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El CNIO suprime puestos económicos intermedios y presenta un informe a la Fiscalía de Madrid

El patronato informa que no tiene constancia de ninguna denuncia anterior.

Más información: El epicentro de la crisis del CNIO: la avería de la instalación nuclear que desembocó en el despido del denunciante

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Las claves

El patronato del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha acordado suprimir tres puestos intermedios en su estructura organizativa para simplificar procesos y liberar recursos.

El gerente del CNIO, José Manuel Bernabé, ha presentado un informe sobre la situación del centro a la Fiscalía de Madrid, respaldado por el patronato.

La reorganización afecta a la vicedirección de asuntos económicos, la secretaría general y el adjunto a la gerencia, aunque los afectados podrían ser reasignados a otras funciones.

El CNIO lleva un año en crisis interna, con denuncias de presuntas irregularidades, cambios en la dirección y conflictos derivados de la gestión económica y administrativa.

El patronato del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha acordado la supresión de tres puestos de su estructura organizativa en su reunión de urgencia de este martes.

Su objetivo sería "eliminar duplicidades y capas intermedias que no aportan valor diferencial", la simplificación de los procesos administrativos, liberar recursos para las prioridades estratégicas y garantizar la sostenibilidad presupuestaria.

Además, el actual gerente, José Manuel Bernabé, que tomó posesión de su cargo el pasado 1 de septiembre, ha informado sobre la entrega en la Fiscalía de Madrid de un informe sobre la situación del centro.

Dicho informe contiene información recabada hasta la fecha de su entrega, el 18 de noviembre. El patronato respalda esta acción y anima al gerente a seguir trabajando en esa línea.

La reorganización anunciada desde el Ministerio de Ciencia consistiría en la supresión de tres puestos, según El País: la vicedirección de asuntos económicos, ostentada por el exgerente Juan Arroyo, la secretaría general y el adjunto a la gerencia, en que estaban dos cargos de su confianza.

Fuentes cercanas al patronato han comentado a EL ESPAÑOL, sin embargo, que este no tiene atribuciones para despedir a personas, por lo que los titulares de dichos puestos serían reincorporados a otras funciones, si la gerencia no toma una decisión posterior.

A preguntas de este medio, Arroyo señala que no ha recibido ninguna comunicación sobre la supresión del puesto.

A día de hoy, el patronato no tiene constancia de ninguna otra denuncia "previa a la interpuesta por el director gerente actual", indican desde Ciencia.

Se refiere, sin mencionarla, a la denuncia que el anterior director de operaciones del centro presentó el pasado 27 de junio a Anticorrupción y que acusaba al que fue gerente hasta el pasado 29 de enero, Juan Arroyo, de una presunta trama de favores a empresas vinculadas a gente cercana.

El denunciante afirma que envió dos cartas al actual secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz Cigudosa, advirtiéndole de la situación en el CNIO.

Un año en crisis

En la segunda de ellas, enviada el pasado agosto, se dio acuse de recibo diciendo que se comunicaría Eva Ortega Paíno, secretaria General de Investigación y miembro de la comisión delegada del patronato.

Sin embargo, el patronato se reunió en dos ocasiones posteriores (septiembre y noviembre) sin que se ofreciera información alguna de estas cartas.

La actual vicedirección de asuntos económicos la ostenta Arroyo, que volvió a este puesto al ser destituido de la gerencia.

El centro vive en crisis desde hace aproximadamente un año, cuando varios líderes de grupos de investigación escribieron al Ministerio de Ciencia pidiendo un relevo al frente de la dirección científica, que ostentaba María Blasco.

Esta acusó al entonces gerente, Juan Arroyo, de los problemas económicos que vivía el CNIO. El patronato, reunido el 29 de enero, tomó una solución salomónica: relevar del cargo tanto a Blasco como a Arroyo, que siguieron ligados a la entidad en sus antiguas posiciones.

También se acordó convocar un proceso internacional para seleccionar a la nueva dirección científica y la gerencia.

Pero la cosa no quedó ahí. El por entonces director de operaciones del centro había estado recabando información desde el mes anterior sobre presuntas prácticas corruptas en el centro.

Estas prácticas fueron puestas en comunicación de Arroyo y de la gerencia interina, ostentada por Maribel Salido. Ambos, según el director de operaciones, desdeñaron sus investigaciones, por lo que se decidió a denunciar.

El 30 de agosto, antes de que se nombrara la nueva dirección y gerencia del centro, fue despedido. Antes, se le había abierto un expediente sancionador. El denunciante alega que las acusaciones hechas en ese expediente son falsas o incorrectas, y reclama la nulidad del despido.

En septiembre fueron anunciadas la nueva gerencia, que asumiría José Manuel Bernabé, y la dirección científica, en manos de Raúl Rabadán. Este último todavía no se ha incorporado al puesto.