
El nutricionista Juan Bola. Alienta Editorial.
Juan Bola, experto en nutrición, avisa a España: "Hay gente con 88 años tomando 25 huevos al día sin que supongan un riesgo"
Aunque durante años se ha asociado al colesterol y al riesgo cardiovascular, algunos expertos defienden que el huevo puede ser un gran aliado.
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Si alguien nos dice que come tres o cuatro huevos al día, seguramente en España pensemos que es algo excesivo. Sobre todo, si lo relacionamos con el colesterol y la salud cardiovascular. Pero para Juan Bola, nutricionista y técnico en actividades físicas y deportivas, no resulta nada descabellado. Lo ha explicado en uno de sus vídeos en redes sociales, donde confronta una de las creencias más repetidas en nutrición: que el huevo y su colesterol son un peligro para el corazón.
“Cuantos más huevos comas, mejor salud cardiovascular”, afirma en el vídeo. Y lo dice con estudios en la mano. “Se ha demostrado científicamente que el consumo de 3 huevos diarios no supone ningún tipo de riesgo para tu salud”, asegura. En ese mismo vídeo, menciona el caso de un hombre de 88 años que consumía 25 huevos al día sin que esto supusiera ningún perjuicio. No como consejo generalizado, pero sí como muestra de que el huevo no es el enemigo que muchos creen.
La explicación está en la yema, donde se concentran dos antioxidantes clave: luteína y zeaxantina. “Son muy potentes y termosensibles, por eso es bueno comerse la yema crudita”, añade. Según Bola, estos compuestos tienen un efecto protector sobre el sistema cardiovascular.
El colesterol no es el culpable
A partir de ahí, el vídeo da pie a una reflexión más amplia sobre el colesterol. Bola insiste en que su demonización es infundada y que se trata de una molécula esencial para la vida humana. “Es vital”, repite, y así lo desarrolla con mayor profundidad en su libro El engaño del colesterol. La verdadera historia de un enemigo inventado, publicado solo un año y medio después de Nutrición evolutiva.
En una entrevista, el experto incide en esta idea: “Se estima que al año, las farmacéuticas ganan 25.000 millones de dólares por decir que el colesterol no es bueno y que hay que mantenerlo por debajo de unos estándares, unos estándares que van bajando a lo largo de los años”. De hecho, recuerda que en 1990 el límite superior de colesterol total era de 290 mg/dl.
Hoy, sin embargo, este nivel se ha reducido a 200. “El colesterol total medio de los humanos hasta 2007 siempre había estado por encima de 200. Si la media es esa, ¿por qué ahora si estás ahí estás enfermo?”, plantea.
¿Más colesterol, más años de vida?
Según el nutricionista, reducir el colesterol por sistema podría estar haciendo más daño que bien, especialmente en personas mayores. Cita un estudio con 2,8 millones de adultos que mostró que los niveles de colesterol total entre 210 y 250 mg/dl estaban “asociados a menos enfermedad”. Y otro estudio, en mayores de 65 años, en el que se concluyó que “el colesterol alto es uno de los parámetros bioquímicos que predisponen a llegar a los 100 años”.
Una observación que está perfectamente alineada con el discurso del médico y profesor universitario John Scharffenberg, que a sus 102 años ha asegurado que “los hombres de más de 75 años viven más tiempo con el colesterol alto". Una afirmación que, según el centenario especialista "no cuadra” con la visión clásica.
Otro de los datos más llamativos que aporta en su argumentación es el papel protector del colesterol frente a ciertos tipos de cáncer. “Otra investigación entre 1.200.000 mujeres demostró que el colesterol es anticancerígeno y que las que tenían el colesterol alto presentaban un 45 % menos de probabilidades de desarrollar cáncer de mama y mejores resultados de supervivencia”.
Bola no se limita a hablar del colesterol como molécula. También aborda su función en el contexto de la dieta cetogénica y el metabolismo humano. “Cuando en lugar de azúcares funcionas con grasa, es el estado predilecto metabólico del ser humano porque nacemos en cetosis, y cuando haces actividad física de largo recorrido que empiezas a quemar grasa, porque es el depósito más grande de energía que tenemos”, explica.
Por eso, asegura que una correcta interpretación de este asunto es que niveles más altos de colesterol en personas con buena salud metabólica pueden reflejar una adaptación fisiológica, no una patología.
Señalando a los verdaderos culpables
Más allá del colesterol, pone el foco en lo que considera los verdaderos culpables de la epidemia actual de enfermedades cardiovasculares: el sedentarismo, el estrés crónico, el alcohol, el tabaco y los ultraprocesados. Y lanza una advertencia que resume su tesis: “Estamos en el momento de nuestra historia evolutiva con más enfermedades cardiovasculares”.
Una visión que comparte de nuevo con el centenario John Scharffenberg, quien también identifica como factores clave de riesgo el azúcar, el alcohol, el tabaco y el exceso de alimentos de origen animal y procesados. Según él, es el estilo de vida -y no el colesterol aislado- lo que realmente marca la diferencia en la esperanza de vida.
Por tanto, su conclusión es clara: ha llegado el momento de revisar las recomendaciones oficiales, diferenciar entre personas sanas y enfermas, y abandonar el miedo injustificado al colesterol. “No estoy diciendo que consumas 25 huevos al día”, matiza en su vídeo, “pero sí que el consumo de tres o cuatro huevos al día fuese algo beneficioso para tu salud”.