tiene el arroz como ingrediente principal.

Por la tarde, trabaja hasta las cinco. "Mi padre tiene una disciplina casi ascética, los vecinos pueden poner el reloj en hora al verle pasar cuando pasea el perro por la tarde", bromea su hijo Toh Han Chong, también cardiólogo. Charles Toh trabaja hasta el sábado -único día en el que hace media jornada-, y el domingo juega al golf. "Si llueve se molesta mucho, porque interrumpe el ciclo", destaca su vástago.

Ese estilo de "gustos y hábitos sencillos" se mantiene cuando van al restaurante, confirma Toh Han Chong. Su padre tiene debilidad por la cocina italiana, pero "casi siempre" pide lo mismo: espaguetis carbonara o a la boloñesa. En una entrevista para la Asociación Médica de Singapur, Charles Toh confirmaba que sus costumbres han contribuido a su longevidad. "Me he mantenido delgado, no he tenido obesidad ni diabetes. Y por supuesto, nunca he fumado".

Música y lectura

El doctor Toh relata que escogió la cardiología porque se adaptaba a su mentalidad: es una disciplina "casi matemática", describe. Hoy en día, se dedica principalmente al diagnóstico. "Un cirujano difícilmente puede seguir ejerciendo más allá de los setenta años, porque las manos empiezan a fallar", valora. "En medicina interna no estamos operando sino dando opiniones. Hay que tener distintas expectativas en función de la especialidad. ¡Quizás un psicólogo pueda seguir hasta los 103!".

El principal obstáculo para la longevidad profesional, no obstante, es el deterioro cognitivo, lamenta Toh. En su caso, se ha negado a tener ordenador en su consulta porque lo considera una distracción. Trabaja a la antigua usanza, gestionando las citas con sus pacientes con un tarjetero y anotando a mano en cuadernos. Gran parte de su jornada, además, consiste en conversar con las personas ingresadas para ayudar a valorar su recuperación.

"No sabría qué hacer si me jubilase", confiesa. Muchos de sus colegas desarrollaron demencia tras retirarse, explica, algo que tiene que ver con la edad pero que también atribuye a la inactividad intelectual. Entre sus consejos están los de recibir masajes de pies -típicos de Singapur- y adoptar "un buen perro" con el que puedas "regañar". "No puedes estar riñendo siempre con tu esposa", bromea.

Pero más importante, Toh subraya que la música y la lectura son las grandes motivaciones que mantienen su mente aguda. "Escucho música cada vez que conduzco, mis canciones inglesas, francesas, indonesias, japonesas... Mi hábito es leer siempre 45 minutos antes de acostarme. No solo literatura médica, me encanta la historia de las culturas del sudeste asiático. La televisión es demasiado pasiva para mí".