El sector agroalimentario demostró su fortaleza durante la pandemia y reinvidicó su papel estratégico más allá del mero hecho de ser el que produce los alimentos con los que se abastece a la población. Sólo en Castilla y León representa el 5% del PIB regional. 

Buena parte del sector lo componen las empresas cooperativas, representadas por la Unión Regional de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla y León (Urcacyl), quienes han hecho público hoy los datos relativos a la campaña de comercialización 2019/2020, y del que destaca su crecimiento en un 18% en los últimos cuatro años.

Este informe refleja que estas empresas facturaron un 1,3% más que en la anterior campaña, con un total cercano a los tres millones de euros, a pesar de las dificultades comerciales que se derivaron de la irrupción de la pandemia, sobre todo en los sectores cárnios y del vino.

Se consolida así el crecimiento continuo del cooperativismo, que en su Plan Estratégico trabaja desde hace años por empresas más dimensionadas y profesionalizadas, que incrementen su volumen de comercialización, en inversiones, tecnología y digitalización, y que prestan mayores servicios a sus socios agricultores y ganaderos.

Hay que tener en cuenta que en la campaña 2016/2017 estas cooperativas facturaban en la región 2.460 millones de euros, en la de 2017/2018 alcanzaron los 2.553 millones de euros y en la de 2018/2019 llegaron a los 2.866 millones de euros.

Urcacyl considera que este continuo crecimiento de las cooperativas viene siendo paralelo al que experimentan sus socios, que, si bien cada vez son menos, tienen una mayor formación y disponen de explotaciones más dimensionadas, más competitivas y con mayor tecnología.

Zamora es la provincia que más factura

La provincia con mayor facturación en el cooperativismo es lZamora (19%), seguida de Valladolid (18%) y Palencia (16%); y los sectores con mayor incidencia en el cooperativismo son los de cultivos herbáceos con un 23% de la facturación, seguido por piensos (19%), suministros (17%) y ovino (10%).

Desde Urcacyl se consideran cooperativas representativas aquellas que operan de forma continua en el mercado y disponen de un volumen considerado de socios, de personal contratado y de actividad, independientemente de su facturación. En este sentido la región cuenta con 150 empresas asociativas.

De las 563 cooperativas agroalimentarias inscritas en los correspondientes registros, el 70% de las mismas no disponen de instalaciones abiertas a los socios durante todo el año, o no tienen contratado personal fijo por cuenta ajena. Y de las 557 existentes de Explotación Comunitaria de la Tierra, el 90% son de carácter familiar.

A nivel social cabe destacar que el número de socios agricultores y ganaderos cooperativistas asciende a 39.516; de ellos el 71% son de mayores de 40 años, el 10% de menores de 40 años y el 19% es de mujeres.

Esfuerzo por incorporar a la mujer

En lo que respecta a la contratación, de las 3.359 personas que trabajan de forma fija el 30,4% está formado por mujeres y el 69,6% por varones. Estos datos son significativos en lo que se refiere a la igualdad en las contrataciones y más teniendo en cuenta que en algunas labores como las de almaceneros y transportistas juega un papel importante la fuerza física.

En los órganos de gobierno de las cooperativas y concretamente en sus Consejos Rectores es de destacar que la presencia de mujeres es de sólo un 7% y la de jóvenes menores de 40 años es de un 9%.

En este sentido, Urcacyl trabaja por conseguir una mayor participación de jóvenes y mujeres en las cooperativas. Esta organización destaca las medidas arbitradas por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural para facilitar la incorporación de socios jóvenes y mujeres a las cooperativas, con ayudas tanto en el momento de incorporarse al sector, que si lo hacen a través de una Entidad Asociativa Prioritaria perciben 10.000 euros a mayores, como al ingresar como socio en la cooperativa que recibirán una ayuda del 50% de sus aportaciones a capital social.