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Nutrición Antioxidantes

El lado oscuro del té verde: así puede dejar de ser antioxidante y convertirse en tóxico

La acción antioxidante producida por esta infusión funcionaría al contrario de lo que se cree, potenciando la oxidación en lugar de reducirla.

31 octubre, 2021 23:53

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Se intuye desde hace siglos que el té verde tiene múltiples beneficios para la salud, y las investigaciones han ido respaldando estos indicios durante los últimos años. Si bien es cierto que Reino Unido suele destacar más que España en el consumo de té en general, no es raro conocer a alguien también en nuestro país que alterne o que incluso lo prefiera a la infusión más tomada aquí, el café.

En particular, los estudios que han abordado las ventajas del té verde suelen hablar de las catequinas ECG y EGCG, un tipo de polifenoles que son considerados sustancias antioxidantes. Como ocurre con el resto de estos compuestos de origen vegetal, se han relacionado con un aumento de la esperanza de vida.

En teoría, los antioxidantes como norma neutralizan radicales libres de oxígeno, los cuales se vinculan a  una mayor inflamación corporal general y daños celulares, en el ADN en particular, que son precursores del envejecimiento y el cáncer. Sin embargo, un nuevo trabajo publicado en la revista Aging habría descubierto algo paradójico: las catequinas, en determinados casos, pueden ser prooxidativas en lugar de antioxidantes.

La paradoja de las catequinas

Esa sería la conclusión a la que habría llegado este trabajo de los investigadores del Departamento de Ciencias de la Salud y Tecnología de ETH Zurich, dirigidos por el profesor Michael Ristow, junto a sus colegas de la Universidad de Jena. En este caso, los investigadores analizaron los efectos de las catequinas sobre un gusano nemátodo conocido como C. elegans.

Según los investigadores, los polifenoles del té verde tendrían la capacidad de aumentar el estrés oxidativo a corto plazo, pero esto a su vez incrementaría la capacidad defensiva de las células del organismo. Y esto, en última instancia, daría lugar a un aumento de la esperanza de vida y una mayor aptitud en los nemátodos estudiados.

La conclusión sería que las catequinas no son antioxidantes, sino prooxidantes, y lo que hacen es mejorar la capacidad del organismo para defenderse, como si de una vacuna se tratasen, explica Ristow.

Esta activación de la capacidad defensiva no se haría patente a través del sistema inmune, como las vacunas, sino que sería mediante la activación de genes que producen ciertas enzimas como la superóxido dismutasa (SOD) y la catalasa (CTL). Estas enzimas son las que inactivan los radicales libres en los nemátodos, y son en realidad antioxidantes naturales propios.

Sorprendentemente, Ristow no cree que este mecanismo sea novedoso. Su mismo grupo de investigación ya vislumbró un mecanismo similar en otra situación, como es el caso de las actividades deportivas, las cuales a corto plazo aumentan el estrés oxidativo pero finalmente mejoran las defensas del organismo.

Por su parte, reducir las calorías de la dieta también tendría un efecto similar, como ya se ha demostrado en estudios con ratones, los cuales alargan su esperanza de vida con este método.

Según indican los mismos investigadores, estos hallazgos serían extrapolables a humanos, dado que los procesos bioquímicos básicos estudiados están presentes en todos los organismos vivos. Incluso los seres unicelulares, como las levaduras, neutralizan los radicales libres de oxígeno de forma similar.

Por otro lado, Ristow recomienda beber té a diario, pero desaconseja los extractos o concentrados de té verde, dado que esta sustancia a cierta concentración sería tóxica.

Así, las catequinas a dosis elevadas inhiben la función de las mitocondrias hasta llevarlas a la muerte celular, y esto puede ser particularmente peligroso en el hígado. De hecho, explica, cualquier tipo de polifenol en exceso puede dar lugar a estos daños.

Para terminar, el investigador recuerda que el té verde es el que más catequinas contiene, a diferencia del té negro, que contiene una cantidad mucho menor, dado que estas son destruidas en su fermentación.