Aurora boreal vista desde la ISS. NASA.

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Ciencia

Los científicos alertan: los polos magnéticos de la Tierra sufren una alteración insólita y la mano del hombre está detrás

Las grandes obras hidrológicas de la humanidad han alterado los volúmenes de agua en el planeta, y con ello, la posición de los polos magnéticos.

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P. Fava
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El campo magnético de la Tierra está sufriendo alteraciones sin precedentes, y la huella del hombre se encuentra detrás. Los polos magnéticos de nuestro planeta han sufrido desplazamientos en eras pasadas, pero hallazgos recientes indican que hemos acumulado suficiente agua represada como para explicar parcialmente algunas fluctuaciones observadas.

El equipo de Natasha Valencic, geofísica de la Universidad de Harvard, ha calculado que las masas de agua concentradas en apenas 7.000 de las presas más grandes de la Tierra han desviado el eje de rotación en alrededor de un metro. Además, la acumulación de agua represada ha hecho caer 21 milímetros el nivel del mar, según la investigación publicada en Geophysical Research Letters.

“Al retener agua tras las presas, no solo se retira de los océanos provocando una caída global en el nivel del mar, sino que también se redistribuye la masa de una forma distinta alrededor del mundo”, explica Valencic. Esta alteración de masas puede afectar las posiciones de los polos magnéticos de la Tierra en relación con la superficie.

Las modificaciones en el peso que soporta la superficie terrestre por los desplazamientos de masa de agua acumulada -ya sea en macroembalses diseñados por el hombre, a causa del derretimiento de las masas glaciares o por la extracción de aguas subterráneas- reorientan su eje de rotación, explican los expertos.

Sin embargo, solo se desplaza la corteza externa de la Tierra mientras el núcleo que genera el campo magnético se mantiene necesariamente inmóvil. Esto es lo que hace que el norte magnético del planeta termine moviéndose aunque su situación en el espacio siga siendo la misma. Este fenómeno se llama desplazamiento polar.

Valencic y su equipo han determinado que el Polo Norte se ha desplazado en dos fases. De 1835 a 1954 se movió hacia el este en dirección a Rusia unos 20 centímetros a medida que se construían presas en Europa y Norteamérica. Luego se trasladó 57 centímetros hacia el oeste en dirección a Norteamérica entre 1954 y 2011, mientras se construían más presas en Asia y África Oriental.

"No vamos a ver una nueva era de hielo porque el polo se haya movido en total alrededor de un metro, pero sí tiene implicaciones para el nivel del mar", explica Valencic. Los investigadores han calculado que, hasta ahora, hemos represado una cuarta parte del aumento del nivel del mar en lo que va de siglo, aproximadamente 1,2 milímetros por año, tras las presas.

Los investigadores instan a tenerlo en cuenta en las estimaciones del aumento futuro del nivel del mar. "Dependiendo de dónde se construyan presas y embalses, la geometría va a cambiar", advierte Valencic. “Es algo a considerar, porque estos cambios pueden ser bastante grandes y significativos".

El desplazamiento de los polos magnéticos se suma a una lista cada vez mayor de fenómenos planetarios provocados inadvertidamente por la mano del hombre, incluyendo la reducción de las capas atmosféricas, la modificación de la circulación oceánica y la activación de volcanes por el derretimiento de los glaciares.