La sanidad pública y la privada son "canales comunicantes" y todo lo que afecte a la primera repercute en la segunda. Incluidos los problemas evidenciados con las movilizaciones producidas en los últimos meses, ha sostenido el presidente de la Fundación IDIS, Juan Abarca Cidón.

"La sanidad privada está claramente viéndose perjudicada", ha asegurado en la tercera jornada del III Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I en colaboración con EY, Oesía, Microsoft y EMT de Madrid. Lo sienten en las listas de espera, también en la proliferación de las pólizas low cost o la dificultad para acceder a determinadas especialidades en varias provincias. 

"Nos acabaremos adaptando, pero no es nuestro objetivo: queremos que se normalice la sanidad privada y se trabaje codo con codo" con la pública, a la que define como la prima donna del modelo. Una protagonista que ahora está "peor que nunca", sobre todo en lo referido a los accesos a la atención primaria. 

A juicio de Abarca son problemas que podrían solucionarse "si hubiera compromiso y voluntad política" para realizar reformas que exceden las competencias autonómicas. "Esto es un problema de Estado", ha incidido. La sanidad pública sigue siendo la joya de la corona, pero ha tenido "falta de adaptación" al envejecimiento de la población y debería tener más en cuenta, en su opinión, las opciones de colaboración público-privada. 

Porque desde la Fundación abogan por un modelo de gestión pública de la sanidad pública, pero subrayan que hay "múltiples modelos de colaboración" a tener en cuenta. Por ejemplo, con concesiones, que permiten "echar mano" llegado el caso de necesidad.

El obstáculo: "la demagogia". "En España hay mucha tendencia a la demogogia, entonces se mezcla sanidad pública gestionada por empresas públicas o consorcios como si fueran privatizaciones. Y no son privatizaciones", ha apuntado. 

En este sentido, Abarca cree que hay "suficientes posibilidades para hacer una gestión pública empresarial", pero hay experiencia para que la privada colabore. "Pero no lo vamos a hacer gratis", ha avisado.

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Todo ello en un contexto de movilizaciones que observan con preocupación. "Todo lo que sea que la sanidad pública no funcione bien es un problema", ha dicho, si bien advierte que las huelgas "son fruto de varias cosas" y tienen también motivaciones políticas.

Datos sanitarios

Abarca también se ha referido a la posibilidad de compartir la historia clínica de pacientes entre la sanidad pública y la privada, algo que se obligará a hacer en Europa con el próximo reglamento de datos sanitarios, que incluirá asimismo a residencias y farmacias.

"Lo que pasa en España no pasa en ningún sitio", ha dicho sobre la imposibilidad actual de que suceda, y que se muestra a favor de cambiar. "Nosotros estamos en ello, lo que importa es el fin, que es atender al paciente, y acabaremos todos unidos".