Un jabalí campa por la sierra de Collserola, en Barcelona, este jueves.

Un jabalí campa por la sierra de Collserola, en Barcelona, este jueves. Enric Fontcuberta EFE

Ciencia

"Hemos creado el Hollywood de los jabalíes": la odisea de acabar con 60.000 ejemplares como quiere hacer Cataluña

Los expertos advierten que si se reduce de forma puntual hay riesgo de que vuelva a aumentar, al ser una especie que se adapta fácilmente a su hábitat.

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Las claves

Cataluña planea reducir a la mitad su población de jabalíes, estimada en 125.000 ejemplares en invierno y 180.000 en verano, para combatir la peste porcina africana.

La Generalitat creará una 'Mesa del jabalí' para coordinar medidas, como la intensificación de la caza, aunque se advierte que solo la caza no es suficiente para controlar la población.

El ejemplo de Rusia y estudios científicos muestran que una caza intensiva puede reducir significativamente la población de jabalíes, pero es necesario mantener el esfuerzo para evitar un efecto rebote.

Se discuten alternativas como el uso de visores térmicos, silenciadores, trampeo y el regreso de grandes depredadores como el lobo, aunque todas presentan limitaciones o posibles efectos secundarios.

El brote de peste porcina africana (PPA) ha reavivado el debate sobre la sobrepoblación de jabalíes, ya que, por el momento, hay contabilizados 16 casos positivos, localizados en Collserola (Barcelona).

No existen censos exactos en nuestro país sobre esta especie. En el caso de Cataluña, se calcula que en invierno hay unos 125.000 ejemplares, una cifra que en verano asciende hasta los 180.000.

Ante este preocupante escenario, la decisión tomada por la Generalitat ha sido contundente: reducir a la mitad la población en todo el territorio, según lo anunciado este miércoles por el consejero de Agricultura, Òscar Ordeig.

También ha reconocido que, para lograr este objetivo, formarán una 'Mesa del jabalí' en la que se abordarán las medidas necesarias. Es probable que una de ellas sea intensificar la caza.

El ejemplo de Rusia

Según algunos estudios, cazar anualmente entre el 40% y el 60% de la población puede traducirse en descensos del 50% en apenas unos años. Aunque en este sentido tampoco existe un consenso.

La legislación vigente de la Unión Europea recomienda realizar una evaluación previa de los efectos negativos, como la posible propagación del virus en el caso de que se lleve a cabo una caza descontrolada de la fauna silvestre.

Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación valoran que en un momento como el actual en el que existe sobreabundancia de jabalíes las medidas de control poblacional "no pueden ni deben limitarse a la actividad cinegética".

El catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Castilla-La Mancha Christian Gortázar sí que considera que si la caza es lo suficientemente intensa puede llegar a reducirse la población.

Este investigador del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), que forma parte del comité de expertos que asesora al ministerio en el brote de PPA, pone como ejemplo lo ocurrido en Rusia.

Tras la caída del Muro de Berlín y la disolución de la URSS, el país se vio sumido en una crisis económica que obligó a la población a buscar alimentación de una forma desesperada.

Provocó, como demostraron posteriores trabajos, que descendiera la población de jabalíes, volviendo a cifras que no se registraban desde hacía al menos 20 años.

Menos cazadores, más envejecidos

Pese a que "se hizo un esfuerzo por encima de lo habitual", lo que refleja es que "si existe un empeño por cazarlo, se pueden invertir las tendencias", como la que se ha dado en España durante las últimas dos décadas.

Se estima que actualmente habría unos dos millones de ejemplares, con una mayor concentración en el arco mediterráneo por las características favorables que encuentran en esta zona. "Hemos creado 'el Hollywood de los jabalíes'", apunta Gortázar.

Este "paraíso" también es consecuencia de la compleja situación que atraviesa la actividad cinegética, con "menos cazadores y cada vez más mayores". El investigador del IREC Joaquín Vicente no descarta que en el futuro sea necesario profesionalizar el control de ciertas especies.

Los agentes rurales de Cataluña ya tienen experiencia actuando sobre las poblaciones de jabalíes. Pero de momento "no compensan la falta de cazadores recreativos": según los datos del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), eran 616 en 2023.

La captura del jabalí se lleva a cabo tanto en grupo como de forma individual. En este último caso se trata normalmente de esperas nocturnas.

Por las condiciones en las que se realizan, algunos países europeos afectados por la PPA han autorizado la utilización de visores térmicos acoplados al rifle y silenciadores, teniendo un gran éxito en las medidas de control.

En España hay comunidades que permiten el uso de los primeros, mientras que con los silenciadores existe "una mayor reticencia debido al historial de terrorismo" que ha habido en el país.

Aun entendiendo la negativa por este motivo, Gortázar cree que se podría autorizar a determinados cazadores: "Lo que queremos es tener una mayor eficacia", sintetiza.

Trampeo y grandes depredadores

La prohibición de las armas de fuego en las áreas suburbanas de las ciudades lleva a recurrir a otras alternativas como el trampeo, que consiste en capturar al animal mediante cebos. Su inconveniente es que se trata de una técnica con una eficacia "muy local".

Lo mismo sucede con la caza con arco: pese a que ha demostrado, en zonas del norte de España, que se logra controlar "un poco" la población, "no se elimina del todo".

El empleo de poblaciones de grandes depredadores como el lobo también se plantea como otra de las medidas a tomar. En Cataluña, de hecho, se ha confirmado recientemente que este animal ha vuelto a criar en la zona tras casi un siglo.

Pero no se debe caer en el reduccionismo, como critica Vicente, creyendo erróneamente que esta recuperación va a solucionar el problema. Sobre todo cuando "nos encontramos en un medio antropizado como es el continente europeo".

Algunos estudios realizados en nuestro país sí que han observado que el crecimiento del jabalí es bastante más lento en presencia del lobo; aunque podría dar lugar a nuevos problemas, especialmente en el sector ovino y caprino.

El aviso de Doñana

La 'Mesa del jabalí' se convocará en los próximos días para fijar cuál será la programación, el calendario y las responsabilidades de cada colectivo que participa en ella para conseguir el objetivo de reducir a la mitad la población de jabalíes.

Gortázar incide en que la viabilidad de la propuesta "dependerá de la intensidad con la que se quiera llevar a cabo". Si se logra tras un gran esfuerzo pero no se mantiene en el tiempo, la población podría volver a recuperar su densidad por cómo soporta el hábitat que ocupa.

El ejemplo más representativo de este 'efecto rebote' lo encuentra en Doñana, donde la presencia del jabalí suponía un grave peligro por ser un depredador de aves acuáticas y porque podía transmitir enfermedades a especies amenazadas.

En sólo dos años pudieron reducir a la mitad la población de jabalíes, lo cual fue todo un logro. En el mismo periodo de tiempo la llegada de una crisis económica hizo que ya no hubiera recursos para los profesionales.

El resultado no fue otro que el regreso de la especie a este espacio natural. Un escenario que podría darse en Cataluña si no se aprende de los errores ajenos.