Perros de diferentes razas y tamaños.

Perros de diferentes razas y tamaños. Pixabay

Ciencia

Los humanos prehistóricos ya criaban perros de diversas razas: pastores, cazadores e incluso de simplemente compañía

El perro domesticado más antiguo que ha encontrado esta investigación cuenta con 11.000 años y fue hallado en Rusia.

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Las claves

Un estudio publicado en Science revela que hace 11.000 años los perros que acompañaban a los humanos ya presentaban una gran diversidad en forma y tamaño.

La investigación, liderada por la Universidad de Exeter y el CNRS, analizó 643 calaveras de cánidos de los últimos 50.000 años, mostrando que la diversidad canina no es un fenómeno reciente.

Ya en el Mesolítico y Neolítico existían perros de diferentes características, lo que sugiere que cumplían roles variados como caza, recolección o compañía.

Aunque los perros modernos muestran morfologías más extremas, la diversidad entre perros antiguos era significativa y refleja miles de años de coevolución junto a los humanos.

Hasta ahora los científicos han contado 343 razas diferentes de perros en el mundo, pero una breve visita al parque de tu barrio ya te habrá dado una pista de esta diversidad. Hay perros con todo tipo de tamaños, colores, hocicos, con patas estilizadas o cortas.

Ante semejante variedad entre los canes, la explicación más común que solía darse es que a los humanos nos gusta criarlos e hibridarlos desde hace relativamente poco. Según esta teoría, forzando sus genealogías desde hace pocos siglos se habrían producido las razas.

Pero esto parece no ser del todo cierto. Un nuevo estudio asegura que los perros que acompañaron a los humanos hace 11.000 años ya eran diversos en forma y tamaño. El trabajo se ha publicado este miércoles en la prestigiosa revista Science.

El grupo de investigadores, liderado por la Universidad de Exeter en el Reino Unido y el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS, por sus siglas en francés) realizó un análisis de cientos de restos arqueológicos de hace miles de años.

"Los hallazgos de esta investigación desafían las suposiciones más arraigadas sobre que la diversidad canina es un fenómeno reciente provocado por la crianza selectiva, que empezaron con los Kennel Clubs victorianos", señala Eurekalert.

El estudio apunta a que la diversidad de los perros, en realidad, se comenzó a fraguar poco después de evolucionar de los lobos. Desde 2014, los investigadores han estudiado 643 calaveras de cánidos pertenecientes a los últimos 50.000 años de historia.

Las calaveras pertenecen a razas conocidas y también a perros callejeros y lobos. El equipo formado por arqueólogos y biólogos elaboró modelos 3D y los estudiaron con morfometría geométrica. Así se halló que los perros ya eran diversos en el Mesolítico y el Neolítico.

Evolucionamos juntos

El hecho de que los humanos se hicieran cargo de canes tan diferentes apunta a que tenían funciones diferentes: ayudar en la caza, en la recolecta o, incluso, como simple compañía. "Los resultados destacan la profunda relación que nos une", explica Carly Ameen.

Ameen, que es autora del estudio y trabaja en el departamento de Arqueología e Historia de la Universidad de Exeter, afirma que la diversidad de los perros es "un legado de miles de años de coevolución con las sociedades humanas".

El perro domesticado más antiguo que se estudió fue encontrado en Rusia y tiene 11.000 años de antigüedad, también otros en América y en Asia con 8.500 años y 7.500 años, respectivamente. A partir de entonces, los restos arqueológicos son muy diversos.

Sin embargo, "los perros modernos exhiben morfologías más extremas, como caras cortas como las de los bulldogs o caras largas como las de los borzois, que no aparecen en los especímenes arqueológicos de épocas más tempranas", apunta Allowen Evin, del CNRS.

"En cualquier caso, sí que hay una gran cantidad de diversidad entre perros incluso en el Neolítico. Era el doble que la de los especímenes del Pleistoceno y la mitad de lo que vemos en los perros del presente", añade Evin.

Los autores del estudio han señalado en el trabajo que seguir el rastro de los primeros perros domesticados es todo un desafío. Ninguno de los ‘protoperros’ del Pleistoceno tardío tenía una forma de calavera asociada a la de los perros domesticados.

Es decir, a partir de cuándo estos animales empezaron a seguir a los humanos es difícil de determinar. "Las primeras fases de la domesticación de los perros siguen ocultas a nuestra vista, y los primeros perros nos siguen eludiendo", señala Greger Larson.

Larson, autor del estudio y perteneciente a la Universidad de Oxford, añade que "lo que podemos mostrar ahora con convicción es que una vez los perros emergieron, se diversificaron muy rápido. Esas variaciones tempranas reflejan tanto la presión natural y ecológica sobre su evolución como el impacto que tuvo su convivencia con los humanos".