De arriba abajo y de izquierda a derecha, Manuel Segade (Reina Sofía), Sandra Guimarães (Museo Helga de Alvear), David Barro (Es Baluard), Tania Pardo (CA2M), Jimena Blázquez (CAAC Sevilla) e Imma Prieto (Fundación Tàpies)

De arriba abajo y de izquierda a derecha, Manuel Segade (Reina Sofía), Sandra Guimarães (Museo Helga de Alvear), David Barro (Es Baluard), Tania Pardo (CA2M), Jimena Blázquez (CAAC Sevilla) e Imma Prieto (Fundación Tàpies)

Arte

Día de los Museos: hablamos con seis directores que se estrenan en el cargo

En un año con muchos movimientos en las instituciones artísticas españolas, hemos reunido a algunos de los que han cambiado de destino y celebran este día en su nuevo despacho.

18 mayo, 2024 02:11

Con motivo del Día de los Museos, El Cultural reúne a seis directores cuyo nombramiento se ha producido en el último año. Todos ellos han nacido en la década de los 70, tienen amplias trayectorias y grandes esperanzas de renovar nuestros centros.

Comparten aquí relatos, retos y programaciones. La inclusión de nuevos públicos y la diversidad es su frente común.

Celebrar los relatos

Manuel Segade. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid

Manuel Segade en el claustro del Museo Reina Sofía. Foto: Yago Castromil

Manuel Segade en el claustro del Museo Reina Sofía. Foto: Yago Castromil

Mantener la relevancia del debate cultural contemporáneo y abrir el museo a nuevos públicos son los principales retos a los que se enfrenta Manuel Segade (A Coruña, 1977), que da el salto al Reina Sofía desde la dirección del CA2M de Móstoles. Cuando le preguntamos cómo ve su museo en el futuro, afirma: “Imagino un museo donde todavía sea relevante el encuentro físico entre las diferentes comunidades que lo componen, donde la gente se reúna para celebrar esos relatos que proporciona la cultura material que el museo cobija, como las narrativas que permiten identificar lo que somos. Y espero, también, que en un siglo esa celebración también tenga algo de baile”.

Afirma que la asignatura pendiente de los museos españoles es conseguir que los diferentes públicos se reconozcan en el arte español de su propio tiempo. El museo que nos recomienda visitar es el de Arte Abstracto de Cuenca, “una belleza en un contexto histórico apabullante”.

De su esperadísima programación, que aún hereda proyectos de Manuel Borja-Villel, destaca tres exposiciones: “La retrospectiva de la fundamental e infatigable artista austríaco-española Eva Lootz, el fascinante trabajo de la artista afrodescendiente Grada Kilomba y la sorprendente deriva de la noción de el ‘duende’ de Lorca en En El aire conmovido del filósofo Georges Didi-Huberman”.

Su nombramiento implica un giro copernicano, no solo en la naturaleza de la programación del museo nacional más importante de nuestro país, sino en la resonancia que esto va a provocar en todo el ecosistema cultural.

Segade, curtido en el comisariado de los cubos blancos del CGAC o en la fabulosa época de la Sala Metrònom de Barcelona, además del CA2M, despliega un agudo instinto para destilar la contemporaneidad sin perder de vista la memoria precisa desde donde nos debemos construir.

Un espacio vivo, inclusivo, orgánico

Sandra Guimarães. Museo Helga de Alvear, Cáceres

Sandra Guimarães en el Museo Helga de Alvear, en Cáceres. Foto: Estrella Jover

Sandra Guimarães en el Museo Helga de Alvear, en Cáceres. Foto: Estrella Jover

Sandra Guimarães piensa el museo como un lugar de libertad, un instrumento crítico y orgánico donde los artistas y la comunidad sean los protagonistas: “Un reto es explorar el contexto local como parte del mundo. Queremos que diferentes comunidades participen en la construcción constante del museo”.

