Los sanitarios del Departamento de Torrevieja, revertido a la sanidad pública en octubre de 2021, van a comenzar a plantear una "guerra" laboral contra la Conselleria tras la paralización de su convenio colectivo. Su situación no es la misma que la de los sanitarios de Alzira, revertidos en 2019. Por eso es normal que los profesionales de Dénia se pregunten sobre su reversión, prevista para enero de 2024.

Se trata de un asunto que no sólo afecta a los profesionales sanitarios, sino también a los pacientes y usuarios de cada uno de los departamentos. Si los médicos, enfermeras, auxiliares, celadores y administrativos van a la huelga, la calidad asistencial de un departamento modélico que ahora está sumido en el caos, se resentirá más.

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Para entender qué está sucediendo en Torrevieja y qué puede suceder en Dénia el año que viene, hay que remontarse a otoño de 2021. Fue entonces cuando la consellera de Sanidad, Ana Barceló (PSOE), reconoció que el modelo de reversión de Alzira fue un fracaso a la hora de asumir el personal del departamento valenciano: a través de la figura laboral de "profesional a extinguir".

El "profesional a extinguir" es un modelo especial para trabajadores que desarrollan su labor en la Administración pública pero sin ser ni funcionarios ni interinos (lo que se conoce como "trabajador estatutario". Unos trabajadores que progresivamente pasarán al cuerpo de la Administración mediante los mismos accesos del resto o se jubilarán, pero que tiene un convenio colectivo aprobado en la etapa anterior de gestión público-privada alcanzado con la concesionaria Ribera Salud.

Ante ese fracaso, Barceló comenzó los trámites para aprobar la creación de una "empresa pública" que asumiese a esos trabajadores en el limbo laboral. Se realizaron los primeros estudios, incluso una memoria económica de lo que costaría. Y empezaron las críticas de los socios de Gobierno del PSPV-PSOE de Ximo Puig, Compromís y Podemos.

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Finalmente, la entonces vicepresidenta Mónica Oltra le ganó la partida a la consellera de Puig, y se impuso el mismo modelo que en Alzira, reversión pura y dura. Se justificó con argumentos ideológicos en vez de por datos de calidad asistencial o eficiencia laboral. 

Ahora, los "profesionales a extinguir" de Torrevieja pueden perder todos sus derechos firmados por convenio tras el recurso de la Generalitat. Y en Dénia crece la incertidumbre ya que actualmente están gestionados por Ribera Salud pero la Generalitat ya ha mandado la carta con la intención de revertir el servicio.

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Se da la circunstancia de que la comarca alicantina de la Marina Alta nada tiene que ver, políticamente, con la Vega Baja, donde la población ha criticado duramente la reversión. En el norte de la provincia, el PSPV-PSOE y Compromís controlan más municipios. 

Pero es que la gestión de Ribera Salud en Torrevieja no ha sido igual que la de DKV durante años en Dénia, hasta que Ribera Salud se hizo con la mayoría del accionariado y el control del departamento. Y además, en mayo hay convocadas unas elecciones municipales y autonómicas que pueden cambiar la hoja de ruta de la gestión sanitaria.