Un grafitti con los andares tontos de los Monty Python.

Un grafitti con los "andares tontos" de los Monty Python. Aline Dassel Pixabay.

Salud Ejercicio físico

La nueva técnica con fama de "estúpida" que quema más calorías y refuerza el corazón al caminar

Un célebre número de los Monty Python ha permitido desarrollar un nuevo ejercicio que mejora el ritmo metabólico y el gasto energético.

28 diciembre, 2022 01:34

A pesar de los esfuerzos de las instancias de Salud Pública de todo el mundo, las tasas globales de inactividad física no han mejorado un ápice en los últimos 20 años. Y esto no es una buena noticia para la salud cardiovascular de la población. Sin embargo, cambiar la forma de caminar para hacerlo de forma más "ineficiente", inspirándose en un legendario sketch de humor, podría ser una buena opción para reforzar el corazón y prevenir el sobrepeso.

Así lo sugiere un nuevo trabajo publicado en The British Medical Journal: caminar de forma "estúpida", como el 'Sr. Teabag' y el 'Sr. Putey' de los Monty Python, interpretados por John Cleese y Michael Palin en 1971, sería una mejor alternativa a la caminata normal. Al menos, unos minutos al día.

En este caso,  los andares variables y erráticos que representa la escena de humor absurdo supondría un gasto energético más importante. Un equipo de investigadores estadounidenses lo ha logrado medir, y ha comparado los brincos y zancadas del Sr. Teabag y el Sr. Putey con una caminata más convencional.

[La verdadera relación entre ejercicio físico y salud mental]

Para el estudio, analizaron el caso de 13 adultos sanos (6 mujeres y 7 hombres) de 22 a 71 años de edad, sin antecedentes de enfermedades cardíacas o pulmonares, y sin trastornos de la marcha previos. Se midió su altura y peso corporal, y se les mostró un vídeo del sketch titulado Ministry of Silly Walks ("El Ministerio de Andares Estúpidos"). Cada uno de los participantes realizó tres pruebas de caminata, cada una de ellas de cinco minutos de duración, en un recorrido interior de 30 metros.

En la primera prueba, los participantes caminaron con su estilo habitual y a un ritmo elegido libremente por ellos mismos. Para las siguientes dos pruebas, se les pidió que recrearan -dentro de sus posibilidades- las formas de caminar del Sr. Teabag y el Sr. Putey que habían podido observar en el video.

La distancia recorrida durante las caminatas de cinco minutos se usó para calcular la velocidad promedio. También se midió el consumo de oxígeno (mL/kg/min), el gasto energético (kcal/kg/min) y la intensidad del ejercicio (METs), además de la cantidad de calorías gastadas por minuto de actividad física.

Únicamente la forma de caminar del Sr. Teabag resultó tener un gasto energético superior, unas 2,5 veces más que la caminata normal. Por su parte, el consumo de oxígeno promedio de una caminata normal fue de 11.3 mL/kg/min (3.2 MET), similar a la caminata del Sr. Putey (12.3 mL/kg/min o 3.5 MET).  La caminata del Sr. Teabag provocó un consumo de oxígeno superior, siendo de 27.9 mL/kg/min u 8 MET, llegando a calificarse esta caminata como un ejercicio de alta intensidad.

En términos de gasto energético, cambiar solo un minuto de caminata habitual por un minuto de caminata estilo Sr. Teabag se asociaría con un aumento energético de 8 kcal/min para hombres y 5 kcal/min para mujeres. De hecho, los investigadores estiman que los adultos podrían lograr 75 minutos de actividad física de alta intensidad de forma semanal tan solo realizando caminatas como la del Sr. Teabag durante 11 minutos diarios.

Si se sustituyesen los pasos habituales por pasos tipo Sr. Teabag durante 12-19 min/día, el gasto energético diario aumentaría en 100 kcal de media. Según los investigadores, esta cantidad de caminata al estilo Sr. Teabag probablemente aumentaría la capacidad cardiorrespiratoria, reduciría el riesgo de mortalidad y no precisaría de un compromiso de tiempo adicional.

Los investigadores son conscientes de que este trabajo trata sobre un estudio experimental basado en una muestra pequeña, y que tiene sus limitaciones evidentes. No podría aplicarse a personas con ciertas discapacidades, trastornos de la marcha, enfermedades articulares u otras afecciones de salud. Pero, para aquellos que sí sean capaces y sus circunstancias lo permitan, este tipo de movimientos "ineficientes" sí podrían ayudar a aumentar el gasto energético diario.

Por otro lado, también existe la opción de realizar "ráfagas" de actividad física de 1-2 minutos, acumuladas en el tiempo, ya que han demostrado producir beneficios cardiovasculares igualmente.