El hospital de Salamanca es como una ciudad dentro de un edificio con miles de personas en su interior cada día. Pacientes y trabajadores sanitarios mantienen una constante interacción con el mismo objetivo, curar a los enfermos. Pero no siempre es sencillo y el proceso puede suponer una exacerbada angustia. Más en pacientes con cáncer. Para ayudarles en todo momento durante este trance hay personas dedicadas en cuerpo y alma dentro del complejo hospitalario. En el caso de la Unidad de Patología Mamaria está la gestora de casos y la enfermera coordinadora, Asunción Herrero.

Es el enlace entre las pacientes y los cirujanos de mama, el engranaje que une todas las piezas de la unidad para que todo esté en orden, acompañándolas desde el momento del diagnóstico. Cuando una mujer es diagnosticada de un cáncer de mama, Asun es la voz que orienta y tranquiliza, organizando todas las pruebas complementarias.

El objetivo principal es acelerar todo el proceso para que la operación sea lo antes posible. “Cuando una persona viene a la consulta y es diagnosticada de cáncer, para ella supone un alivio tener a alguien que la acompañe. La espera se puede hacer muy larga”, explica. Además de gestionar administrativamente su caso, es también un apoyo psicológico, resolviendo las dudas sobre la intervención, “empatizas con las pacientes y les ofreces una atención personalizada, informando sobre las fases del proceso oncológico, existiendo un apoyo psicológico para las pacientes que lo soliciten y necesiten”.

Una vez diagnosticada la paciente, es presentado el caso al comité de tumores para su estudio. Aprobada la actitud terapéutica, bien intervención quirúrgica o tratamiento con quimioterapia neoadyuvante, la gestora de casos contacta con la paciente para informar de la decisión, y el día y hora de la operación. Una vez operada, lleva a cabo los cuidados postoperatorios, ofreciendo consejos para el día a día. Además lleva a cabo el microtatuaje del complejo areola-pezón mediante técnica y efecto 3D cuando es extirpado.

También se encarga del control de todas las pacientes recién diagnosticadas de cáncer de mama, siendo aproximadamente 220 pacientes operadas al año, sin olvidarnos de las patologías sospechosas y benignas. De la precisión de cuidados a los cuidados imprescindibles, el apoyo para las mujeres con cáncer de mama en sus momentos más duros en el hospital de Salamanca.