La detención de Pedro Luis Gallego, más conocido como el violador del ascensor, vuelve a poner el foco en la derogación de la doctrina Parot. Y lo hace en el peor de los escenarios posibles: después de que este psicópata sexual excarcelado nueve años antes de cumplir su condena haya atacado -según indican las pesquisas- a al menos cuatro mujeres, dos de las cuales fueron raptadas y violadas. Su caso vuelve a poner además sobre la mesa el debate sobre la capacidad de reinserción de los depredadores sexuales.

El violador del ascensor fue condenado a 273 años por dos asesinatos y 18 asaltos sexuales. En aplicación de la denominada doctrina Parot, que permitía aplicar la reducción de penas sobre el total de la condena y no sobre el máximo de años que un preso puede permanecer en prisión según la ley, debería haber permanecido encarcelado hasta 2022. Sin embargo, tras la derogación de esta doctrina por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en 2013, fue puesto en libertad un año más tarde.

Tres reincidentes

Al menos otros tres violadores en serie que se beneficiaron también del fallo de Estrasburgo han vuelto a reincidir. Félix Vidal Anido, más conocido como el violador del estilete, fue detenido en 2014 por agredir a una mujer tras haber pasado 35 años entre rejas. Pablo García Ribado, alias el violador del portal, atacó a varias mujeres durante los meses que estuvo fuera de prisión: había sido condenado a 1.721 años. Y el depredador sexual Antonio García Carbonell volvió a ser arrestado por el asesinato de una mujer después de haber cumplido 18 de los 270 años a los que fue sentenciado.

La privación de libertad en España está enfocada a la reinserción y la legislación debe tener en cuenta las decisiones del Tribunal de Estrasburgo. Ahora bien, en el caso de la doctrina Parot se hizo mal y de forma precipitada. Por otra parte, todos los expertos coinciden en que los delincuentes sexuales reinciden en un altísimo porcentaje. Ni siquiera la castración química voluntaria es absolutamente eficaz cuando la pulsión del criminal radica en hacer daño y forzar a una mujer.

Reinserción ilusoria

Es inadmisible que por un ciego automatismo a la hora de adecuar la legislación española a la jurisprudencia europea y por una ilusoria confianza en la capacidad de reinserción del sistema penitenciario haya nuevas víctimas. La prisión permanente revisable es eficaz para reducir el riesgo de que delincuentes con alto riesgo de reincidencia se conviertan en un peligro para la sociedad, pero no evita el peligro de que agresores sexuales condenados con anterioridad a 2015, cuando la ley entró en vigor, vuelvan a atacar.

Hay que revisar los protocolos de prevención, control y seguimiento de este tipo de criminales, cuyos delitos causan una profunda indignación y alarma social. Lo que no puede hacer una sociedad es bajar los brazos, dejar desprotegidos a sus ciudadanas o dar por hecho que no se puede hacer nada frente a la multirreincidencia de los violadores.