David Pascual: de enamorar al público con su historia a ser el gran estratega de ‘MasterChef’

David Pascual: de enamorar al público con su historia a ser el gran estratega de ‘MasterChef’

Bluper TELEVISIÓN

David Pascual: de enamorar al público con su historia a ser el gran estratega de ‘MasterChef’

La pasada semana este aspirante asturiano intentó confundir a su compañera Verónica para que fallase en la prueba de eliminación.

27 junio, 2022 01:03

El asturiano David Pascual es uno de los rivales más fuertes de la actual edición de MasterChef. Y también uno de los que el público había podido coger más cariño, pues él ha contado sin cortapisas su historia personal desde el primer día. David fue un bala perdida durante muchos años, estuvo metido en la droga, con una gran dependencia hacia la cocaína, pero logró retomar las riendas de su vida. Y quiso entrar en MasterChef para buscar una nueva oportunidad y lograr un futuro prometedor que, en ocasiones, pensó que no se merecía.

Tienes una deuda con esa gente que ha estado detrás, pero eres muy joven y tienes también un futuro esplendoroso. Yo te voy a dar esa oportunidad, ¡aprovéchala! Te lo mereces. Te vas a comer el mundo y yo quiero que te lo comas con nosotros”, le dijo Pepe Rodríguez en aquel casting final, justo antes de darle el delantal que le convertía en concursante de pleno derecho.

Semana a semana ha ido creciendo. No ha dado la sensación de ser uno de esos aspirantes que entra con todo aprendido, sino de los que hace sus deberes cuando las cámaras se apagan en la famosa escuela online. De forma paralela, poco a poco ha permitido al público conocer más los episodios oscuros de su pasado y las secuelas que le ha dejado. Por ejemplo, la pasada semana reveló que no tiene muy buen olfato por el consumo de cocaína tan elevado de aquella época que ya dejó atrás.

Como decimos, David es uno de los aspirantes más fuertes, y un potencial finalista. El día que los jueces entregaron tres pines de la inmunidad a los que mejor realizasen la prueba inicial, David fue uno de los ganadores, junto a María Lo y Verónica.

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Y precisamente, con Verónica, ha sido con quien David ha sacado su lado más estratega, dejando bastante manchada su imagen. La pasada semana, en la prueba de eliminación, los jueces se sacaron de la chistera una de esos retos que desconciertan a todos, con un cambio de reglas. Cada uno de los cocineros que estaban en la cuerda floja debían elaborar un plato, que sería guiado por uno de los aspirantes que se habían conseguido salvar.

Patri, que fue la mejor en la prueba de exteriores, fue la encargada de hacer las parejas, y unió a Verónica (con la que tiene mala relación) con David. El asturiano entonces usó su posición privilegiada para apretarle las tuercas a Verónica, que todavía conservaba ese pin de la inmunidad, cosa que ni él ni María Lo retenían, pues lo entregaron voluntariamente semanas atrás.

El juego de David consistió en dar indicaciones inútiles a Verónica, para que hiciese preparaciones que no servían para nada y perdiese el tiempo. Solo cuando la cuenta atrás comenzó a ser apretada empezó a decir las cosas tal y como correspondían, sin trampa ni cartón.

Ese movimiento desconcertó a Verónica, que ya sabía que no se podía fiar de sus compañeros. “No me gusta el rollo, no disfruto de esta competición así. Así de sucio, así de mal. ¿Cómo me voy a fiar de mis compañeros si desde que tengo el pin siento que tengo un grupo en contra de mí?”, lamentaba la publicista salmantina. A pesar de todo, Vero no quiso entregar el pin, y estuvo cerca de ser eliminada, pero quien tuvo que abandonar las cocinas (¡por fin!) fue el bombero Luismi.

Ahora David tiene un doble trabajo en lo que le queda por delante de MasterChef. Por un lado, seguir haciendo platos y elaboraciones sobresalientes, según la prueba. Por otro, tiene que limpiar su imagen, que fue muy criticada (y con razón) por los espectadores, tal como se podía comprobar a través de las redes sociales. Él se arrepintió, eso quedó recogido por las cámaras del programa. “Me sabe mal verla así. Mi intención nunca ha sido en contra de ella; ha sido quitarle el pin”, dijo, palabras que para Vero, al menos, fueron algo parecido a una disculpa, pero que para muchos seguidores resultó insuficiente.

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¿Es lícito que David confundiese a Verónica para verla tropezar y perdiese al fin ese escudo, esa inmunidad tan codiciada? Sí, las leyes del juego así lo permiten. Pero moralmente su actitud fue muy reprochable, con una competitividad que se dibujaba de lo más insana.

Si Verónica, después de guardarse el pin, hubiese sido la eliminada, la imagen de David habría quedado ensuciada para siempre. Al nivel de Naomi Smalls eliminando a Manila Luzon en RuPaul’s Drag Race All Stars. Pero para su fortuna, todavía puede rectificar, disculparse con Vero y apostar por otro tipo de competición, en la que sobresalga porque es el mejor, no porque sus compañeros caigan tras sus zancadillas.