La influencer australiana Soph Allen visibiliza la endometriosis con la cicatriz de su abdomen.

La influencer australiana Soph Allen visibiliza la endometriosis con la cicatriz de su abdomen. @sophactivelife Instagram

Salud Ginecología

La fatiga en las mujeres, el síntoma más desconocido de la endometriosis

30 junio, 2018 01:19

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La endometriosis es una enfermedad relativamente común entre las mujeres y, al mismo tiempo, considerablemente desconocida. Se estima que cerca de una de cada diez mujeres sufrirá esta afección a lo largo de su vida. Provoca el crecimiento de las células de la capa interna del útero, las del endometrio, en otros lugares de la zona pélvica como los ovarios o las trompas de falopio. Puede incluso extenderse a zonas del bajo abdomen, como la vejiga o los intestinos.

Entre los síntomas más destacados de esta enfermedad están el dolor y la infertilidad, asociado en ocasiones al aumento de los sangrados menstruales que paralelamente se vuelven dolorosos. El tratamiento que se prescribe en la actualidad abarca desde los fármacos analgésicos y hormonales hasta la cirugía.

Sin embargo, existe otro síntoma relativamente común pero infradiagnosticado, y por tanto subestimado, dentro de la endometriosis: la fatiga. Al menos, así lo sugiere un nuevo trabajo internacional publicado en Human Reproduction.

Según este nuevo estudio internacional realizado sobre más de 1.100 mujeres, las afectadas por la endometriosis tendrían el doble de posibilidades de acabar sufriendo fatiga que aquellas mujeres sin dicha enfermedad. De hecho, estos resultados se mantenían incluso teniendo en cuenta otros factores como el dolor, insomnio, estrés laboral, depresión, índice de masa corporal o maternidad.

Según Brigitte Leeners, profesora y subdirectora del Departamento de Endocrinología Reproductiva del Hospital Universitario de Zúrich (Suiza), estos hallazgos sugerirían que la endometriosis tiene un importante papel sobre el desarrollo de la fatiga, y esto debería tenerse en cuenta a la hora de diagnosticarla.

Además, Leeners denuncia que anteriormente ya se sabía que la fatiga crónica es uno de los síntomas más debilitantes de la endometriosis, pero no se suele investigar su origen a fondo. Tampoco cómo mejorarla de forma independiente a la enfermedad, a pesar de su importante impacto sobre la calidad de vida de las mujeres que lo sufren.

Por ello, la investigadora sugiere que la fatiga como síntoma debería abordarse de forma más intervencionista en las consultas, y tratarse con la misma importancia que la enfermedad que la provoca. De hecho, tratarla más a fondo también mejoraría otros síntomas que se sabe que empeoran la calidad de vida como son el insomnio, el dolor, la depresión o el estrés.

Una posible reacción de las defensas

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores reclutaron a un total de 1.120 mujeres de hospitales de Suiza, Alemania y Austria. 560 de ellas sufrieron endometriosis entre los años 2010 y 2016. Todas ellas completaron una encuesta donde se les preguntaba sobre diversos factores relacionados con su calidad de vida, teniendo en cuenta también su historial médico y antecedentes familiares, estilo de vida y posibles trastornos mentales. Entre todos estos factores, la fatiga y el insomnio se clasificaron en una escala del 1 al 5 (desde "nunca" a "muy frecuente").

Según los resultados del trabajo, hasta un 50.7% de las mujeres con endometriosis sufrían fatiga frecuentemente, en comparación al 22.4% de las mujeres sin tal enfermedad. Además, aquellas mujeres que sufrían fatiga y endometriosis eran hasta siete veces más propensas a sufrir insomnio, hasta cuatro veces más propensas a la depresión, dos veces más propensas a sufrir dolor, y 1,5 veces más propensas a sufrir estrés laboral. Cabe destacar, por su parte, que ni la edad ni el tiempo de evolución de la enfermedad se relacionaban de forma alguna con la fatiga.

Una posible hipótesis para esta relación entre la endometriosis y la fatiga sería que las lesiones que provoca y causan inflamación activarían el sistema inmune. Esto aumentaría la producción de unas proteínas llamadas citocinas, las cuales se han relacionado en anteriores estudios con el síndrome de fatiga crónica. Del mismo mod, la exposición crónica a un estrés elevado puede provocar fatiga suprarrenal, lo que también implicaría una posible hipótesis alternativa.