Vídeo de la declaración de Íñigo Errejón ante el juez

Errejón y la suma incompatible de las coherencias

Justo Zamarro
Publicada

Íñigo Errejón explicaba ante el juez que el motivo de su dimisión y repentino abandono de la vida política era la incoherencia de no poder sostener a nivel privado, entiéndase personal, lo que defendía a capa y espada desde su cargo como portavoz de su anterior espacio político -así lo llama.

Ese señor de que usted me habla, sin quererlo, le quitaba la careta a buena parte del actual espectro político. En otras palabras, que la máxima de la izquierda más escorada en el límite del abismo sobre el acoso y las agresiones sexuales: “cualquier testimonio es inmediata y completamente válido” sólo tiene cabida en el plano teórico, casi abstracto, y no en el real.

En definitiva, que esta idea, como otras tantas de gran calado (no existen denuncias falsas, tampoco la okupación, aparte del mareo sobre qué es ser mujer o no…) sólo es defendible, de cara a la galería, los medios y los carteles electorales ya que agitan mucho, provocan discusión, hacen ruido pam, pam y huelen como los petardos del baratillo.

¿Qué cara se le quedará al ciudadano medio que creía ver ilusionado en el indescifrable argumentario político de Podemos, Sumar o Más no sé qué una altura teórica fuera de su alcance intelectual?

Argumentaba también Errejón que antes decía lo que decía porque era coherente con el espacio en que estaba, y que sería una incoherencia política defender el argumentario teórico de su partido y defender al mismo tiempo su inocencia.

¿Por qué traza aquí una insondable distancia entre lo coherente en lo privado, y personal, y lo incoherente en lo político? ¿No es esta contradicción el inicio de todos males de la clase política? ¿Es mentir sin engañar, o es engañar mintiendo? ¿Acaso lo político no es algo personal, ya que intenta influir en todo el mundo?

Verlo allí, en plena declaración, hablando de tetas y culos con pudor infantil, en pleno striptease de la banalidad del mal político que nos acecha, invitaba a poner en marcha el microondas ad infinitum con la hoz y el martillo dentro. La cosa es que la suma de las coherencias y las incoherencias siempre da resultados positivos al mismo lado de la tabla.

Casi le faltó decir que como portavoz de Sumar defendía lo incoherente de broma, por ser aquello parte del juego, que no era algo personal, que cuando fue personal cambió para poder defenderse, ya que era lo coherente.