Tormenta eléctrica.

Tormenta eléctrica. Pexels.

Ciencia

Mueren 200 ovejas por un rayo en Lérida y los científicos alucinan con el suceso: "Aún hay restos y manchas de lo ocurrido"

Para los animales, un solo rayo tras una tormenta puede ser mortal, con descargas de hasta 1.000 millones de voltios que se extienden por el suelo.

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Tras una de las peores olas de calor que ha tenido nuestro país durante los últimos meses han llegado las lluvias, y con ellas tormentas y fuertes rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora.

Aunque esto ha sido un alivio para buena parte de España, también ha tenido sus estragos. Consecuencia de ello ha sido la pérdida de más de 200 ovejas en Vielha e Mijaran, en Vall d´Aran, Lérida, debido a un rayo.

El suceso ha dejado atónitos a los científicos. "El impacto fue inmediato: decenas quedaron tendidas en el camino, otras en las laderas próximas", detalló María Rivas, meteoróloga de eltiempo.es.

Según los informes, la culpable fue una tormenta eléctrica que descargó con tal fuerza que acabó con un rebaño entero.

"El personal del Conselh Generau d´Aran y los propios ganaderos comenzaron a retirar los cuerpos. Aun así, no todos los tramos han quedado limpios. Hay restos, manchas y señales de lo ocurrido", señala la experta.

¿Por qué un rayo puede ser tan letal?

Cuando un rayo golpea el suelo, la electricidad no se concentra en un único punto: se expande en todas direcciones como una ola invisible.

En apenas unas décimas de segundo puede liberar hasta 1.000 millones de voltios. Ese estallido convierte al terreno en un mosaico de cargas eléctricas.

Para los animales, especialmente el ganado, el riesgo es enorme. Su tamaño y la forma en que apoyan las patas hacen que la corriente atraviese fácilmente su cuerpo.

En cuestión de instantes, la electricidad viaja desde una pata a otra, afectando al corazón y al sistema nervioso.

El resultado es devastador: fibrilación cardíaca o paro respiratorio fulminante, tal y como sucedió en Lérida, causar la muerte.

De acuerdo con los expertos, algo muy diferente pasa con los humanos. Tras la descarga eléctrica, se tendrá una diferencia de voltaje entre nuestros pies, separados por unos 80 centímetros.

Esta corriente fluirá mayormente a través de nuestras piernas y abdomen, pero no pasaría por el corazón. En caso de impacto, las probabilidades de supervivencia son de un 70% aproximadamente, pero pueden quedar secuelas físicas y mentales que perdurarían por años.

Cómo protegerse de los rayos

Lo primero que hay que recordar es que el aire es el elemento conductor de la descarga eléctrica, y, por tanto, estar al aire libre durante una tormenta eléctrica es muy peligroso.

Según los expertos, la opción más segura es tratar de refugiarse en un sitio cubierto. En caso de no tener un lugar cercano con estas características, es importante evitar las cimas de montañas, árboles, farolas o cuerpos altos, lagos, estanques o piscinas y marquesinas o casetas de jardín.

En cambio, debemos acercarnos lo máximo posible al suelo, evitando ocupar demasiada superficie de contacto. Pero sobre todo, alejarnos de otras personas para evitar lesiones causadas por proximidad.