María Blasco, directora científica del CNIO.

María Blasco, directora científica del CNIO. EFE/Chema Moya

Ciencia

María Blasco mantiene una guerra abierta contra el gerente del CNIO: "Hay situaciones de maltrato. Lo llamó 'machirulo'"

En el centro es 'vox populi' que gerencia y dirección científica están enfrentadas.

Más información: María Blasco, la notable científica a la que investiga el Gobierno por mala gestión y abuso de poder en el CNIO

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"Las cuentas no las elaboro yo, las elabora el director gerente". "Yo no tengo poder de firma, no puedo hacer ningún contrato". "No sé si la gerencia los defiende", en relación a los fondos que recibe el CNIO de los Presupuestos Generales del Estado.

En las entrevistas que ha dado en las últimas semanas la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco, ha dejado claro que ella no puede responsabilizarse de los problemas que está viviendo el que fuera buque insignia de la investigación biomédica española, que han llevado a su patronato a suspender las cuentas para 2025 y la actividad de CNIO Arte, y que se reunirá este 29 de enero para tomar una decisión sobre el rumbo del centro.

La falta de financiación, la escasez de recursos materiales para investigar, la precariedad en los salarios del personal, etc. serían, según Blasco, responsabilidad de la gerencia del centro. Ella se lava las manos.

Una fuente del comité de empresa del CNIO rebate ese argumento y explica que, en su momento, se le pidió solventar la desigualdad salarial de las personas que llevaban más tiempo en el centro, cuyos sueldos están por debajo de los que entraron después a pesar de llevar más de diez años allí.

"Solo tuvimos apoyo del gerente y, cuando le dijimos a la directora que podría usar el mecanismo que permiten los Presupuestos Generales del Estado para usar la tasa de reposición para subir los salarios más bajos, o para conseguir reclasificar al personal que realizaba funciones superiores a sus puestos actuales, siempre se negó".

La tasa de reposición es el mecanismo que señalaba la proporción entre salidas de trabajadores y nuevas entradas que se utilizó durante la crisis económica para limitar la entrada de nuevos empleados públicos. "La autorizó para subir el sueldo a investigadores de grupos amigos".

Varias personas con las que ha hablado EL ESPAÑOL confirman que Blasco y el gerente, Juan Arroyo, "están enfrentados", y eso se traslada a la plantilla del centro.

De hecho, cada una de las facciones está intentando recabar firmas en apoyo a sendas cartas dirigidas al Ministerio de Ciencia y el patronato del CNIO.

Arroyo es Inspector de Finanzas del Estado y profesor de Economía Financiera en la Universidad Carlos III de Madrid. Se incorporó al centro en 2002 y desde 2009 es director gerente. Este periódico ha intentado ponerse en contacto con él sin éxito.

La mala relación entre Blasco y Arroyo ha llevado a la primera, según fuentes del comité de empresa, a "excluir la participación del gerente de todos los foros".

"Que 'machirulo' conste en acta"

Incluso se ha dado el caso, explica, de "presenciar situaciones de maltrato de la directora al gerente. En concreto, una de las situaciones se dio durante la negociación del plan de igualdad. La directora se negó a que aparecieran los puestos alta dirección y que se incluyeran en la auditoría retributiva".

"El gerente", continúa, "indicó que tenían que estar en el informe y ella, indignada, entre otras lindezas y con muy mal tono, le llamó machirulo. El gerente pidió que tal hecho quedase reflejado en el acta de dicha reunión".

Desde el CNIO remiten a los estatutos de la entidad para clarificar cualquier duda respecto a las funciones de la dirección científica y la gerencia.

La situación de Blasco en el CNIO está en entredicho más allá de los problemas económicos y de su pelea con el gerente. La encuesta de evaluación de factores psicosociales en el centro revelaba que muchos trabajadores viven con un alto nivel de violencia psicológica, episodios de discriminación y acoso sexual.

Por ejemplo, el 41,7% de los responsables de área afirmaba vivir violencia psicológica con frecuencia, y el 8,3% de forma constante. El 17% de los ayudantes de investigación predoctoral afirma haber sufrido acoso sexual de forma esporádica, mientras que el 8,3% de los investigadores postdoctorales viven a menudo situaciones de discriminación.

Aunque en las entrevistas que ha dado en las últimas semanas Blasco afirma desconocer las quejas por mal ambiente y autoritarismo en el CNIO, fuentes del centro explican que, en realidad, su directora ha hecho oídos sordos a la "búsqueda de soluciones" y que muchas de las denuncias y quejas van directamente contra ella. Este viernes el diario ABC recoge una decena de estas denuncias.

De hecho, el Gobierno encargó una investigación por presunto acoso laboral y abuso de poder de Blasco tras haber escrito a varios investigadores que criticaron las declaraciones pseudocientíficas de una de las artistas que trabajó para el programa CNIO Arte.

Como consecuencia del mal ambiente, la precariedad y la falta de financiación, algunos de los científicos más prestigiosos de la institución la han ido abandonando a lo largo de los últimos años.

Como una pescadilla que se muerde la cola, esto ha repercutido en las cuentas del centro, pues, afirman fuentes del mismo, eran personas que traían financiación externa. Además, su marcha ha impactado en el ranking del centro en las clasificaciones de excelencia científica.

El ranking Nature Index (elaborado por el grupo editor de la famosa revista científica) ha reflejado una caída de 129 puestos en los últimos siete años, mientras que el Scimago Institution Ranking ha visto descender el CNIO desde el puesto 12 al 27 entre los centros de investigación biomédica de Europa Occidental desde que Blasco es su directora.