La portuguesa viene de ocupar la dirección de Bombas Gens, en Valencia, antes de que el centro se convirtiera en espacio de artes digitales y ahora desde Cáceres proyecta un museo “que nos confronte con la realidad de nuestro mundo, que nos ayude a hacernos las preguntas necesarias, que abra nuestra mente e incluso que contribuya a mejorar nuestra salud mental”.

Los museos se proyectan en el futuro no solo como contenedores de arte, sino como lugares activos a la escucha atenta y a la organicidad. Cuando le preguntamos por las exposiciones que vienen destaca, con entusiasmo, Dedicated to the Unknown de Susan Hiller.

Será la primera retrospectiva celebrada desde el fallecimiento de la artista en en 2019. “Con sus obras plantea incógnitas sobre lo extrasensorial, lo paranormal además de prácticas ligadas al subconsciente, como la interpretación de sueños o la escritura automática”.

Nos adelanta que a finales de año celebrarán la primera gran exposición europea de Ryan Gander. “La función del museo es la de saldar una deuda histórica de discriminación.

El museo debe ser comprometido y debe convertirse en un encuentro vital en el que poder reflexionar sobre la mirada que se le da al mundo”. Guimarães, que tiene una amplia trayectoria internacional, nos invita, por último, a desplazarnos a museos lejos de grandes capitales que merecen, también, una visita, como el Muzeum Susch, en el valle del río Inn, en Suiza, emplazado entre los restos de un monasterio medieval y con las montañas alpinas como telón de fondo. 

El museo como posibilidad

David Barro. Es Baluard, Palma de Mallorca

David Barro en la entrada del Museo Es Baluard, en Palma. Foto: Es Baluard

David Barro en la entrada del Museo Es Baluard, en Palma. Foto: Es Baluard

“Esta etapa debe imaginar nuevas narrativas para la colección, incentivar la construcción de redes con otros centros, fortalecer el contacto con galerías, poner en valor su espacio arquitectónico a través de una programación atractiva y rigurosa y un impulso de los programas públicos”.

David Barro (Ferrol, 1974) viene de dirigir la Fundación DIDAC en Santiago de Compostela e imagina para el futuro un museo con mucha historia, motivo de orgullo para los habitantes de las islas. Incide, además, en el compromiso con lo local y con lo universal al que debe aspirar Es Baluard.

Respecto a lo que ocurrirá en 2025 solo puede adelantar que los próximos tres años se articularán en torno a una trilogía titulada Nachleben [La vida después de la vida], que poco a poco se irá desvelando a partir de tres exposiciones de tesis sobre “la condición conceptual de la pintura, el espacio como posibilidad y la performatividad capaz de convertir el museo en escenario”.

Barro llega al centro con un deseo de comunicar de una manera más empática y menos críptica, “lo que no implica perder rigor”.

Cuando le solicitamos una recomendación para visitar otro museo dice que hace esta selección desde lo vivido y lo emocional: “el Museo de Serralves ha sido una escuela para mí y la conexión con el entorno natural es realmente especial. Más lejos, siempre me he sentido atraído por el MASP de São Paulo”.

Lugares de acogida, zonas de conflicto

Tania Pardo. CA2M, Móstoles, Madrid

Tania Pardo en el CA2M de Móstoles. Foto: Sue Ponce

Tania Pardo en el CA2M de Móstoles. Foto: Sue Ponce

Tania Pardo (Madrid, 1976) deja la subdirección del Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles para lanzarse a su dirección. Con una trayectoria de más de dos décadas en el ámbito de la gestión cultural y el comisariado, Pardo se muestra continuista con la velocidad de crucero que el centro alcanzó bajo la dirección de Manuel Segade.

“El reto es continuar preservando la energía del CA2M a través de sus actividades y exposiciones, la efervescencia de esta institución es ya patrimonio de su propia historia. Quiero hacer de este museo un lugar más polifónico, abierto y plural, que incida en programas de mayor accesibilidad y transformación social”.

Poco hay que cambiar las cosas cuando van bien. “Para cerrar este 2024, a partir de septiembre podremos disfrutar de la exposición Guanábana de Sol Calero y en octubre de una gran muestra dedicada al artista Santiago Sierra”.

