La presidenta Ursula von der Leyen, durante su discurso este domingo en el colegio de Brujas

La presidenta Ursula von der Leyen, durante su discurso este domingo en el colegio de Brujas Comisión Europea

Europa

La UE da otra vuelta de tuerca en su guerra económica contra Putin con el embargo al petróleo

La medida va acompañada de un tope de precio para el crudo vendido a países extracomunitarios.

5 diciembre, 2022 02:24
Bruselas

A falta de implicación militar directa en el conflicto de Ucrania, la UE libra una "guerra económica" contra el Kremlin con su política de sanciones, según la definición del ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire. Una guerra que entra este lunes en una fase decisiva con el inicio del embargo europeo al petróleo ruso transportado por mar, cuyo objetivo es cortar la financiación para la maquinaria de guerra de Moscú. La UE gastaba alrededor de 10.000 millones al mes en crudo ruso, una de las principales fuentes de ingresos para Vladímir Putin.

"Hoy Europa recorta sus importaciones de petróleo de Rusia en torno al 90%. Y, a través del sistema de tope de precios, busca limitar los ingresos petroleros totales de Putin. Ha costado mucho tiempo llegar aquí, pero podría decirse que esta es una de las respuestas más fuertes a la guerra de Putin en Ucrania", sostiene Simone Tagliapietra, investigador del think tank económico Bruegel.

El embargo al petróleo ruso fue aprobado por los líderes europeos el pasado 31 de mayo tras unas largas y difíciles negociaciones que enfrentaron a Hungría contra el resto de Estados miembros. Al final, Víktor Orbán logró una excepción total para el crudo procedente de tubería. Un tratamiento especial que beneficia no sólo a Hungría, sino también a República Checa y Eslovaquia, que reciben el petróleo directamente desde Rusia a través del oleoducto Druzhba.

[La UE aprueba fijar en 60 dólares por barril el tope al petróleo ruso tras superar las reservas de Polonia]

El resultado es que el boicot que entra en vigor este lunes afectará al 90% del petróleo ruso que recibía la UE antes de la guerra. Los Veintisiete acordaron un largo periodo de transición de seis meses con el fin de dar tiempo a todos los países a buscar alternativas y garantizar una transición sin problemas en los mercados energéticos mundiales. Un periodo de adaptación que concluye precisamente este lunes.

El resto de socios del G7 (en particular Estados Unidos, Canadá o Reino Unido) ya han puesto en práctica un embargo al petróleo ruso, aunque en su caso el impacto económico fue muy inferior por su menor dependencia de Moscú. La gran preocupación en Bruselas y Washington es que Putin lograra colocar sus excedentes a buen precio en India y China. O que la escasez de crudo provocara una nueva inflación de precios en el mercado mundial.

De ahí la idea de la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, de imponer un tope al precio del petróleo ruso para los países extracomunitarios y que no son del G7. ¿Cómo lograr que este precio máximo se aplique fuera del bloque occidental? La herramienta de presión con la que cuenta el G7 es el control de la mayor flota naviera de transporte de crudo y de los negocios de aseguramiento de estos cargos.

De este modo, los países de la UE y del G7 han acordado prohibir el transporte (y aseguramiento asociado) a países extracomunitarios del petróleo ruso que se venda por debajo del tope. El límite máximo se ha fijado en 60 dólares por barril, con un mecanismo de revisión cada dos meses. Incluso si India y China deciden no aplicarlo, Bruselas cree que se aprovecharán para comprar a Moscú a precio de saldo.

El nivel del tope al petróleo ruso también fue objeto de una agónica negociación dentro de la UE, con Polonia y los bálticos presionando hasta el final para rebajarlo al máximo. El acuerdo entre los Veintisiete se selló el pasado viernes, justo en tiempo de descuento para su entrada en vigor a partir de este lunes. Mientras que Moscú rechaza de plano este precio máximo, el presidente ruso, Volodímir Zelenski ha denunciado que es demasiado alto. Kiev pedía un tope de entre 30-40 dólares.

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"Esta medida ayudará a restringir aún más las finanzas de Putin y limitar los ingresos que está utilizando para financiar su brutal invasión. Con la economía de Rusia ya contrayéndose y su presupuesto cada vez más reducido, el tope al precio del petróleo afectará de inmediato a la fuente de ingresos más importante de Putin", asegura Yellen.

"El G7 y todos los Estados miembros de la UE han tomado una decisión que golpeará aún más los ingresos de Rusia y reducirá su capacidad para hacer la guerra en Ucrania. También nos ayudará a estabilizar los precios mundiales de la energía, lo que beneficiará a los países de todo el mundo que actualmente sufren los altos precios del petróleo", sostiene la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

De hecho, en Bruselas consideran que los principales beneficiarios del tope serán los países en vías de desarrollo en África, Asia y América Latina, que podrán seguir comprando petróleo ruso pero con fuertes descuentos. 

"El tope al petróleo también servirá para estabilizar los precios mundiales de la energía, que la guerra ilegal de Moscú contra Ucrania ha inflado. Ayudará a hacer frente a la inflación y a mantener estables los costes de la energía en un momento en que la alta inflación, en particular los elevados precios del combustible, es una gran preocupación para todos los europeos", asegura la Comisión Europea.