Una taza que contiene té verde.

Una taza que contiene té verde. iStock

Nutrición Consejos

Estos son los únicos alimentos 'quemagrasas' avalados por la ciencia: inclúyelos en tu dieta

Desde el té verde hasta los cítricos, hay productos que, por sus propiedades, ayudan al organismo a acelerar el metabolismo.

23 octubre, 2022 03:18

En un mundo ideal, perder peso sin esfuerzo estaría al alcance de cualquiera. Sin embargo, no es tan sencillo como parece. Requiere constancia y adoptar hábitos de vida saludable, además de tiempo. Como vía fácil, se anuncian dietas milagro y ciertos productos o suplementos, que se promocionan como quemagrasas, pero esto no es nada recomendable. 

"En primer lugar, para perder grasa sería necesario un déficit calórico", destaca la nutricionista-dietista Concepción Martínez. Es decir, para que el cuerpo oxide la grasa, se debería ingerir menos alimentos a lo largo del día.

Otra opción sería aumentar el gasto energético practicando deporte o aumentando el tiempo y/o la intensidad del mismo y añadir a nuestra dieta algunos alimentos que, a diferencia de los productos que se promocionan como milagrosos, sí podrían funcionar como quemagrasas.

El café

El primero de estos quemagrasas naturales sería la cafeína que contiene el café. La cafeína estimula el sistema nervioso, enviando señales directamente a las células grasas forzándolas a descomponer la grasa, como indica un estudio de la Universidad de Soonchunhyangm Corea. Este sistema funciona porque la cafeína aumenta los niveles en sangre de la adrenalina y acelera el metabolismo.

El efecto que tiene esta hormona en el organismo es la liberación de grasa de los tejidos grasos en la sangre, un proceso que puede traducirse en una pérdida de grasa, siempre y cuando se esté en una situación de déficit calórico.

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La quema de grasas por parte de la cafeína funciona mejor en personas delgadas que en las que padecen obesidad. En concreto, los investigadores señalan que la cafeína aumenta este proceso hasta en un 29% en el caso de personas con normopeso, mientras que solo llega al 10% como máximo en las obesas. Un efecto que también disminuye con la edad.

El té verde

Al igual que el café, la cafeína y las catequinas que contiene el té son excelentes quemagrasas, además de tener otros beneficios para el organismo. Consumir unas dosis adecuadas de té verde en forma de infusión podrían aumentar el metabolismo basal y ayudar ligeramente a gastar más calorías, según revela un estudio elaborado en la Universidad de Maastricht, Países Bajos.

De hecho, en algunas investigaciones se ha descubierto que la combinación de cafeína y té verde hacen sinergia y puede incrementar el metabolismo en un 4%, además de favorecer hasta en un 16% la quema de grasa durante las 24 horas posteriores a la toma.

Los cítricos

Los alimentos ricos en vitamina C y nobiletina, como las naranjas y las mandarinas, también son comprobados quemagrasas. Su secreto es que favorecen el metabolismo, según un estudio realizado por la Universidad Western. Estos resultados, publicados en el Journal of Lipid Research, destacan cómo estos elementos tienen la capacidad de actuar sobre los procesos fisiológicos que se ocupan de la gestión de la grasa en el cuerpo.

Al igual que algunos componentes del té verde, la vitamina C y la nobiletina hacen sinergia a la hora de quemar grasa, interviniendo la primera en la transformación de grasa en energía y la segunda en la gestión de la misma. Demostrando en modelos animales su capacidad para reducir drásticamente la obesidad y revertir sus efectos negativos como el aumento del riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiacas.

Fibra soluble

La fibra soluble, presente en alimentos como los cereales integrales y la fruta entera, tiene la capacidad de absorber el agua en el tracto digestivo, formando una sustancia de apariencia viscosa, parecida a un gel. Este proceso tiene la capacidad de aumentar el efecto saciante de la comida ingerida, ayudando a reducir el apetito.

También tiene la capacidad de ralentizar las digestiones, previniendo los picos de azúcar en sangre y aumentando aún más la sensación de saciedad. Un hecho que influye directamente en la cantidad de alimentos que ingerimos, por lo que será más fácil alcanzar el déficit calórico. También según algunas investigaciones, la fibra puede suprimir algunas hormonas relacionadas con el apetito, como la grelina.