Imagen de archivo de un grupo de profesionales de la UCI del Hospital Universitario de Bellvitge.

Imagen de archivo de un grupo de profesionales de la UCI del Hospital Universitario de Bellvitge. Toni Albir EFE

Salud

Más de 7.000 personas mueren cada año por infecciones adquiridas en los hospitales: "No hay una respuesta clara"

Las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria son aquellas que el paciente contrae como consecuencia de la atención recibida.

Más información: Hasta uno de cada 10 pacientes ingresados contrae una infección en el hospital

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Las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS), aquellas que se contraen como consecuencia de la atención recibida en un centro asistencial, son un importante problema de salud pública en España. Esta complicación frecuente implica un aumento de las estancias hospitalarias: el exceso de estancia atribuible a las IRAS es de 6,9 días por paciente infectado.

Con estas infecciones, que también se conocen como nosocomiales, el riesgo de muerte también es mayor. Los pacientes que no presentan IRAS fallecen alrededor de un 6%, mientras que el porcentaje de aquellos que sí que han adquirido estas infecciones es del 11%. En nuestro país, las IRAS provocan cerca de 7.400 muertes al año, según los datos de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS).

"Es una cifra que supone tres veces más que las personas que mueren por accidente de tráfico, similar a las que fallecen por cáncer de mama y casi duplican a los suicidios", señala a EL ESPAÑOL Mireia Cantero, especialista en Medicina Preventiva en el Hospital Puerta de Hierro-Majadahonda. "Es una causa muy importante de mortalidad a la que no se le presta la importancia que se requiere".

Estas infecciones son inherentes a la propia atención sanitaria, aunque en gran parte pueden llegar a ser evitables. Según el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), hasta un 30% de las IRAS son prevenibles mediante programas de control de la infección e higiene y los sistemas de vigilancia son una importante herramienta en el logro de este objetivo.

"Lo que está demostrado que realmente tiene un impacto es el cumplir con las medidas básicas", apunta Cantero. Pone como ejemplo el simple gesto de hacer higiene de manos antes y después de tratar a un paciente. A nivel general, también es importante garantizar la limpieza en los hospitales, ya que cuanto menos microorganismos haya, menor será el riesgo de transmisión.

Los factores de riesgo

En las IRAS, la vía de transmisión más frecuente es por contacto indirecto, mediante material clínico o superficies contaminadas. Por ello cuando se producen obras, los especialistas en Medicina Preventiva se encargan de supervisarla porque el polvo puede vehiculizar hongos que en pacientes inmunodeprimidos puede causar infecciones.

Y es que además de los factores externos, también influyen aquellos que están relacionados con el propio paciente. Las edades extremas, por ejemplo, son periodos en los que existe un mayor riesgo de adquirir infecciones. Según el último estudio de prevalencia puntual de infecciones hospitalarias en España (Epine), con datos de 2024, casi el 50% de los pacientes infectados eran mayores de 60 años. Otro factor de tipo intrínseco que también incrementan el riesgo de sufrir estas infecciones son la diabetes y la neoplasia.

En cuanto al sexo se refiere, el número de IRAS entre los hombres es superior al de las mujeres. Como explica Cantero, esta diferencia puede estar condicionada porque el tipo de patología por el que los varones ingresan, además de que la edad media suele ser más alta. Por comunidades, Madrid es la que presenta la cifra más alta, con 806 pacientes con alguna infección hospitalaria. Le siguen Andalucía, con 643, y Castilla-La Mancha, con 471.

En este sentido, juega un papel importante la dimensión de los propios hospitales. En aquellos en los que hay 650 o más camas, se registraron más de 2.000 pacientes con alguna infección, mientras que en los que tenían de 400 a 649 camas, fueron 'sólo' 740. Los conocidos como hospitales terciarios tienen unas tasas de infecciones más altas porque, como indica Cantero, suelen contar con un mayor número de especialidades, en comparación con los pequeños. Por especialidad de la planta, tanto la médica como la quirúrgica son las que ofrecen los datos más altos.

España, a la cabeza

Estas infecciones no sólo preocupan en España, sino que en Europa, así como a nivel mundial, también son un importante problema de salud pública. Según la última encuesta del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), la prevalencia de pacientes con al menos una infección relacionada con la asistencia sanitaria en los hospitales de agudos fue del 7,1%.

En la Unión Europea (UE), se estima que anualmente cerca de cuatro millones de pacientes adquieren una infección hospitalaria, y aproximadamente 37.000 muertes resultan directamente de las IRAS. Una gran proporción de estos fallecimientos se debe a bacterias multirresistentes a los antimicrobianos.

En el caso de España, la evolución de las infecciones adquiridas en hospitales de agudos se ha mantenido estable en la última década (con las excepciones de los años 2021 y 2022 que se incrementaron por la Covid-19). Como comenta Cantero, que la prevalencia se mantenga alrededor del 7% no es una mala noticia si se tiene en cuenta que anteriormente (el EPINE se realiza desde 1990) era del 8%. "Aunque parezca que 'sólo' ha bajado un 1%, nos ha costado mucho conseguirlo".

Pese a ello, nuestro país sigue siendo el segundo que tiene el mayor número de IRAS en el continente, sólo superado por Portugal. No es casualidad que les siga Italia. Y es que, como señala Cantero, "tradicionalmente en las regiones del sur es donde se han registrado las cifras más altas de infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria. Incluso el ECDC está tratando de averiguar a qué se debe porque no hay una respuesta clara".