Así se ha ido distanciando Lambán de Sánchez: del "no soy sanchista" al "no me siento orgulloso"
El presidente de Aragón lleva más de un año en pie de guerra con la dirección del PSOE por la amnistía, por los pactos y hasta por las listas electorales.
16 mayo, 2024 03:15Hace un año, Javier Lambán era un barón del PSOE con mando en plaza: gobernaba Aragón. El 28 de mayo fue uno de tantos políticos de su formación que perdió el bastón de mando en favor del Partido Popular, que tiñó de azul el mapa de España con una victoria rotunda.
Desde ese momento, el todavía secretario general de los socialistas aragoneses se ha ido distanciando de Pedro Sánchez, hasta el punto de que el grupo del PSOE en el Senado, donde ocupa escaño en la actualidad, le ha abierto un expediente sancionador por no participar en la votación final de la ley de amnistía.
En poco más de doce meses, Lambán ha pasado de exclamar un "no soy sanchista", en una entrevista en EL ESPAÑOL, a casi distanciarse de sus siglas: "No me siento orgulloso como socialista", llegó a decir el pasado mes de marzo, haciendo referencia al respaldo a la amnistía en el Congreso.
Al igual que Emiliano García Page, que criticó ayer la medida de gracia, el barón aragonés ha sido uno de los dirigentes socialistas que más ha recelado públicamente de la política de pactos de Sánchez con formaciones independentistas. En el último año, la crítica de Lambán al presidente del Gobierno no ha hecho más que intensificarse.
El último episodio ha sido el de esta semana. Apelando a su conciencia, Lambán evitó respaldar la amnistía en la última votación en la Cámara Alta. A priori, su ausencia en el Hemiciclo parecía estar justificada por su estado de salud, pues lleva meses sin participar en las sesiones plenarias por un tratamiento de cáncer. Pero él mismo hizo pública una carta explicando sus razones.
Guerra por las listas
La amnistía no ha sido el único asunto que ha puesto en pie de guerra a Lambán frente al Gobierno y al partido. Semanas atrás, el 1 de mayo, decidió cargar contra la Ejecutiva federal por la confección de las listas europeas.
Lambán estalló cuando Ferraz impuso a una candidata de Aragón en contra del criterio del 90% de la militancia en su región. "La militancia ha sido humillada", escribió en su cuenta de Twitter.
El verano pasado, también expresó su disconformidad con las listas que había elaborado Ferraz para las generales del 23-J. Como muestra de su desaprobación, tanto él como Page decidieron no acudir al Comité Federal que dio luz verde a las candidaturas.
No obstante, el principal campo de batalla contra los mandos de su formación ha sido la connivencia del PSOE con las fuerzas secesionistas. El pasado 22 de abril, durante la presentación de su libro, Una emoción política, Lambán volvió a la carga por las alianzas con formaciones como ERC, Junts o Bildu: "El socialismo no vino a asociarse del nacionalismo, sino a combatirlo".
Entonces, también reprochó en una entrevista a El Mundo: "En el PSOE hay vergüenza a declarase español, te incluyen en la fachosfera", en alusión al término acuñado por Sánchez para referirse a los partidos de la oposición.
'Tsunami nacional'
En esa línea, cuando el ministro de Justicia, Félix Bolaños, proclamaba su orgullo por la aprobación de la amnistía a los responsables del procés, Lambán replicaba: "Lamento discrepar del compañero Bolaños pero hoy no es un día en el que, como socialista yo me sienta especialmente orgulloso".
Hace un año, en la noche electoral del 28-M, cuando Lambán apareció ante los medios tras consumarse su derrota, reconoció: "Sabíamos que había que poner una muralla infranqueable para los tsunamis nacionales, pero al final la muralla que nosotros habíamos levantado se ha revelado insuficiente".
De esa forma, Lambán achacó el fracaso del PSOE en las municipales y autonómicas a los pactos de Sánchez. Y eso que, durante la campaña, delante del propio presidente del Gobierno, el 18 de mayo, subrayó que no había que pactar "con herederos de ETA", en referencia a Bildu.
Previamente, en una entrevista que ofreció a EL ESPAÑOL el 30 de abril, aseguró que no era "sanchista" y calificó a ERC y Bildu como "aliados indeseables" porque "quieren destruir el país".
Otro capítulo en el que escenificó su brecha con el Gobierno y el PSOE fue el de la polémica de Bolaños en los actos del Dos de Mayo en la Comunidad de Madrid, en los que el ministro quedó orillado del desfile militar. Lejos de solidarizarse con su compañero de partido, Lambán, autonomista, se posicionó del lado de Isabel Díaz Ayuso: "Un ministro no tiene que ser fundamental en un acto autonómico".