Venimos de unos días en los que varios políticos han sacado la cara por Santos Cerdán. Desde Zapatero hasta Pedro Sánchez, pasando por Bolaños, Patxi López o María Jesús Montero. Los que a Cerdán le pasaban la mano por encima, luego la ponían por debajo, o eso parece. Y es que ya se dice que se conoce a la pareja en el divorcio (qué bien te viene esto, Begoña), a los hermanos en la herencia (en vida en este caso), a los amigos en las dificultades y a los socios en las crisis. Hoy Pedro tiene un poco de crisis y un poco de que se pongan las cosas complicadas.

Para el descaro y la ridícula ironía a la que nos tiene acostumbrados el presidente del Gobierno, ha tenido que ser duro pedir perdón delante de las cámaras. Lo primero que ha hecho ha sido quitarse el muerto de encima -qué amigo ni qué amigo- y desvincularse de una de sus personas de mayor confianza. Es duro cuando te la juega alguien de tu propio equipo, pero tampoco es que lo hayamos visto muy sorprendido, ni siquiera afligido o decepcionado.

Ha sido como cuando la liabas de crío, te pillaba tu madre y automáticamente echabas la culpa a tu hermano pequeño “uy, nos han pillado, ha sido Santos”. Un perdón con la boca pequeña, pero si al Emérito le funcionó, por qué no probar. No va a ser él menos.

Entre tanto, uno de sus socios, Rufián, afirmaba la retirada del apoyo no solo de ERC, sino también del resto de independentistas si se demuestra que el gobierno haya robado “a manos llenas”. Vaya. Sorpresa. Veremos la concesión que se van a llevar los catalanes después de esto, tienen que estar frotándose las manos con razón.

Aún con todo, Pedro ha sacado pecho diciendo que el PSOE es una organización seria.

¿La auditoría externa que van a contratar también va a tener en cuenta los papeles en los que escribían las mordidas que se repartían entre Koldo, Ábalos y Cerdán?

Una organización seria con amaños en las primarias y comisiones por irregularidades en contratación pública. Ahora la UCO pide registrar la Moncloa y señala a Sánchez de ser conocedor de los enchufes de las queridas de sus amigos en empresas públicas. Más que una organización seria es una organización criminal. Con la mitad del partido siendo investigados, supongo que Pedro ha aprendido de Stalin, “un muerto es una tragedia, un millón de muertos es una estadística”.