El color rojizo y morado puede ser una buena pista para reconocer alimentos buenos para el páncreas.

El color rojizo y morado puede ser una buena pista para reconocer alimentos buenos para el páncreas. PxHere

Nutrición Alimentos saludables

Éstos son los ocho alimentos que evitan que destroces tu páncreas: el órgano vital más olvidado

Mantener el páncreas en buen estado de salud es fundamental para algunas funciones de vital importancia de nuestro organismo.

28 diciembre, 2021 06:14

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El páncreas es uno de esos órganos a los que no solemos prestar demasiada atención. No obstante, y a pesar de su pequeño tamaño, es una parte muy importante de nuestro organismo, que cumple unas funciones fundamentales. Cualquier forma de daño, podría hacerlo disfuncional parcial o completamente. Algo que, obviamente, puede suponer problemas de salud, algunos de ellos, incluso, de gran relevancia

El páncreas es un órgano glandular ubicado en el abdomen y cumple dos funciones. La primera, una función exocrina para ayudar en la digestión de los alimentos. Durante la digestión, el páncreas produce enzimas pancreáticas que descomponen moléculas más grandes (carbohidratos, proteínas y grasas) en moléculas absorbibles más pequeñas. La segunda, una función endocrina para regular la glucosa en sangre, ya que controla la homeostasis de la glucosa en sangre produciendo las hormonas insulina y glucagón.

Un mal funcionamiento del páncreas puede generar algunas enfermedades y dolencias, entre ellas, pancreatitis aguda, pancreatitis crónica, diabetes tipo 1 y 2 y el cáncer de páncreas. Los síntomas más comunes de los problemas pancreáticos son dolor abdominal, distensión abdominal, náuseas, vómitos, diarrea y pérdida de peso involuntaria, todos los cuales pueden aumentar el riesgo de desnutrición. Los signos y síntomas de glucosa en sangre no controlada incluyen sed excesiva, micción, mareos, visión borrosa y pérdida de peso involuntaria.

Con este panorama, podemos entender con facilidad que cuidar el páncreas es importante. Y la alimentación puede jugar un papel fundamental en esta tarea. Por eso, a continuación te contamos cuáles son algunos de los alimentos de los que debes echar mano para ello.

Verduras crucíferas

El brócoli y otras verduras crucíferas, como la coliflor, las coles de Bruselas y el repollo, contienen los flavonoides apigenina y luteolina y compuestos que contienen azufre que proporcionan el sabor amargo. Estos flavonoides y compuestos también poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que los estudios han demostrado que pueden ayudar a prevenir el daño celular y reducir los marcadores de inflamación. Además, algunas investigaciones han apuntado a que estos alimentos también pueden ayudar a prevenir el cáncer de páncreas.

Arándanos y frutas de piel morada

Las frutas de piel morada como los arándanos y las uvas rojas contienen antocianinas. Los estudios señalan que uno de los muchos flavonoides antioxidantes que se encuentran en la piel de las frutas, las antocianinas pueden tener efectos beneficiosos sobre el control del azúcar en sangre y la sensibilidad a la insulina.

Raíz de cúrcuma

La cúrcuma, que forma parte de la familia del jengibre, es una especia de color amarillo anaranjado muy común en la gastronomía india. La curcumina, uno de sus compuestos bioactivos, puede ayudar a reducir la inflamación. Los estudios han demostrado que la curcumina puede disminuir la incidencia de desarrollar diabetes por prediabetes, disminuir la inflamación en la pancreatitis e inhibir el crecimiento celular e inducir la apoptosis en el cáncer de páncreas.

En polvo es una de las formas más comunes de tomar este ingrediente tan popular en algunas gastronomías

En polvo es una de las formas más comunes de tomar este ingrediente tan popular en algunas gastronomías Pixabay

Diente de león

El diente de león es uno de esos ingredientes que gozan de la fama de ser una ayuda interesante para el páncreas, pero también para la vesícula biliar y el hígado. Según este estudio, ayuda a que el páncreas pueda cumplir sus funciones de forma adecuada. La causa es que algunos de sus componentes mejoran la función hepática al estimular la secreción de la bilis, lo que facilita el trabajo del páncreas.

Ajo

El ajo actúa como una gran ayuda para el páncreas. Ayuda a reducir la cantidad de azúcar en la sangre al aumentar la producción de insulina por parte del páncreas. Básicamente, mantiene el páncreas en buen estado de salud. El ajo y sus compuestos que contienen azufre ofrecen muchos beneficios, incluidos efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Los estudios también muestran que puede reducir la toxicidad del páncreas.

Probióticos

Los probióticos son cultivos vivos de bacterias y levaduras. Los alimentos con cultivos vivos como el yogur griego, el chucrut y el kéfir protegen el tracto digestivo mejorando el microbioma. Se ha estudiado que un desequilibrio en el microbioma intestinal causado por un crecimiento excesivo de bacterias nocivas puede manifestarse como trastornos pancreáticos. Estos alimentos son algunas de las mejores fuentes dietéticas de bacterias buenas que pueden ayudar a corregir este desequilibrio y restaurar un entorno intestinal saludable.  

Tofu

Incluir proteínas en la dieta es fundamental, pero si queremos que, además, sean amigables para el páncreas, es mejor que sean en alimentos bajos en grasas. El tofu es una magnífica alternativa como fuente de proteínas bajas en grasas. Promueve una mejor recuperación de su tracto digestivo y protege su páncreas de daños.

Limón y otras frutas ácidas

Algunos alimentos ácidos como el limón, la piña o el kiwi ayudan a mejorar la producción de enzimas digestivas en el organismo, lo que supone una ayuda para mantener el páncreas en buen estado de salud.

¿Se puede revertir el daño al páncreas?

Si bien la prevención es fundamental para evitar daños en el páncreas, lo cierto es que unas pautas de vida saludables pueden ayudar a mejorar un páncreas ya dañado. Aunque es cierto que no existe una dieta mágica, elegir alimentos que apoyen naturalmente el proceso de desintoxicación del cuerpo y la suficiente hidratación facilitará cualquier proceso de recuperación de este órgano.

Así, consumir frutas y verduras ricas en fibra, proteínas magras y alimentos que contengan probióticos. En cambio, habrá que limitar el consumo de alcohol, el tabaco y otros alimentos, como estos de los que ya hablamos en EL ESPAÑOL, que pueden no solo evitar la mejora, sino favorecer el empeoramiento.