El pasado viernes, 21 de octubre, a eso de las 17.37 horas de la tarde, el Ayuntamiento de Peñafiel realizaba, a través de sus redes sociales, un aviso urgente. El consistorio alertaba de la presencia de un toro suelto que podría encontrarse en los términos municipales de Castrillo de Duero y Cuevas de Provanco. Rogaban extremar las precauciones y avisar al 112 si veían al animal y pedían además difusión para que el mensaje llegara a todas las personas que viven en Peñafiel y comarca.

El caso no finalizó aquí.  Una semana después, el pasado viernes también por la tarde y a eso de las 20.05 horas del 28 de octubre, el Ayuntamiento de Peñafiel volvía a alertar de la presencia del animal pero esta vez en el mismo municipio y volvían a pedir extremar las precauciones y avisar al 112 en caso de ver al toro.

En declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Roberto Díez, el alcalde de la bella localidad vallisoletana de Peñafiel, a unos 45 minutos de la capital del Pisuerga en coche, nos confirmaba que “no habían podido dar caza al toro” que, en principio, había vuelto a Castrillo de Duero.

Castrillo se ubica a escasos 11 kilómetros de Peñafiel. Un pueblo que cuenta en la actualidad con 103 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística a fecha de 1 de enero de este año. Pertenece a la provincia de Valladolid, no como el otro municipio en el que presuntamente podría encontrarse el animal: Cuevas de Provanco, que sin embargo está pegando a las provincias pucelana y burgalesa, pese a pertenecer a la segoviana.

Mónica Lucas Freire, alcaldesa de Castrillo de Duero, facilita a este periódico una foto del animal y nos cuenta toda la historia, de principio a fin, desde que hace más de dos semanas se empezó a escuchar por las calles del lugar que había un toro suelto.

Primero fue un chico que bajaba de Cuevas de Provanco y que llegaba hasta Castrillo. “Dijo que se le había cruzado un toro en la cuneta a la entrada del pueblo. Después un agricultor que aseguraba que también tenía constancia de haberlo visto”, asegura la alcaldesa en declaraciones a este periódico.

Tras esto, que se produjo hace más de quince días, Mónica llamó a la Guardia Civil que le confirmó, según sus palabras, que “una patrulla del Seprona estaba al tanto de que un toro o una vaca brava andaba suelta por la zona”.

EL ESPAÑOL de Castilla y León ha hablado con el Servicio de Emergencias 112 para saber si consta alguna llamada desde ese 21 de octubre alertando del avistamiento del animal, asegurando que, a fecha de este lunes, 1 de noviembre, no consta ninguna.

Sin embargo, hay preocupación en esa zona que comprende los términos municipales de Peñafiel, Castrillo de Duero y Cuevas de Provanco. A nadie le haría gracia, claro está, encontrarse con uno de estos animales con cuernos y cientos de kilos.

La alcaldesa de Castrillo afirma que, de momento y desde el Seprona “no me han comunicado que lo hayan capturado. Les dije que me avisaran para publicar un bando municipal. Hay gente que tiene miedo y esperamos que esto finalice cuanto antes”.

El misterio del toro suelto por la provincia de Valladolid continúa, a la espera de su resolución.