Antonio Tejado, roto de dolor en el funeral de su padre, fallecido a los 62 años por Covid-19
Epicedios no cantados
Los nombres de mis seres queridos…, llorados antes con lágrimas, quiero recordarlos ahora con unos versos… Las cenizas, ya tranquilas, se alegran al oír sus nombres: eso es lo que ruegan las lápidas con sus frentes escritas.
El poeta latino Ausonio nos ha legado, entre otras obras suyas, una serie de composiciones consagradas a familiares muertos. El género literario del poema fúnebre, con las formas del treno, la consolación, el epitafio, el epigrama, la nenia o el epicedio, fue largamente cultivado en la Antigüedad griega y latina.
Nada hay más sagrado en el respeto de los que viven que el hecho de recordar piadosamente a los familiares perdidos.
Imposibilidad del acompañamiento final y de la despedida, de conversaciones tan importantes como consoladoras… No puede venir más a propósito el lamento becqueriano: "¡Qué solos se quedan los muertos!".
Expirar rodeados de los seres queridos, supresión del velatorio, anómalos sepelios sin las exequias deseadas… Todo ello fue negado a las víctimas.
Trabas para investigar el origen y causa de los muertos por la pandemia, protocolos deshumanizados…
En la antigüedad romana, las Parentales (Parentalia) eran las fiestas en honor de los difuntos, que se celebraban del 13 al 21 de febrero. La vida, tanto pública como privada, quedaba en parte suspendida. Los parientes y deudos de los muertos llevaban ofrendas a sus tumbas. Cuenta Ovidio que hubo un período de negligencia respecto a las obligaciones con los difuntos, por lo que estos salieron de sus tumbas y llenaron la noche con sus lamentos hasta que les tributaron las honras fúnebres debidas. Las Ferales (Feralia) eran la fiesta del día 21 en honor de los dioses manes (almas de los muertos) con que se cerraban las Parentales. Inmediatamente después de estas fiestas, el día 22 de febrero, tenían lugar las caristes o caristias (charistia), convite familiar para el mantenimiento de la concordia en el que se reunían los miembros de cada familia para agradecer a los dioses tutelares el que todavía siguieran vivos.
"A menudo, el sepulturero entierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd" (Lamartine).
"Expertos" ignaros, expresiones y frases zahirientes: "Nos va la vida" (7/3/2020), "vas a disfrutar" (27/1/2021), "las mascarillas dejan paso a las sonrisas" (24/6/2021), sonrientes en ruedas de prensa, falta de humildad, flores blancas depositadas por cómplices del terror…
En mi vejez ya no puedo apaciguar el dolor sufrido: pues de continuo se recrudece como recién pasado. Admiten el sosiego del tiempo otros enfermos: estas heridas las hace aún más graves el paso lento del día.
Trenos, endechas, nenias, epicedios no cantados…
Por cierto, mamá: nuestro querido Real Madrid ganó en 2020 la Liga (y en 2021, casi); en 2022, la Liga y la Copa de Europa.