Mire el calendario. Exactamente queda un mes para la famosa cena de Nochebuena. Para bien o para mal la noche más especial del año. Aunque todo parecía indicar que sería una Navidad como las de antes, la sexta ola ha aterrizado de pleno en Castilla y León y eso puede acarrear que llegue de nuevo con restricciones. A falta de noticias, las familias ya comienzan a pensar en el menú del 24 de diciembre, y por supuesto, solo hay una expresión para calificarlo “¡qué caro está todo”. Y es cierto.

La tormenta perfecta se está produciendo y una visita por el mercado sirve para comprobar que todo ha subido. La subida de la luz, el aumento del precio de la materia prima, la crisis de desabastecimiento y el IPC se conjugan para provocar que hacer cálculos para esa noche se haya convertido en una misión imposible. Y al final, el bolsillo del consumidor es donde repercute.

Si comparamos los precios de la prenavidad 2021 con los del año pasado vemos que en su conjunto son bastantes más caros. Una visita al céntrico mercado del Val en Valladolid lo certifica. Además, el miedo a que los precios de los alimentos continúen la escalada de las últimas semanas ha provocado que los castellanos y leoneses adelanten más que nunca las compras para Navidad. Vamos a analizar la lista de la compra.

El precio del lechazo, el rey de las cenas en Castilla, sigue en aumento. Este periódico ya adelantó hace un mes que estaba disparado, y así sigue siendo. La escasez, una mayor demanda y el aumento de costes de producción han provocado una subida del 50% en los lineales respecto a las mismas fechas del año pasado. Hace un año se podía conseguir el precio entre 8,50 y 9,50 euros por kilo, este año se ha disparado hasta los 18.90 euros. Si opta por menos cantidad, la pierna tiene un precio de 13,50 euros. Según los carniceros los precios están “aproximadamente un 25% más caro” que el pasado año y ya advierten de que “subirá, como lo hace todos los años”. Pero en esta ocasión, “algo más por las circunstancias”.

Precio de carnes

Para los que no les guste tanto el lechazo también pueden optar por el cochinillo de Arévalo que está a 14,90 euros por kilo. Por su parte, el tostón en este momento cuesta 11 euros el kilo. Mientras que la presa ibérica alcanza los 22,90 euros. Más carne. Pues un solomillo de cerdo ibérico por 12 euros. Y uno de culón asturiano, una carne que “se hace agua en la boca”, está a 40 euros. El cabrito, muy habitual en las cenas salmantinas, se vende sobre unos 15 euros. Por último, el pollo sigue siendo el más económico para estos días con un precio por debajo de los 4 euros.

Lechazo de Castilla y León

Y aunque todavía es pronto, quizás pueda valer para hacerse una idea, las famosas uvas blancas de Nochevieja tienen un precio de 3,75 euros por kilo. Habrá que comprobar su subida hasta ese día.

¿Y qué ocurre con el pescado y el marisco?

Un mostrador repleto de pescado y marisco, todo muy apetecible, y María del Carmen ya sabe lo que cenará ese día, pero lo congela. “Calculo que puedo ahorrar un 30% comprándolo ahora”, admite. Y apuesta por un besugo cuyo precio es ahora de 39,80 euros. Y ya apuntan que en Navidad podría superar el doble de esta cantidad. Si se opta por un rape hay que abonar 29,30 euros, mientras que por un rodaballo, 28,80 euros. En este aspecto los pescadores del Val reconocen que están “algo más caros” que en otros años. Las previsiones son muy dudosas porque dependerá de la situación de la mar. La recomendación de los pescadores es que se congele. “Ya sabemos que no sabrá igual, pero el precio se va a notar mucho”, explica la pescadera Juli.

pescaderia

Por su parte, el marisco también se encuentra en unos precios no aptos para todos los bolsillos. El famoso carabinero se ha disparado hasta los 89 euros, mientras que el precio del percebe es de 69,90 euros. “Estas cosas ya se saben que son siempre muy caras”, apunta Caridad, una consumidora fiel de los mercados vallisoletanos.

Compras de pescado en el mercado

Con todo esto, es muy probable que esta Nochebuena más de una familia de Castilla y León apueste por la cena más añorada “unos huevos con patatas y chorizo”.