Imagen de un quiosco de prensa en Madrid.

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Que te importe lo que me importa

Manuel Ruiz del Campo
Publicada

La aguja de las doce no cae exactamente donde el número está impreso. Entiendo que pueda parecer una bobada, un detalle sin mucha importancia; pero es que la aguja de los minutos no cae exactamente donde están los números.

Sí, sé que es un detalle menor, ¿un milímetro?¿Milímetro y medio?

Pero es que debería coincidir la punta, justo la punta de la aguja con ese pequeño espacio que hay entre el uno y el dos, ahí, en el número doce.

Sé que sólo es un reloj. Yo lo sé. Pero…. debería ser exacto. Y por un milímetro, o dos a lo sumo, no lo es para nada. Es muy disruptivo mentalmente. Es molesto, ¿entiende?

Yo lo veo y no puedo comprender. Sé que los hay mas caros, pero este no es de los más baratos tampoco. Pues yo lo veo y no coincide. Y sé que no va a coincidir nunca. Es impreciso. Agota verlo.

Yo no soy una persona obsesiva-compulsiva, soy muy normal y sé que los pequeños desajustes son  normales. Pero no puedo aceptar que no tengan remedio. Por lo menos, que se me devuelva el dinero. Aunque, como dice usted, está dentro de los límites que la marca entiende aceptables y he tardado mas de quince días en traer el reloj de vuelta.

Es verdad que quince días son suficientes para saber si estoy satisfecho o no. Y de verdad, se lo juro, estoy, de manera general, muy satisfecho con el reloj. Pero es que ese milímetro o milímetro y medio, o dos milímetros, como mucho, se me están haciendo un poco insoportables.

Parezco un paranoico, yo lo entiendo. Y más si vemos otras cosas como … no sé, sólo abrir un periódico, quizá deberían darme más ansiedad que ese milímetro o milímetro y medio. Miles de desgracias, problemas, decesos, tragedias, historias motivadoras….

En cambio yo llevo, que le voy a decir, seis o siete días muy preocupado por ese milímetro o milímetro y medio. He llegado a pensar que se va a ir ajustando poco a poco porque el reloj no es de los baratos baratos. Es hasta más caro que la media. Pero no se ajusta, sigue igual, parece que incluso ese milímetro o milímetro y medio se va a convertir en dos, o, peor aún, tres o vete a saber si en quince días ya no coincide en cuatro o cinco milímetros, espérese usted un mes o dos…

Y luego que si hay gente que pierde la casa, o se la quitan, o se la quitan a otro, o el banco te la quita, o se te quema… Y todo esto sale en los periódicos, que son lo primero que lees cada día. Depende de que periódico leas pues así te importan unas cosas u otras.

Cada periódico quiere que te importe una cosa diferente, con lo que es fácil que si lees todos, te acabe importando todo. Bueno, todo no, mi desviación del minutero con respecto a los números del dial sólo me importa a mi. Imagínese que ademas me da por leer todos los periódicos. Sin excepción. Ahora mismo, me importarían todas las desgracias del mundo, más una, más ese minutero.

Si lo piensa bien, siempre le puede sumar uno a los problemas y así  pueden llegar a ser infinitos. Y yo no le quito razón a todas esas injusticias. Incluso también me preocuparían si no fuese por este milímetro, o milímetro y medio.

Es más, estoy seguro que hay periódicos sobre el asunto. Seguro. Busque en Internet. No me creo que sea el único. Después de encontrar noticias sobre ello podríamos concluir también que esos que lo escribieron no le importa lo que a los periódicos quieren que te importe. Les importa más el ajuste de la máquina que llevan en su muñeca. Y yo lo hablo aquí, porque fuera imagínese que va a tomar un café a un bar, con lo que le importa a la gente del bar las guerras a miles de kilómetros y los impuestos sobre no se que importaciones.

Pues eso, que a la gente del bar que todo eso le importa mucho, va usted y les dice que lleva tres días sin dormir porque algo tan elemental como la posición de un minutero no está donde debe y ahora que lo pienso, pues no me extraña como está el mundo. Me parecen normales las noticias de los periódicos, cómo no va a haber problemas en la luna si aquí no somos capaces de montar un pequeño reloj decentemente.

Si les importa tres pepinos que el que mira el reloj se sienta ninguneado, estafado, ignorado... Es ahí donde están las noticias de verdad, porque ese milímetro es el que ha hecho la guerra esa de la que hablan, los impuestos de las importaciones, el control sobre leyes de no sé qué frontera…

Para lo poco que nos importan cosas como las mías, poco pasa.