La piel en la madurez.

La piel en la madurez. Gtres

Ciencia

Científicos eliminan por vez primera el envejecimiento con células jóvenes: "Hemos logrado rejuvenecer la piel humana"

La transfusión de plasma sanguíneo puede renovar la producción de células de la dermis y producir colágeno si hay un elemento adicional presente.

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La búsqueda de la eterna juventud ha llevado a extremos que rozan los argumentos de las novelas de terror y las películas de ciencia ficción. Como Dráculas modernos, en ciertos círculos ha cundido la moda de las transfusiones de sangre de personas jóvenes como cura de rejuvenecimiento, aunque la ciencia no lo avale.

En otras ficciones, como en la serie Los 100, es la médula ósea la que contiene los poderes curativos que, en este caso, protegían contra la radiación que azotaba el mundo. Ahora, un estudio publicado en la revista Aging apunta a que ambos elementos no son tan descabellados, aunque en un contexto mucho menos truculento.

La sangre y médula ósea de personas jóvenes tendrían efectivamente la capacidad de rejuvenecer la piel añosa, según ha demostrado un ensayo con un modelo de piel humana. La clave estaría en sintetizar un suero con ambos elementos.

En este estudio, llevado a cabo por Johanna Ritter y Elke Rönninger, de Beiersdorf AG (Hamburgo), se apunta que los componentes del suero sanguíneo humano joven solo tienen efecto regenerativo cuando también están presentes células de la médula ósea.

Esta nueva investigación exploró cómo los factores presentes en la sangre joven podrían influir en el rejuvenecimiento específico de la piel. En estudios previos ya se demostró que la sangre joven tendría efectos a dicho nivel en animales, pero únicamente cuando comparten sistema circulatorio, una cirugía extrema que se reserva únicamente para la experimentación.

Así, mediante un sistema avanzado que imita la circulación humana, los investigadores conectaron un modelo 3D de piel con un modelo 3D de médula ósea. En este caso, el suero humano joven por sí solo no fue suficiente para rejuvenecer la piel. Sin embargo, en presencia de células de médula ósea, estos factores del suero sí modificaron la actividad celular, logrando la producción de proteínas que rejuvenecieron el tejido cutáneo así como de colágeno.

"Curiosamente, detectamos un aumento significativo de células Ki67 positivas en el modelo de piel dinámica cultivada con el modelo de médula ósea y suero joven, en comparación con el modelo cultivado de médula ósea y suero viejo, lo que indica una mejor capacidad regenerativa del tejido", explican las investigadoras

En un análisis más detallado se objetivó que el suero joven estimularía la médula ósea para producir un grupo de 55 proteínas, 7 de las cuales demostraron capacidad para impulsar la renovación celular, la producción de colágeno y otras características asociadas con una piel joven.

Estas proteínas incluirían factores que mejorarían la producción de energía celular y reducirían los signos de envejecimiento. Sin embargo, sin la interacción entre las células de la piel y la médula ósea, estos efectos rejuvenecedores no se producirían.

De hecho, este estudio explicaría por qué en experimentos previos con ratones, donde animales jóvenes y viejos compartían sangre mediante parabiosis, mostraban rejuvenecimiento en todos los órganos. Las células derivadas de la médula ósea serían mensajeros cruciales que transformarían las señales de la sangre en efectos en otros tejidos, incluyendo la piel.

De momento cabe recordar que este es un estudio preclínico y no existen ensayos en humanos, pero sería un punto de partida para elaborar nuevas estrategias en medicina regenerativa y cuidado de la piel. Al identificar proteínas específicas capaces de transmitir estas señales rejuvenecedoras, sería posible elaborar una nueva forma de abordar los cambios relacionados con la edad.

Pero, como siempre, será necesario continuar investigando, especialmente para corroborar estos efectos en humanos y cerciorarse de que estas proteínas puedan usarse de forma segura y eficaz en futura terapias.