Una mujer limpiando la superficie de una mesa.
Ni el suelo ni la mesa: este es el rincón más sucio del salón y que deberías limpiar cada semana aunque nadie lo hace
Hay un rincón del salón que acumula más suciedad de lo que parece y casi nadie limpia, pese a que debería hacerse cada semana.
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La rutina del día a día hace que en muchas ocasiones no se pueda invertir tanto tiempo como a uno le gustaría en las tareas domésticas. Sin embargo, es importante tratar de sacar tiempo para hacerlo, ya que tener un hogar limpio y libre de suciedad ayudará a disfrutar de una mayor tranquilidad y comodidad, muy necesaria tras una larga y dura jornada de trabajo.
En este sentido, hay que prestar la atención que merece al salón, uno de los espacios de la vivienda en la que habitualmente se pasa una mayor cantidad de tiempo y que es el lugar de encuentro con prácticamente todas las visitas. Ya se trate de una estancia pequeña o grande, será importante que siempre se mantenga en el mejor estado posible.
Ante esta situación, es común preguntarse qué lugar es el más sucio del salón, y es que, aunque nadie lo hace, hay un elemento que debería limpiarse cada semana para evitar la acumulación de suciedad, ácaros y microorganismos. Nos referimos a los sofás, un mueble en el que habitualmente nos sentamos con ropa de la calle y sobre el que incluso se mueven las mascotas, con lo que ello supone.
Es por ello por lo que los expertos en limpieza recalcan la importancia de incorporar la desinfección de sofás a la rutina de limpieza habitual. Si bien es cierto que se trata de una tarea un tanto compleja que debería hacerse cada semana, si no es posible, al menos habrá que hacerlo una vez al mes, siendo imprescindible para conseguir que se mantenga impecable.
Cómo limpiar y desinfectar los sofás
Para conseguir una correcta limpieza y desinfección de los sofás, lo primero que hay que hacer es retirar todo lo que haya en ellos y aspirar la estructura del mueble, desde el interior hacia afuera, haciendo hincapié en todos y cada uno de sus rincones, sin olvidarse del respaldo, el reposabrazos ni los faldones.
Se recomienda usar la boquilla para tapicerías que habitualmente incorpora el aspirador, ya que de esta forma se podrán conseguir evitar los daños en la tela, sobre todo a largo plazo. Asegúrate que a la hora de aspirar el sofá no haces una presión excesiva ni utilizas una boquilla inapropiada para evitar posibles daños.
Por otro lado, una vez hecha la limpieza de la estructura del sofá, llega el momento de aspirar los almohadones del asiento y respaldo, así como los cojines decorativos utilizando el mismo método, para seguidamente desenfundarlos y lavar las fundas en la lavadora. Finalmente, llega el momento de desinfectar, donde lo más recomendable es usar una vaporeta, ya que las altas temperaturas son capaces de desinfectar cualquier tipo de tejido.
Los mejores remedios para eliminar manchas del sofá
Además de aspirar el sofá con regularidad, es importante actuar rápidamente en caso de derrames para evitar que las manchas se puedan llegar a fijar en sus tejidos. En función del material del sofá, se tendrán que utilizar unos productos determinados para evitar que se pueda llegar a dañar el tejido o que pueda alterarse su color.
Una forma de poder lavar el sofá y eliminar esas manchas es a través del detergente en polvo, caso en el que habrá que asegurarse de que se usa un producto suave para evitar daños en la tela del sofá. Hay que humedecer una esponja con agua (preferiblemente destilada para que no queden residuos de cal), pero asegurándose de que no está totalmente mojada.
A continuación, se debe espolvorear un poco de detergente en polvo sobre la esponja húmeda y frotar suavemente sobre la mancha con movimientos suaves. No se debe usar el lado áspero de la esponja, puesto que podría ocasionar daños en el tejido. Si con este proceso no se ha eliminado la mancha, se pueden repetir varias aplicaciones, siendo clave la paciencia y el no frotar con demasiada fuerza para que no queden residuos blancos.
Una vez que se ha conseguido que la mancha desaparezca, retirar los restos de detergente usando una aspiradora para evitar que queden residuos en la tela.
Además del detergente en polvo, se pueden usar diferentes remedios para eliminar las manchas presentes en el sofá, entre los que se encuentran los siguientes:
- Bicarbonato de sodio: el bicarbonato es un gran aliado para la limpieza y eliminación de las manchas más difíciles. Se puede mezclar el polvo con agua para crear una mezcla que se aplica sobre la mancha, dejando en remojo durante toda la noche. Al día siguiente se podrá aspirar y se eliminará la mancha.
- Sal: para las manchas tanto de vino como de otros líquidos, la sal puede ser una gran aliada. Si la mancha aún está húmeda, es suficiente con espolvorear la sal por encima y dejar que se absorba durante 10 minutos. Una vez que se haya secado, aspirar la sal con una aspiradora. Si la mancha ya se ha secado, será recomendable coger una esponja para humedecer ligeramente la mancha.
- Vinagre de manzana: si la tapicería tiene manchas y además huele mal, una solución es la de limpiar el sofá con vinagre de sidra de manzana. Se mezcla agua y vinagre en una proporción de 2:1 en una botella con pulverizador para rociar sobre el sofá. El vinagre es un antiséptico que además es capaz de matar a las bacterias responsables del mal olor, incluso en manchas ya antiguas presentes en el sofá.