Una mujer habla con su perro en un parque.

Una mujer habla con su perro en un parque. iStock

Mascotas

Por qué es bueno hablar con tu perro aunque te haga parecer un loco

Los canes desarrollan un apego a sus humanos a través de la voz y, además, prefieren que utilicen un lenguaje dirigido especialmente a ellos. 

17 enero, 2024 01:44

Si tienes un perro, seguro que has experimentado la sensación de parecer un completo idiota al caminar por la calle mientras hablas con tu perro. Sin embargo, no hay motivo alguno para sentirte incómodo al respecto. De hecho, los científicos respaldan esta práctica como algo positivo tanto para ti como para tu compañero canino

La voz de un ser humano puede tener un significado especial para un perro. Según un estudio publicado en la revista NeuroImage, el centro de recompensa del cerebro de un perro responde más intensamente a la voz de su dueño que a la de otra persona. Esto sugiere, por tanto, que los perros especialmente apegados a sus humanos tienen una mayor respuesta neuronal a sus voces, incluso cuando no pueden verlos.  

Los perros también son muy sensibles al tono emocional de nuestras voces. A menudo, cuando nos comunicamos con ellos, empleamos un tono más suave o una entonación similar a la que usaríamos al hablar con un bebé. Este tipo de expresión, conocida como ‘habla perruna’, resulta ser la preferida de los perros. 

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Precisamente, un estudio de 2018 publicado en la revista Animal Cognition descubrió que este tipo de entonación no solo capta más la atención del animal, sino que los perros también eligen pasar más tiempo cerca de alguien que está utilizando esa ‘habla perruna’. 

En el experimento, los participantes humanos interactuaron con los perros de dos maneras diferentes: un grupo usó un lenguaje adulto estándar, mientras que otro empleó el ‘habla perruna’. Los primeros utilizaron frases como ‘anoche fui al cine’, mientras que los segundos les decían cosas como ‘¿vamos a dar un paseo?’.

Al finalizar, se midió la capacidad de atención de los perros durante ambos tipos de discurso y se les permitió elegir con qué interlocutor preferían interactuar. Los resultados mostraron claramente que los canes preferían a aquellos que utilizaban un lenguaje dirigido a ellos

“Descubrimos que era más probable que los perros adultos quisieran interactuar y pasar tiempo con el hablante que utilizaba un discurso dirigido al perro con contenido relacionado con el perro, que con los que utilizaban un discurso dirigido al adulto sin contenido relacionado con el perro”, explicó a Medical News Today Alex Benjamin, investigador de la Universidad de York y uno de los autores del estudio.

Después, los investigadores realizaron un nuevo experimento combinando ambos tipos de entonación. Aquí descubrieron que los perros no tenían una clara preferencia por un hablante u otro. “Esto sugiere que los perros adultos necesitan oír palabras relevantes para el perro pronunciadas con una voz emocional aguda para que les parezcan relevantes”, agregó Benjamin.

Un buen oyente

Otra ventaja destacada que los expertos señalan al hablar con tu perro cara a cara y mirándolo a los ojos es el posible aumento de oxitocina en ambos, comúnmente conocida como la 'hormona del amor' o 'hormona del abrazo', según un estudio publicado en la revista Science.

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“Estos hallazgos apoyan la existencia de un bucle positivo entre especies mediado por oxitocina, facilitado y modulado por la mirada,  que puede haber apoyado la coevolución del vínculo entre humanos y perros al involucrar modos comunes de comunicación del apego social”, concluyó la investigación. 

Curiosamente, otra investigación publicada en la revista Anthrozoös encontró que algunas personas se sienten más cómodas confiando a sus perros emociones desagradables como depresión, celos, ansiedad, apatía y miedo, que a sus parejas o amigos. 

“Después de todo, tu perro no te va a interrumpir ni a estar en desacuerdo contigo, no traicionará tu confianza ni intentará arreglarlo dándote sugerencias sobre lo que debes decir o hacer”, señalan en un artículo las psicóloga Jen Golbeck y la escritora especializada en salud y ciencia Stacey Colino. 

El problema, claro está, es que tu perro no podrá entablar una conversación contigo y será menos probable que reflexiones sobre ello. Sin embargo, según Golbeck y Colino, “tu perro puede ayudarte en este sentido distrayéndote o animándote a jugar o acurrucarte con él, lo que mejorará tu estado de ánimo y fortalecerá el vínculo entre vosotros”.