Miguel Assal, técnico en emergencias sanitarias.

Miguel Assal, técnico en emergencias sanitarias. E.E.

Salud

Miguel Assal, experto en primeros auxilios: "Nunca mezcles alcohol e ibuprofeno, causa lesiones gástricas"

Esta peligrosa combinación puede dañar seriamente la salud, provocando desde úlceras hasta hemorragias internas.

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I. Sánchez
Publicada

El alcohol, a pesar de su toxicidad, es una de las sustancias más consumidas en España. Está tan presente en la cultura que casi no se contempla un evento social que no lo incluya. Incluso, hay quien le resta importancia a tomarse una copa mientras se está bajo tratamiento médico.

No obstante, en muchos casos es una combinación peligrosa. Miguel Assal, experto en primeros auxilios y divulgador en redes sociales, ha hablado en una de sus últimas publicaciones sobre los riesgos reales de esta mezcla.

Lo ha hecho con un vídeo en su cuenta de Instagram, en el que el sanitario ha expuesto los mecanismos por los que esta interacción puede dañar seriamente la salud de quienes deciden arriesgarse.

El alcohol es una sustancia psicoactiva y afecta a casi todos los órganos del cuerpo. Su interacción con medicamentos puede provocar consecuencias tan leves como mareos, pero también tan graves como hemorragias internas o fallos orgánicos.

La primera mención del experto es para el ibuprofeno, un antiinflamatorio muy utilizado que, unido al alcohol, puede dañar la mucosa gástrica. "Sí, úlceras", advierte. Esto ocurre porque la combinación fomenta la producción de acidez en el estómago, explican desde el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona.

Otra suma peligrosa es la de bebidas alcohólicas y paracetamol. Este analgésico y antipirético (para bajar la fiebre) es bastante seguro, pero se metaboliza en el hígado, como el alcohol. Al combinarlos, el órgano se sobrecarga y "aumenta su efecto tóxico"

Esta situación puede acabar provocando una insuficiencia hepática en el paciente, una condición que puede resultar mortal.

El vino y la cerveza, las dos bebidas alcohólicas más consumidas, contienen tiamina. Puede que este nombre resulte algo extraño, pero tiene otro más común: vitamina B1. Entre otras cosas, es esencial para el funcionamiento del cerebro, el sistema nervioso y el corazón.

Esta premisa suena muy bien, pero al mezclarla con ciertos fármacos, puede alterar el metabolismo de los principios activos. Además, afecta a su absorción. "Tiamina y alcohol, mala combinación", subraya el experto en su publicación.

Un tema serio

El sanitario advierte especialmente del consumo de alcohol si se están tomando fármacos con efecto sedante. Tanto los antihistamínicos (contra la alergia) como los ansiolíticos (Orfidal o Diazepam entre ellos), "multiplican su efecto sedante".

El experto en primeros auxilios hace especial hincapié en que el alcohol y la somnolencia son dos de las principales causas de accidentes de tráfico. "Ni se te ocurra coger el coche", dice tajante.

Otro medicamento que interacciona con el consumo de bebidas espirituosas son los antibióticos. "Además de destrozar tu microbiota, las bacterias que querías eliminar, siguen ahí". Esto ocurre porque, por un lado, inhibe su efecto terapéutico y, por otro, altera la flora intestinal.

Si quien toma alcohol es alguien con una enfermedad crónica, como la diabetes, la situación puede ser aún peor, sobre todo para quienes toman metformina. Se trata de un medicamento para controlar los niveles de glucosa en los pacientes diabéticos.

Si la mezclan con esta sustancia pueden aumentar el efecto del fármaco y sufrir una bajada peligrosa de los niveles de azúcar en estas personas. Esta consecuencia puede parecer poca cosa, pero Assal es claro: "Una hipoglucemia severa es mortal", sentencia.

Todas las advertencias del experto apuntan en la misma dirección: "Nunca tomes alcohol con ninguna medicación", dice firme. Esto se debe aplicar siempre, sea cual sea la dosis o el tipo de fármaco prescrito. Puede haber personas que piensen que no es tan arriesgado, pero el efecto puede ser impredecible.

Leer los prospectos, consultar con el personal sanitario y, sobre todo, evitar el alcohol durante toda la duración del tratamiento son pasos fundamentales para proteger la salud.