Impresión en 3D del cranéo del pez antiguo.

Impresión en 3D del cranéo del pez antiguo. University of Chicago

Medio ambiente

Descubierto el origen del misterioso tiburón fantasma

El análisis de un fósil de hace 280 millones de años demuestra que el animal se parece a tiburones y rayas más de lo que se pensaba. 

4 enero, 2017 19:01

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Hace apenas tres semanas, el mundo se sorprendía con las primeras imágenes en movimiento de un tiburón fantasma, una misteriosa especie emparentada con las rayas y los tiburones de la que, entre otras cosas, se desconocía su origen evolutivo. Ahora, un estudio publicado en Nature, revela nuevos datos sobre el animal y permite situarlo en el árbol de la vida.

Lo hace a partir del análisis con una tomografía axial computerizada (TAC) de un cráneo fosilizado de un pez de hace 280 millones de años, la estructural cerebral del Dwykaselachus oosthuizeni, un fósil similar a un tiburón de Sudáfrica, que ha permitido descubrir que la estructura del cerebro, los nervios craneales y el oído interno del antiguo espécimen se parece al de los actuales tiburones fantasmas, pertenecientes a los quimeriformes.

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Las quimeras incluyen alrededor de 50 especies vivas y representan una de las cuatro divisiones fundamentales de la biodiversidad de los vertebrados modernos. Tienen ojos grandes y unos dientes que los alejan bastante de la tradicional imagen del tiburón sangriento a la que nos tienen acostumbrada las películas.

Durante más de 100 años han fascinado a los biólogos. Su anatomía recuerda a los tiburones, a las rayas y a los pulpos y su forma no la determina el hueso sino el cartílago. Como se encuentra en aguas muy profundas, se ha considerado una especie rara, aunque la tecnología ha permitido en los últimos tiempos saber que no lo son tanto, aunque se desconozca su número real.

Al igual que los tiburones y debido a su elevada presencia de cartílago, las quimeras no suelen fosilizar y por eso es tan buena noticia el análisis de los restos sudafricanos, encontrados en la década de 1980, pero que no se analizaron hasta 2013 con técnicas de diagnóstico por imagen.

Lo que el equipo dirigido por Michael Coates, de la Universidad de Chicago, ha descubierto es que el antiguo esqueleto recuerda por fuera al orden de los extintos Symmoriiformes, pero por dentro se parece sospechosamente a los actuales tiburones fantasmas. Conclusión: ambos comparten origen.