La conquista del paladar, "sobre todo del alicantino" a través de la cocina venezola era el objetivo que se había marcado esta pareja de emprendedores cuando abrieron Sabolé a finales de 2020. Y se podría decir que lo han conseguido porque el 80% de su público es gente local que o bien "no ha probado nunca este tipo de comida" o vienen atraídos por la fama de las arepas o los tequeños.

La pareja de venezolanos llevaba cuatro años en Alicante. Alejandra era abogada y William trabajaba como defensor de víctimas de accidentes aéreos. Pero tras la pandemia se quedaron en paro y ambos decidieron emprender haciendo lo que mejor se les daba hacer: cocinar y ser cercanos con la gente. "Nos rodeamos de personas que supieran mucho para que pudieran asesorarnos", explican. 

Tras estudiar otros restaurantes de comida venezolana, se dieron cuenta de que estaban diseñados para atraer al público latino. "Había la oportunidad de brindarle al público español, especialmente al alicantino, conocer la cocina venezolana un poco más artesanal". En Sabolé todo está hecho de forma casera, desde la carne mechada hasta la mayonesa. 

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Entrada al restaurante 'Sabolé' Alicante.

El nombre de Sabolé viene de la combinación de dos palabras, 'sabor' y 'olé' porque en parte también querían "agradecer" a la terreta la oportunidad que les ha brindado. "Una combinación de sabor y alegría" que han querido transmitir en forma de una cafetería coqueta y con "buen rollo" en el centro de Alicante, en la que hasta los elementos de decoración están hechos por ellos mismos.

"No basta cocinar para llevar un restaurante, el cliente busca una experiencia", reconoce William, el chef de Sabolé. Desde EL ESPAÑOL de Alicante nos invita a conocer su cocina: "Es sencilla, solo tengo lo necesario". En ella, cocina algunos de los platos más típicos del restaurante como las arepas, las empanadillas o los tequeños.

La reina: la cachapa

Cachapa Sabolé.

Este 2023 han añadido una novedad a la carta, la cachapa, una torta de maíz dulce rellena de queso y acompañada de lo que el cliente elija. "Todo el mundo conoce las arepas, por eso queríamos hacer cachapa". Este es un plato que hasta los propios venezolanos salen a comer fuera de casa por la cantidad de trabajo que lleva su elaboración. 

El papelón con limón o el zumo de maracuyá son las bebidas estrella, aunque también hay quién se atreve con otras bebidas venezolanas más típicas como la malta o la frescolita. Si crees que la cachapa te dejará con hambre, acompáñala de unas patatas saboleras, disponibles por 13,90 euros. También tienen opciones vegetarianas y veganas como la cachapa rellena con queso vegano y aguacate. Y otra de las ventajas de Sabolé es que cuenta con zona petfriendly para que tu peludo pueda acompañarte en la experiencia.

Las redes sociales también son fundamentales para la pareja. Comenzaron en Instagram bajo el usuario de 'quieroabrirunrestaurante' y ahora Sabolé ya cuenta con 10 mil seguidores. La calidad de sus platos caseros y la riqueza de los sabores venezolanos acompañados de la simpatía de sus gerentes han hecho también que Sabolé tenga 4,9 estrellas en Google, una puntuación que consiguieron en "apenas un año desde su apertura".