Juan Vivas en la toma de posesión del Gobierno en 2020: aparecen destacados Dunia Mohamed, Kissy Chandiramani y Yamal Dris, de origen musulmán e hindú

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Nadie podrá con la multiculturalidad de Ceuta: "Somos mucho más que lo que sale en la tele"

Jóvenes ceutíes reivindican la normalidad de la convivencia y censuran a aquellos "que vienen de la Península a alterar nuestra realidad sin saber nada de lo que pasa aquí".

11 octubre, 2021 02:27

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"La gente conoce El Príncipe sólo por la serie de televisión. Yo vivo allí y tenemos los mismos problemas que otras zonas en la Península, pero aquí vivimos algo apartados". Los prejuicios, las ideas preconcebidas y el poco protagonismo de Ceuta en los medios de comunicación nacionales son temas que preocupan en la ciudad autónoma. Sobre todo a sus jóvenes, quienes tienen en sus manos el futuro de una de las ciudades más desconocidas de España.

Con más de 80.000 habitantes, la historia de la ciudad la ha acompañado siempre, por obligación o por propia decisión, ha estado destinada a vivir con la multiculturalidad. "España en África", como reza uno de los eslóganes que se muestran al viajero nada más caer en el helipuerto.

Una muestra de esta realidad es el propio Gobierno de la ciudad autónoma. Si bien cuenta con una mayoría de cristianos, también forma parte de él la que fuera primera diputada de origen hindú en el Congreso: Kissy Chandiramani, la responsable de Economía y Hacienda. También hay consejeros de origen musulmán, como Yamal Dris y Dunia Mohamed.

Y ese lugar, privilegiado para algunas cosas, es también uno de los elementos que hacen a la ciudad autónoma diferente a la realidad peninsular. ¿Qué futuro tienen los jóvenes en su lugar de nacimiento? Sobre este y otros temas discutieron y debatieron más de medio centenar de estudiantes de los colegios públicos Luis de Camoens, Puertas del Campo o Siete Colinas y del colegio privado-concertado católico San Agustín que se reunieron en una de las salas de la Biblioteca Adolfo Suárez.

Los testimonios de los jóvenes forman parte de un encuentro en Ceuta que estuvo moderado por la vicepresidenta de EL ESPAÑOL, Cruz Sánchez de Lara, y contó con la participación de Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL, Gregorio Marañón, presidente del Patronato del Teatro Real, y Carlos Rontomé, consejero de Educación del Gobierno de Ceuta.

Allí, fuera de las aulas, la conversación entre jóvenes fluyó de forma respetuosa: "Hay políticos que quieren venir a alterar nuestra convivencia", pero "no lo van a conseguir". La multiculturalidad, entre estos jóvenes, es mucho más que un lugar común que se repite sólo en las palabras: es la verdad de su día a día. En las aulas se reúnen diferentes religiones -católicos, musulmanes o ateos, principalmente- y las culturas se mezclan de forma natural.

Umaima, alumna del IES Puertas del Campo, abre el campo de debate: "La convivencia aquí siempre ha sido muy buena, pero por culpa de la política está viéndose afectada en los últimos meses". Se refiere al masivo paso de la frontera que se produjo en el mes de mayo. Para muchos sigue siendo un tema delicado sobre el que hablar. 

Imagen del encuentro de alumnos con Pedro J. Ramírez, Gregorio Marañón, Cruz Sánchez de Lara y Carlos Rontomé.

Imagen del encuentro de alumnos con Pedro J. Ramírez, Gregorio Marañón, Cruz Sánchez de Lara y Carlos Rontomé.

El mes de mayo fue en Ceuta un antes y un después. Algunos alumnos afirmaron haberlo pasado mal: "Claro que sentí miedo, de repente entraron miles de personas y llenaron la ciudad, pero también sentí empatía. Cuando alguien pasa la frontera lo hace buscando algo mejor". Fueron días de tanques en la calle y el ejército movilizado para mantener la normalidad.

También hubo "caos y temor" para algunos, pero el punto común estuvo en cómo estos jóvenes destacaron que "los políticos llegaron demasiado tarde, a nadie le importó lo que estaba pasando en Ceuta". El presidente Sánchez acudió a las pocas horas, pero los estudiantes se referían a Vox. Ainhara, alumna del IES Siete Colinas, cree que es precisamente este partido es "responsable de que la sociedad de Ceuta se esté desintegrando; tienen ideas retrógradas".

Abascal, que fue nombrado persona non grata en Ceuta, levantó las críticas de los jóvenes: "De toda la vida hemos estado todos juntos y desde hace cuatro años empezaron a verse problemas. Desde que llegó ese partido". Y es que los ceutíes detectan que hay un salto generacional en el que "nuestros padres y nuestros abuelos" no ven tan claro que se pueda romper la cohesión social que siempre ha existido entre los caballas -gentilicio coloquial de Ceuta-.

Celia, alumna del Luis de Camoens, añade al debate el uso indiscriminado de las redes sociales: "Eso hizo que tuviera mucha más difusión". Denuncian que en los medios nacionales Ceuta es protagonista "solo por las cosas malas". "Queremos que lo que pasa aquí, lo bueno también, se sepa en la Península. ¿Qué piensa el resto de España de nosotros?". 

El futuro en Ceuta

Como cualquier alumno de segundo de Bachillerato en España, los ceutíes tienen la gran inquietud de saber qué hacer en el futuro. Para ellos es, incluso, aún más complicado: las posibilidades de estudiar en su ciudad son mucho menores que en el resto del país. Enfermería, Administración de Empresas, Ingeniería Informática o Educación. Laura quiere estudiar Derecho: "Ceuta es la ciudad en la que he crecido, me iré fuera a estudiar y volveré porque quiero mejorar Ceuta".

Por su parte, Jesús, del IES Luis de Camoens, tiene clara su vocación, "profesor de inglés". Y para eso también tendrá que salir de Ceuta: "Quiero tener mi propia escuela de idiomas, me iré a Cádiz a estudiar, pero no sé si volveré. Si lo hago es por que aquí se cobra más".

Pero el futuro de la ciudad pasa por el turismo y el desarrollo de un polo tecnológico que atraiga capitales llamados por las mejores condiciones económicas. Así, por ejemplo, lo asegura David: "El helicóptero y el barco son caros para llegar, tendría que haber ayudas para facilitar que la gente llegase". En otro sentido, el desarrollo del sector del juego en Ceuta presente oportunidades, como "convertirse en un mini Las Vegas para que gente de todo el mundo pudiera venir".

Son las ideas de presente y futuro que hay en las cabezas de los futuros líderes ceutíes. Todavía les queda un largo camino, pero reivindicando la principal seña de identidad de su ciudad, la multiculturalidad, los caminos son más fácilmente transitables.