La nutricionista Jennifer Lynn-Pullman.

La nutricionista Jennifer Lynn-Pullman.

Salud

Jennifer, 48 años, alto y claro sobre la rutina perfecta para perder peso en España: "Perdí 27 kilos en 10 meses"

La especialista se acercaba a los 50 años sin ser capaz de adelgazar con dieta y ejercicio, y con riesgo de desarrollar diabetes como le ocurrió a sus padres.

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P. Fava
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Los fármacos análogos del GLP-1, conocidos como 'fármacos milagro' contra la obesidad, han revolucionado el tratamiento de una enfermedad que afecta a cerca de dos de cada diez españoles. Prevalente en todo el mundo, y con un preocupante auge de la obesidad infantil, se ha llegado a definir como una "epidemia silenciosa" en los países industrializados. La llegada de Ozempic y posteriormente de Wegovy han supuesto un cambio radical para la salud pública.

De los problemas de falta de suministro cuando Ozempic ganó fama -en España se destinaba en origen a tratamientos contra la diabetes-, la llegada de alternativas como Wegovy hace ya más de un año ha multiplicado las opciones para las personas que sufren obesidad. Además de facilitar una rápida pérdida de peso, siempre y cuando se acompañe de hábitos saludables de alimentación y ejercicio, se relacionan con un importante descenso de los riesgos cardiovasculares y metabólicos asociados al sobrepeso.

Por 'milagroso' que sea el tratamiento, la adopción de rutinas saludables es imprescindible para alcanzar y mantener el normopeso de forma saludable. Es lo que explica Jennifer Lynn-Pullman, Dietista-Nutricionista que ejerce en Filadelfia (EE.UU.). A los 48 años, explicaba a Today, comprobó que los buenos hábitos nutricionales y la terapia conductual no eran suficientes como para frenar la obesidad que había empezado a desarrollar.

"Todos en mi familia hemos tenido problemas de peso, es algo genético. A mis padres les diagnosticaron diabetes de tipo 2 a los 50 años", relataba. La verdadera alarma fue cuando comprobó que sus niveles de colesterol estaban aumentando y los marcadores de regulación de azúcar en sangre indicaban que se acercaba a la prediabetes. Para entonces, pesaba más de 90 kilos para 1,67 de altura.

Tras conversar con su médico, optaron por comenzar el tratamiento con Wegovy. Como con el resto de fármacos GLP-1 (agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1), Jennifer experimentó rápidamente un menor apetito y una mayor capacidad para evitar antojos de comida. A nivel metabólico, además, su control del azúcar en sangre mejoró.

Esas condiciones facilitaron que la nutricionista perdiera más de 27 kilos en 10 meses, estabilizándose y manteniéndose entre los 63 y los 64 kilos. Sin embargo, no pudo evitar los efectos secundarios asociados a los fármacos GLP-1 que pueden sufrir algunos pacientes: notablemente, las náuseas y los vómitos, así como la pérdida de masa muscular. Eso le llevó a desarrollar pautas de dieta saludable para acompañar el tratamiento.

Así, descubrió que masticar chicles de jengibre le ayudaba a sobrellevar los síntomas de las náuseas, y que sobrellevaba mejor las comidas fáciles de digerir como las sopas, purés y batidos. Los problemas estomacales se deben a menudo a las comidas ricas en grasas, recuerda, por lo que recomienda eliminarlas o consumir únicamente pequeñas raciones.

"La grasa permanece más tiempo en tu estómago, y los fármacos GLP-1 hacen que el vaciado estomacal se ralentice, por lo que causa mayor malestar", explica. Se dio cuenta que era la clase de problemas de adaptación que sufren las personas sometidas a cirugía bariátrica, por lo que optó por una dieta similar. Toma comidas frecuentes pero frugales, ricas en proteína para evitar la pérdida de músculo.

Además, el orden importa. Primero toma la proteína, y deja para el final la verdura y la fruta. Si toma alimentos ricos en almidón, como las patatas, las deja para el final. Y evita beber mientras come, explica, porque el líquido llena el estómago y deja menor espacio. Es entre comidas cuando procede a hidratarse de manera adecuada.

Finalmente, siempre ha sido una persona golosa, pero desde que toma Wegovy ya no tiene la necesidad de comer dulces. Ahora solo toma ocasionalmente unas onzas de chocolate negro, o comparte un postre con su marido cuando salen a cenar.