La consellera Ana Barceló, el presidente Ximo Puig y la secretaria autonómica Concha Andrés.

La consellera Ana Barceló, el presidente Ximo Puig y la secretaria autonómica Concha Andrés.

Salud TORREVIEJA

Sanidad critica ahora el modelo que inventó para revertir a 1.000 empleados del hospital de Alzira

Algunos sindicatos se desmarcan de la propuesta de hacer una asamblea en la que los trabajadores de Torrevieja puedan avalar o rechazar la reversión.

19 mayo, 2021 03:26
Torrevieja

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Una reunión de más de tres horas entre los altos cargos de la Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana y el comité de empresa del Departamento de Salud de Torrevieja para hablar de la reversión el próximo 15 de octubre, terminó hace una semana con dos conclusiones. El modo en que se revirtió Alzira fue un fracaso. El modo en que se quiere revertir Torrevieja es una incógnita.

La decisión es del presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Y la Conselleria de Sanidad abomina ahora del sistema que se inventó en 2018 para revertir el hospital de Alzira y asumir al personal de la comarca valenciana.

Entonces cerca de un millar de trabajadores pasaron de tener un convenio colectivo pactado con la empresa Ribera Salud (la misma concesionaria que Torrevieja), a ser "personal laboral a extinguir" con la Conselleria. Hoy es una "patata caliente" no resuelta en un departamento donde los índices de calidad asistencial han caído en picado y los trabajadores son un polvorín. 

Sanidad no sabe cómo solucionar el desastre que generó en Alzira ni sabe cómo solucionar el posible desastre de Torrevieja. Aún así, en plena gestión de la pandemia, sigue adelante con sus planes ideológicos: unificar los sistemas de salud mixtos en el público, aunque la gestión sea peor.

Empresa pública

Por eso los responsables de Recursos Humanos intentaron sin éxito convencer a los sindicatos de Torrevieja para que apoyen la creación de una empresa pública que los aglutine cuando sean absorbidos por el sistema público. Pero sin los privilegios de los trabajadores de la Administración, los "estatutarios".

Algo que los trabajadores rechazaron de plano cuando les explicaron que no podrán cambiar su relación contractual, que su trabajo no contará para las "bolsas" o las oposiciones, y que tampoco podrán pedir traslados o jubilaciones anticipadas

La secretaria autonómica Concha Andrés, afirman los representantes de los trabajadores, les respondió que con la empresa pública "taxativamente no estaba previsto" que su trayectoria profesional contase para poder promocionar, como la de los interinos de la administración.

El debate

Este hecho no es baladí. Está previsto que la creación de esta empresa, que ya anunció EL ESPAÑOL, pase por el próximo pleno del Consell para posteriormente validar el decreto en las Cortes Valencianas. Pero hay un escollo: Podemos, con dos consellers, se niega a la reversión de Torrevieja por medio de una empresa pública.

Hoy en las Cortes Valencianas se debate, a petición del diputado popular José Juan Zaplana, la creación de esa empresa que lo mismo englobaría a los trabajadores de Torrevieja que a los de la farmacia hospitalaria o las resonancias magnéticas.

Sería un modelo único que sólo cambiaría el titular de la propiedad de la gestión empresarial: en vez de empresas que eligen a sus gestores y se juegan su dinero, la Generalitat colocaría directivos afines sus partidos políticos con el dinero de todos los contribuyentes. Lo que para la consellera socialista Ana Barceló, según dijo en sede parlamentaria, supone que "estarán mejor con la administración o con el modelo que se establezca que con Ribera Salud".

La asamblea

La semana pasada Ribera Salud propuso una reducción de casi 150 horas anuales en los contratos de sus (todavía hoy) trabajadores si apoyaban su propuesta de que se prorrogase la concesión del hospital de Torrevieja cinco años más. Ese, según los sindicatos, es el único punto en que sus contratos están peor que el de los funcionarios de Sanidad.

Todos los sindicatos estuvieron de acuerdo en celebrar una asamblea para que trabajadores decidiesen de qué lado estaban. Pero el lunes, los representantes del Sindicato Médico y CSIF y ayer del SATSE, se echaron atrás, impidiendo que los trabajadores puedan expresar su opinión.

Sus compañeros del Sindicato Independiente, CCOO, UGT y USAE no entienden el cambio de postura en dos días. Pero la empresa sólo ha dejado encima de la mesa el plan de reducción de horas si se acuerda por unanimidad la celebración de la asamblea de trabajadores.