Bolaños
La "Justicia" de Bolaños: ¿independiente o servil?
Las reformas judiciales impulsadas por el Gobierno de España, con el ministro Félix Bolaños a la cabeza, han encendido las alarmas en gran parte de la judicatura. La gran mayoría de jueces y fiscales, con la ausencia de pertenecientes a asociaciones "progresistas", alertan del riesgo de una "justicia sectaria y politizada", lo que está generando un intenso pulso entre el Ejecutivo y el Poder Judicial, y una profunda indignación de la ciudadanía más comprometida con los valores democráticos y con los derivados de un Estado de Derecho, que observamos con estupor e impotencia.
Las principales críticas se concentran en:
-Cambios en el acceso a la carrera judicial y fiscal: La eliminación de pruebas teóricas clave y su sustitución por exámenes prácticos son vistas como un riesgo de "politización encubierta" y una bajada del nivel de exigencia, comprometiendo la imparcialidad.
-La Ley de Amnistía: Recientemente avalada por el Tribunal Constitucional, sigue siendo un foco de controversia, considerando que debería ser un órgano independiente, aún no formando parte de la estructura del Poder Judicial ordinario. A pesar del fallo, la división del propio TC y la percepción de que la ley fue diseñada para beneficiar a actores políticos específicos, mantienen la sospecha de una vulneración de la igualdad ante la ley y la independencia judicial.
Además, la ley ha suscitado la preocupación de diversas instituciones europeas, por su impacto en el Estado de Derecho en España, al socavar la separación de poderes y la seguridad jurídica, por no estar diseñada con el máximo consenso y haber sido redactada por los propios beneficiarios, que no han expresado el más mínimo arrepentimiento, más bien al contrario al cargar contra el Tribunal Supremo.
-Aumento de poder del fiscal general: Se teme que el incremento de las competencias del fiscal general del Estado, nombrado por el Gobierno, debilite la autonomía del Ministerio Fiscal, contraviniendo recomendaciones europeas.
-Descalificación a los jueces: Las declaraciones del ministro Bolaños, sugiriendo que los jueces y fiscales críticos no han leído el proyecto de ley o exigiéndoles que lo hagan, han sido consideradas "inauditas" y una falta de respeto a la profesionalidad e independencia de la judicatura. Esto agudiza la percepción de injerencia del Ejecutivo.
En este contexto de tensión, las asociaciones independientes de jueces y fiscales se han manifestado, utilizando lemas contundentes como "Sin Estado de Derecho, no hay democracia" y exigiendo "que la política saque sus manos de la judicatura y de la Fiscalía".
En un momento de creciente desánimo ciudadano, cansado de la corrupción política y la tensión institucional, estas reformas y la confrontación que generan ahondan la preocupación por una posible deriva autocrática. La sociedad demanda una Justicia que sea, ante todo, independiente, imparcial y eficaz, y teme que estos movimientos erosionen la confianza en pilares fundamentales del Estado de Derecho.
En conclusión, la gran pregunta que se cierne sobre la Justicia en España es precisamente esta: ¿conducirán las reformas impulsadas por el ministro Bolaños a una judicatura verdaderamente independiente y modernizada, o se encaminará hacia una Justicia percibida como servil a los intereses políticos? La respuesta a esta interrogante definirá en gran medida la calidad democrática del país en los próximos años.