El cardiólogo Aurelio Rojas.

El cardiólogo Aurelio Rojas.

Salud

El cardiólogo Aurelio Rojas desvela la forma más rápida y eficaz de aliviar la ansiedad: así se practica el 'suspiro fisiológico'

Hoy en día se sigue trabajando en la mejor forma de regular el estrés y la ansiedad característicos de las sociedades occidentales. Existen muchas opciones farmacológicas, pero no siempre son la solución.

Más información: El 'abrazo de la mariposa': la sencilla técnica para vencer la ansiedad que recomiendan los psicólogos españoles.

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Actualmente la ansiedad y la depresión son los problemas de salud mayoritarios, no solo en España, sino en gran parte del mundo. La ansiedad, además, afecta al doble de mujeres que hombres, con un 8,8% de mujeres diagnosticadas con ansiedad en España, frente a un 4,5% de hombres. Si bien ambos porcentajes son significativos, las diferencias son claras.

En el fondo, aunque se trate de un proceso patológico cuando se cronifica en el tiempo, no debemos olvidar que se trata de un mecanismo de defensa del organismo humano frente a aquello que se ve como una amenaza. El problema de nuestra sociedad es que hemos llegado a normalizar tanto el problema como sus posibles soluciones, siendo la mayoría basadas en fármacos. Pero, como ha explicado recientemente el Dr. Aurelio Rojas en uno de sus reels de Instagram, no siempre debemos recurrir a dichas soluciones.

Como explica el Dr. Rojas en su vídeo, "ojalá todas las personas supieran que dos inhalaciones bruscas y una exhalación larga es la forma más rápida y mejor para regular el sistema nervioso en momentos de mucho estrés y ansiedad"

Esencialmente, Rojas habla de lo que conocemos como 'suspiro fisiológico'. De hecho, en esta misma publicación, el cardiólogo nos habla sobre las investigaciones realizadas por el neurocientífico Andrew Huberman, de la Universidad de Stanford. Huberman demostró en su momento que el suspiro fisiológico (dos exhalaciones bruscas y una exhalación larga) puede impactar de forma significativa en la regulación de nuestro sistema nervioso en esos momentos de estrés y ansiedad.

Aunque suene demasiado simple, los resultados son evidentes y se han demostrado. De hecho, Rojas nos recuerda algunos de los beneficios del suspiro fisiológico que ya están documentados:

- Calmar el cuerpo y la mente mediante una estimulación del sistema vagal. En este caso, recordemos que el conocido como nervio vago es uno de los doce pares craneales que surgen desde el sistema nervioso. Además de su conocida conexión con el sistema digestivo, el nervio vago es esencial en el equilibrio entre los sistemas simpático (o de 'alerta') y parasimpático (o de 'calma'). Cuando se estimula el nervio vago, se potencia la calma del sistema nervioso central y se reduce el estrés.

- Disminuye la frecuencia cardíaca. Este punto, de nuevo, tendría que ver con el mencionado nervio vago, cuya estimulación reduciría la frecuencia cardíaca. Durante un proceso de estrés, donde se libera tanto cortisol como catecolaminas, se produce el efecto contrario: mayor frecuencia cardíaca y mayor tensión arterial, además de una respiración acelerada.

- Mejorar la sensación de estrés y ansiedad. Una vez más, el sistema nervioso parasimpático se vería estimulado por estas respiraciones para calmar el estrés. De la misma forma que un proceso de estrés aumenta el ritmo de la respiración, realizar el efecto contrario de forma voluntaria (respirar de forma profunda y más lenta) ha demostrado producir el efecto contrario.

- Mejorar el sueño y el descanso diario. Este punto puede que sea algo más indirecto, dado que al lograr controlar mejor el estrés y la ansiedad, y virar nuestra actividad desde el sistema nervioso simpático hacia el parasimpático, en consecuencia se logrará un mejor descanso y un sueño más reparador.

- Ayudar a recuperarse del trabajo intenso, la vida y el entrenamiento. Como punto final, según explica Rojas, realizar este proceso de suspiro fisiológico también colaboraría en una mejor recuperación de nuestro día a día, que cada vez es más acelerado respecto a generaciones previas.

Para concluir, el cardiólogo también nos ofrece unas sencillas pautas para realizar el mencionado suspiro fisiológico: realizar una inhalación rápida, seguida de una segunda inhalación breve por la nariz. Posteriormente, realizar una exhalación larga por la boca. El proceso debería repetirse tres veces para ser eficaz.