Las cabras de Manuel tras conseguir que saliesen a beber agua.

Las cabras de Manuel tras conseguir que saliesen a beber agua.

Reportajes INCENDIOS

La lucha de Manuel para que sus 500 cabras no mueran de hambre tras salvarlas del fuego de Bejís

Los amigos de un pastor de 30 años de Jérica lanzan una campaña para comprar comida urgente tras arrasar el incendio los pastos.

19 agosto, 2022 17:49
Valencia

"Necesitamos comida para las cabras ya que se ha quemado todo el pasto. ¿Nos ayudas? SOS". Este es el primer mensaje que el jueves publicó en redes sociales una amiga de Manuel, un joven pastor de Jérica de 30 años, que lucha sin descanso para no perderlo todo en uno de los incendios que sigue avanzando sin control en el interior de las provincias de Castellón y Valencia.

El fuego ha rodeado su corral y ha arrasado con todos los pastos. Tras dos días sin agua, ha conseguido finalmente que sus 500 cabras beban, pero está sin comida y no puede moverlas de la zona porque sería muy peligroso. Por ello, conocidos de Manuel han lanzado una campaña para recaudar fondos y lograr los primeros 1.500 euros que necesitan para comprar comida urgente y que los animales no mueran de hambre.

"Necesitamos que nos llegue un camión con paja para salvar los días que queden de incendio y mientras buscar soluciones para ellas. El camión cuesta sobre los 1.500 euros. No es mucho para la sociedad, pero para Manuel lo es todo y para las cabras significa no morir de hambre".

El fuego que se declaró el lunes en Bejís (Castellón) a causa de un rayo ha calcinado ya más de 19.000 hectáreas y se ha convertido en el peor de los registrados en la última década en la Comunidad Valenciana. Los equipos de extinción no consiguen estabilizar el incendio debido a las dificultades con las que se están encontrando por los cambios constantes en la dirección del viento y las llamas siguen devorando masa forestal con muchísima violencia.

Zona despoblada

Este incendio afecta a una amplia zona rural de las comarcas más despobladas de Castellón y Valencia, un territorio en el que el despoblamiento avanza y el rejuvenecimiento es prácticamente nulo, según han advertido las asociaciones de agricultores.

Además de una gran masa forestal, existen numerosos cultivos y ganaderías como la de Manuel. Este joven valenciano ha decidido quedarse en el interior pese a la crisis que sacude al mundo rural. El corral es propiedad de la Conselleria de Medio Ambiente y él paga un alquiler para su uso a la Junta de Montes de Jérica, un ente privado.

Las llamas han devorado las tierras y los primeros días logró que el incendio no llegara hasta el corral. Ahora, tras conseguir que los animales no murieran quemados o asfixiados, sigue luchando para mantenerlas en vida porque el incendio forestal ha arrasado con todos los pastos y se acerca peligrosamente de nuevo.

Carla es técnica en gestión forestal y trabaja en prevención de incendios. Su primer destino fue en la torre de vigilancia forestal del Pico Sayas de Jérica, una de las zonas afectadas por la catástrofe y a la que tiene un gran aprecio. 

Allí conoció a Manuel y las dificultades a las se enfrentan día a día ganaderos y agricultores que se mantienen fieles al mundo rural pese a que trabajan a perdidas.

"Desde que empezó el incendio ha salvado el corral tres veces. La primera noche lo perimetraron y no se quemó. Pero entre el jueves y el viernes las llamas se han vuelto a acercar y ahora tememos por el humo", explica Carla a EL ESPAÑOL.

Este viernes, Manuel seguía incomunicado y trabajando en el corral para salvar a sus cabras. Mientras, su amiga Carla organizaba la campaña para dar a conocer la situación y recaudar fondos. "Los animales no esperan a comer y Manuel vive al día, como la mayoría de personas que trabajan en el campo. Le ayudo porque creo en él y su proyecto".

"No hay lugar seguro"

"Literalmente el fuego ha arrasado todos los pastos y de momento, por precaución, porque el incendio sigue descontrolado, porque no hay lugar seguro aún para trasladarlas y por muchos factores que impiden su movimiento, las cabras deben seguir dentro del corral", cuenta Carla en la petición.

"Necesitamos que nos llegue un camión con paja para salvar los días que queden de incendio y mientras buscar soluciones para ellas. El camión cuesta sobre los 1.500 euros. No es mucho para la sociedad, pero para Manuel lo es todo y para las cabras significa no morir de hambre. Sería una pena que ahora que las hemos conseguido salvar del fuego y morir quemadas, que murieran de asfixia por el humo o de hambre".

"Tendremos que comprar más comida porque esto va para tiempo y las cabras son muy delicadas. Las vacas son animales muy fuertes, pero las cabras son frágiles y miedosas. Están muy asustadas por las avionetas y no pueden salir de ahí. Este viernes Manuel pensaba que podría sacarlas, pero la situación se ha complicado".

Por eso piden ayuda "en medio de esta catástrofe medioambiental".