Tomás Burgos, en su época como secretario de Estado de la Seguridad Social.

Tomás Burgos, en su época como secretario de Estado de la Seguridad Social.

Región

El vallisoletano Tomás Burgos, de cuasi médico a mano derecha del triunfador Juanma Moreno

El político del PP, después de salir por la puerta de atrás en Castilla y León, se ha convertido en pilar básico del presidente de la Junta desde su puesto de secretario general de Presidencia 

20 junio, 2022 17:02

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Juanma Moreno Bonilla es el hombre del momento. Su triunfo aplastante en las elecciones autonómicas de Andalucía ha permitido un resurgir del Partido Popular, un hundimiento del PSOE y Podemos, el estancamiento de Vox y la desaparición de Ciudadanos. Sin embargo, detrás del presidente de la Junta de Andalucía hay un grupo de trabajo, sus hombres y mujeres de confianza, donde se encuentra el vallisoletano Tomas Burgos (1962).

Apenas se la ha visto en las fotos de la celebración, pero se ha convertido en los últimos años en la mano derecha de Moreno y es parte del histórico resultado en Andalucía. El vallisoletano tiene un amplio currículum en política tanto en Valladolid como en Castilla y León, aunque llevaba en tierras andaluzas desde 2019 trabajando en el Palacio de San Telmo. Su cargo, de confianza de Elías Bendodo, es el de secretario general de Presidencia y Jefe de Gabinete. Es decir, la persona que se encargue de que todo funcione correctamente la Junta. Las competencias de Burgos consisten, entre otras, en asesorar al presidente de la Junta y en realizar análisis y estudios que faciliten la acción del Gobierno y las relaciones de carácter institucional. Esos estudios le dijeron que adelantar las elecciones a junio era una nueva operación y así se ha confirmado. Lo que viene a denominarse en política, "un fontanero". La página de la web de la Junta informa de que su sueldo es de 64.638 euros.

El problema del CV

Lo curioso es que este viaje a Andalucía fue una especie de destierro que ha salido a la perfección. Ya que hay que recordar que cuando fue nombrado secretario de Estado y en la referencia oficial del Consejo de se podía leer en su currículum: “es médico y experto en gestión sanitaria”. Además, en su biografía en la página web del Congreso de los Diputados señalaba “Medicina y Cirugía. Universidad de Valladolid”.

En su primera ficha para el Congreso -1993- coló una “licenciatura en Medicina” que no tiene. Mantendrá la mentira durante tres legislaturas, hasta 2004, cuando la hizo desaparecer. En 2011 llenará el vacío con una media verdad: “Medicina y cirugía”. Fue el primer gran alto cargo del PP en someter su currículum a una liposucción, luego llegaron otros.

Junto a Burgos se encuentra el núcleo duro y de confianza del malagueño como Sebastián Torres, quien ocupa el cargo de Director de Comunicación en la Junta de Andalucía desde 2019, o Loles López la número dos del PP en Andalucía.

Fue además diputado nacional por Valladolid entre 1993 y 2012, desde la V a la X legislatura, periodo en el que asumió múltiples funciones. A esto se suma que Burgos Gallego fue ponente de la renovación del Pacto de Toledo donde se debatieron las famosas pensiones.

Este nombramiento dio mucho que hablar en su día, sobre todo para la oposición que criticó a Moreno Bonilla y Elías Bendodo de usar el Gobierno andaluz como asilo para amigos “sorayistas” sin tener relación con la comunidad. Hoy, con la mayoría absoluta entre manos, Tomás Burgos elude los focos, pero es consciente de que parte de ese éxito es suyo.