Anaís Ferrández, en una imagen reciente.

Anaís Ferrández, en una imagen reciente.

Vivir LACTANCIA MATERNA

"Rigoberta ha puesto de manifiesto la doble moral sobre la teta cuando no sirve como objeto de deseo"

La presidenta de la federación de asociaciones de lactancia materna, Anaís Ferrández, hace suyo la canción 'Ay mamá' al tiempo que reivindica que la sociedad cuide el derecho a dar de mamar. 

6 febrero, 2022 01:02
Elche

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Más allá de la fiebre que ha desatado el 'Ay mama' de Rigoberta Bandini en una parte de la población tras su paso por el Benidorm Fest, las asociaciones pro-lactancia materna de España han celebrado y hecho suyo un himno que "ha puesto de manifiesto la necesidad que tenemos las madres de sentirnos reconocidas en una sociedad que solo mira la productividad a corto plazo".

Quien habla es Anaís Ferrández (Elche, 1974), la nueva presidenta de la Federación Española de Asociaciones Pro-Lactancia Materna (Fedalma). Esta licenciada en Estadística ha sido elegida para representar a 10.000 socias y 104 asociaciones, tras su paso por 'La mama d'Elx', donde comenzó hace años a mostrar su lado más reivindicativo sobre un derecho -el de dar de mamar- que, reconoce, ha sido olvidado y menospreciado por el sistema. 

Pero Rigoberta Bandini no ganó el festival con una letra que precisamente es reivindicativa y que ha interpelado a tantas madres aunque, a la vez, sin lograr el consenso final del jurado y del voto popular. "Ay, mamá también ha puesto de manifiesto, una vez más la doble moral y la censura que existe sobre la teta cuando no sirve como objeto de deseo o para vender un producto", responde Ferrández.

A este respecto, la presidenta de Fedalma aboga por hacer que la canción sirva "para darse cuenta de que la maternidad está socialmente mal enfocada, que no está bien respetada ni planteada, porque hablamos de lactancia pero en realidad hablamos de maternidad". "No deja de ser una letra que demanda a voces este derecho que debería de serlo natural", demanda.

La lactancia, incompatible en el trabajo  

La lactancia, como derecho, choca con el trabajo. Así lo lleva denunciando desde hace tiempo Fedalma, que recoge las denuncias de madres que se quejan de que no tienen tiempo de sacarse la leche en su puesto laboral, "ya sea por cuestiones de tiempo o emocionales porque no es de buen gusto estar como cajera de un supermercado sin poder levantarte la camiseta", explica, "y no poder irte de tu puesto de trabajo porque no está justificado".

Si bien es cierto que sí que existe la hora de lactancia, Ferrández cree que al final se utiliza más para la crianza que para la lactancia y que no deja de ser un permiso al que se pueden acoger tanto madres como padres -también está la opción de acumularla dentro de la baja de maternidad-. El problema de fondo, asume, es que el actual permiso de maternidad de "solo" 16 semanas, "no casa" con la lactancia. "Te tienes que incorporar a los 4 meses cuando tus pechos siguen dando leche y necesitas extraerla como quien hace pis", explica. "Es una necesidad fisiológica más y nadie cuestiona que tengas que ir a hacer pis y si sacarte la leche", asegura. 

"No podemos obviar que la extracción de leche, además de hacerse para extraer el alimento, se lleva a cabo además para aliviar las molestias a la mujer lactante. El no hacerlo, puede provocar obstrucciones de los conductos, mastitis o abscesos, llegando a producir estos últimos, sepsis, una situación de salud potencialmente muy grave", avisa al respecto un documento reciente de la Comisión de Conciliación de Fedelma.

En cambio, "la sociedad y las empresas" sí cuestionan este derecho hasta el punto de que el 75% de las madres acaba renunciando a la lactancia en exclusividad, según un estudio de Fedalma. O, en muchos casos, reconoce Anaís Ferrández, las mujeres se encuentran en la tesitura de tener que elegir entre el trabajo y dar de mamar y cuidar a su hijo ante "los problemas que las empresas" están poniendo a la hora de pedir una excedencia. 

La maternidad ante el Covid

Sin posibilidad real de solicitar la baja laboral en caso de que un hijo tenga Covid y haya que cuidarlo en casa, esta ilicitana recuerda que durante la primera ola de la pandemia, las empresas establecieron el teletrabajo y que, "una vez que se ha demostrado que funciona", muchas mujeres lactantes han vuelto a demandar en la actualidad trabajar desde casa para poder dar de mamar "y no se lo han concedido, solo lo aceptan por temas de interés para la empresa".

Esta demanda es una de las cuestiones que piensan plantear en las próximas reuniones con los ministerios de Derechos Sociales y de Igualdad, que el teletrabajo sea tenido en cuenta por cuestiones de maternidad y paternidad. 

La industria del biberón, "culpable"

Durante la conversación, Ferrández reflexiona sobre cómo la lactancia ha pasado de ser algo natural y normalizado hace tiempo a quedar relegada frente a otras opciones. "En los congresos nacionales siempre recuerdo cómo todas las mujeres lo hacían hasta que llegó la industria del biberón que hizo una publicidad valiosísima que les ha reportado mucho dinero y que se basó en convencer a toda la humanidad de dejar la lactancia".

En su propio caso cuando dio a luz afirma que siento la necesidad de pegarse el bebé al pecho "pese a que no había visto a familiares ni amigas dar de mamar". Bajo ese contexto nacieron los grupos de apoyo, el de Elche en 2006, para ayudar a las "madres perdidas" frente a la necesidad física de dar de mamar. 

Para acabar, Anaís Ferrández avanza que ha contactado con el Ayuntamiento de Elche para que, en el congreso nacional de Fedalma que se celebra en la localidad en octubre, acuda Rigoberta Bandini a dar un concierto. "Nos haría mucha ilusión su apoyo", concluye.