La programación expositiva del centro de la Comunidad de Madrid continúa apostando por la escultura como línea principal, en una propuesta pionera en esta disciplina en España.

Respecto a otros museos que deberíamos visitar: “Creo que nunca hay que perderse el Museo Reina Sofia, ni dejar de visitar asiduamente el Prado”, una vuelta a los clásicos que siempre enriquece. ¿Cómo se imagina su museo en el futuro? “Como lugar de acogida, pero también como zona de conflicto, como un artefacto pedagógico”.

Epicentro desde el sur

Jimena Blázquez. CAAC, Sevilla, y C3A, Córdoba

Jimena Blázquez con el CAAC de fondo. Foto: María Guerra

Jimena Blázquez con el CAAC de fondo. Foto: María Guerra

El caso del CAAC de Sevilla y del C3A de Córdoba es especial porque desde una misma dirección se gestionan dos museos en dos ciudades diferentes. Aunque esto pueda parecer un problema, Jimena Blázquez (Cádiz, 1975) ha comenzado con fuerza. “Creo profundamente en el arte contemporáneo como elemento de transformación social, como catalizador y potenciador de espacios utópicos de convivencia desde el que hacernos preguntas y encontrar respuestas”.

Viene de la Fundación Montenmedio Contemporánea, en Vejer de la Frontera (Cádiz), un espacio museístico al aire libre cuyo objetivo es invitar artistas a realizar proyectos específicos en el entorno natural. Ahora se enfrenta a Profundis, “un proyecto específico de la artista colombiana Delcy Morelos, producido desde el CAAC, junto a agricultores andaluces y artesanos, que marcará el punto de partida de proyectos de carácter específico que involucren a la comunidad local. En el C3A inauguraremos en septiembre una exposición de la artista argentina Mercedes Azpilicueta, poética, satírica y con un grandes dósis de crítica social”.

Apoyar la creación femenina es una de sus líneas de trabajo, aunque también la de visibilizar a los artistas andaluces. Sus retos en esta nueva etapa son “la internacionalización mediante una programación basada en el site-specific, que nos lleve a ser voz y epicentro de procesos creativos desde el sur de Europa”

Memoria es identidad

Imma Prieto. Fundación Antoni Tàpies, Barcelona

Imma Prieto en la Fundación Antoni Tàpies, en Barcelona. Foto: Roberto Ruiz

Imma Prieto en la Fundación Antoni Tàpies, en Barcelona. Foto: Roberto Ruiz

“El arte nos interpela constantemente, más allá de su época”. Imma Prieto (Vilafranca del Penedès, 1975) viene de la dirección de Es Baluard y aterriza en la Tàpies con las cosas muy claras: “Como museo nominativo, todo lo que hagamos debe estar vinculado a la figura de Tàpies. Desde ahí debemos generar conocimiento y espíritu crítico”.

Afirma que la memoria construye la identidad y que ahora que se conmemora el centenario del artista deben hacerse nuevas lecturas de su trabajo desde el presente. Como exposiciones destacables, nos habla de La práctica del arte, que se inaugurará en julio y que quizá sea la más fiel al legado de Tàpies.

Entre sus objetivos como directora, se propone convertir el museo en una institución sostenible a todos los niveles, económico, medioambiental y social, y esto se plasma en la próxima intervención que se hará en el exterior de la fachada por el artista ghanés Serge Attukwei Clottey con materiales de desecho.

“Será un trabajo realizado con la colaboración de estudiantes de arte y migrantes con el que queremos provocar una reflexión sobre el tráfico de esclavos”.

Prieto, que forma parte de ADACE, la asociación de directores de museos de arte contemporáneo, afirma que una de las asignaturas pendientes es la consulta de las colecciones en red, lo que facilitaría las colaboraciones, compartir calendarios y proyectos y, sobre todo, generar ayudas específicas para la internacionalización de nuestros artistas.