Pasillo de zumos de un supermercado.

Pasillo de zumos de un supermercado.

Nutrición Alimentación

Este es el único zumo de súper que recomiendan los nutricionistas: bueno para el corazón y la memoria

A pesar de que esta bebida tiene fama de popular, los expertos piden no consumirla. Eso sí, el de tomate se salva de la criba por sus beneficios.

12 septiembre, 2022 03:05

Aún a día de hoy, los zumos siguen gozando de buena fama, siempre vinculados a una dieta saludable. Sus beneficios suelen ser comparados con los de consumir fruta, llegándose a vender como una alternativa a ésta más fácil de llevar y de consumir. Sin embargo, esta comparación no es realista.

"El zumo de frutas lo único que tiene en común con la fruta entera es el sabor y algún nutriente, encima tiene tanto azúcar como una bebida azucarada cualquiera", señalaba Concepción Martínez, nutricionista-dietista, en una entrevista para EL ESPAÑOL.

En concreto, un vaso de zumo de unos 35 centilitros contiene 153 calorías, 34 gramos de carbohidratos, 27g de azúcar, 2,4g de proteínas y tan sólo 0,7g de fibra, unos datos problemáticos teniendo en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el consumo de azúcares al 10% de la ingesta total diaria de energía y, de hecho, promueve bajarla, si es posible, hasta por debajo del 5%.

[El peor zumo del supermercado para tu salud, según la OCU]

En algunas ocasiones se ha llegado a defender el azúcar presente en los zumos de frutas señalando que no son azúcares añadidos, sin embargo, los expertos coinciden en que al organismo le da igual si son añadidos o propios del alimento. "La fructosa es siempre fructosa, añadida o no. El exceso de azúcar es tóxico, da igual que tenga un origen u otro", indicaba Martínez.

Dicho azúcar proviene de los alimentos con el que se realiza el zumo, sin embargo, existe un elemento que marca la diferencia en cuanto a cómo afecta al organismo, la fibra. Los alimentos crudos como las piezas de fruta aportan fibra además de azúcares, por lo que estas tienen un índice glucémico más bajo del que tendría esa misma cantidad disuelta en agua.

De igual modo existen distintas evidencias sobre la acción de la fructosa en el organismo si se toma en grandes cantidades. El doctor Carlos Jaramillo, experto en medicina funcional y autor de El milagro metabólico, explica que el zumo de naranja no es saludable por el efecto de la fructosa en el hígado, que produce reacciones bioquímicas inflamatorias. Este órgano, como reacción a la sobrecarga que le provoca la fructosa, empieza a producir triglicéridos, además de propiciar el llamado hígado graso.

Otro trabajo, publicado en The British Medical Journal, alerta de que tomar sólo un vaso de zumo natural al día aumenta el riesgo de cáncer. El estudio francés demuestra que la asociación con el cáncer es tan fuerte en el caso del zumo de naranja natural como en los estigmatizados refrescos azucarados.

El más saludable

Con estas consideraciones en mente, muchos expertos y distintos nutricionistas coinciden en señalar un zumo, en concreto, que se encuentra en cualquier supermercado y podría incluirse en la dieta diaria sin ningún problema. El zumo de tomate es un producto mucho más sano que el zumo de frutas como la naranja, el melocotón o la piña. Por ejemplo, tal y como señala un estudio que publica la revista Food Science & Nutrition, consumir zumo de tomate sin sal disminuye la presión arterial y el colesterol LDL, el malo.

El estudio contó con 184 hombres y 297 mujeres de Kuriyama (Japón), de entre 20 y 74 años de edad, que, además, tenían prehipertensión o hipertensión sin tratar. En todos ellos, se analizó el impacto en el organismo de tomar durante un año zumo de tomate sin sal.

[Este es el alimento que más calorías tiene del mundo: español y cargado de grasa]

La investigación evidenció que la presión arterial en 94 participantes con prehipertensión o hipertensión no tratados disminuyó significativamente.

Un resultado positivo que vino acompañado de otro, los niveles de colesterol LDL en 125 participantes, de todos los géneros y grupos de edad, disminuyeron de un promedio de 155,0 a 149,9 mg/dL.

Lo cierto es que los tomates contienen muy pocas calorías y, además, tienen tres de las vitaminas más importantes para el organismo: A (betacaroteno, que es también un potente antioxidante), C y E. De hecho, consumir el equivalente a 200 gramos de tomate cubre el 80% de la cantidad diaria de vitamina C recomendada.

Corazón y cerebro

De igual modo, este alimento es rico en ácido fólico, por lo que es muy recomendable durante el embarazo. Aporta, además, una buena variedad de minerales, destacando el potasio, que ayuda a la función nerviosa, a la contracción de los músculos y a mantener un correcto ritmo cardíaco. Incluso desde la Fundación Española del Corazón destacan sus propiedades, señalando que el tomate puede prevenir el ictus en un 59%.

Por otro lado, la vitamina A, la luteína y los licopenos del tomate son macronutrientes perfectos para la salud ocular. Así lo expone una investigación publicada por JAMA Ophtahalmol, que señala como las personas que incluyen altas dosis de zeaxantina y luteína (presentes en los tomates) tienen un 35% menos de riesgo de padecer DMAE exudativa, la forma menos frecuente de degeneración macular.

Mientras, ingredientes como el licopeno y beta-caroteno del tomate también protegen las neuronas. En una revisión de distintas investigaciones, científicos de la Universidad de Alabama (EE. UU.) encontraron que varias de ellas expusieron resultados positivos sobre la influencia de estas sustancias en la función cognitiva.