Detalle de una vitrocerámica con arañazos visibles en la superficie.

Detalle de una vitrocerámica con arañazos visibles en la superficie. iStock

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Adiós a los arañazos en la vitrocerámica: el sencillo truco rápido y barato que arrasa en España por su eficacia

Solo necesitas dos ingredientes que ya tienes en casa para recuperar el brillo y eliminar los daños de la placa vitrocerámica sin esfuerzo.

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La vitrocerámica se ha convertido en uno de los electrodomésticos indispensables de cualquier hogar actual, tras haber reemplazado a las cocinas de gas o carbón tradicionales, consiguiendo ser más eficiente y con un mejor acabado estético. Su constante uso y el hecho de cocinar todo tipo de alimentos hacen que se ensucie con mucha facilidad, por lo que hay que conocer la mejor manera de conservarla en el mejor estado posible.

Sin embargo, aunque habitualmente se recurre a cremas especiales o se piensa en el uso de un estropajo mágico para ello, los expertos dan las claves para acabar con la grasa y también para eliminar los arañazos de la vitro, haciendo hincapié en lo único que funciona realmente para este fin.

Antes de hablar de los dos ingredientes que debes utilizar para conseguir que la placa vitrocerámica se mantenga en perfecto estado, recuerda la importancia de hacer un mantenimiento regular de la misma, lo que evitará que se pueda quedar la suciedad incrustada.

Cómo eliminar arañazos en la vitrocerámica

Para poder conseguir que la placa vitrocerámica esté limpia y libre de arañazos y manchas de grasa, solo tienes que usar la combinación de dos ingredientes, que son: vinagre blanco y agua caliente. Se deben mezclar a partes iguales en un recipiente, para luego, con una esponja, humedecer en la solución y pasarla con suavidad sobre la superficie.

Una vez hecho esto, habrá que pulverizar con agua y añadir bicarbonato de sodio en aquellas zonas en las que haya presencia de arañazos. Tras realizar este paso, se tiene que frotar con una esponja con movimientos circulares, para concluir añadiendo unas gotas de vinagre blanco. Para finalizar, tienes que retirar los restos con un paño limpio y podrás comprobar cómo la vitro queda como nueva, libre de suciedad, de arañazos y recuperando su brillo.

Se trata, por lo tanto, de un método que recomendamos poner en práctica con regularidad, puesto que favorecerá el adecuado mantenimiento y limpieza para el que es uno de los electrodomésticos más importantes de los hogares en la actualidad.

Otros trucos caseros para limpiar la vitrocerámica

Son muchas las personas que disfrutan cocinando, pero saben que una vez terminado el cocinado, toca limpiar los utensilios utilizados, pero también la vitrocerámica, que no siempre es fácil que se mantenga limpia y brillante, sobre todo cuando algo se ha quemado o derramado sobre ella.

Sin embargo, existen una serie de recomendaciones de los expertos para poder facilitar esta tarea y conseguir una perfecta limpieza de la vitrocerámica. Para empezar, es imprescindible no usar nunca un estropajo para retirar los restos de comida o de producto para limpiar, ya que este podría rayar la superficie de la placa.

Es aconsejable que te hagas con una bayeta ecológica o que, en su defecto, utilices papel de cocina para la limpieza. Asimismo, es indispensable que uses la rasqueta, un utensilio fundamental para el mantenimiento y limpieza de este electrodoméstico, que hará que con poco esfuerzo te desharás de manchas y residuos mientras evitas cualquier arañazo.

Para sacarle brillo, el vinagre es un producto perfecto, al ser natural y contener unas propiedades excepcionales de limpieza. Se puede aplicar con facilidad, solo con una bayeta o paño suave, evitando cualquier tipo de arañazo.

Otra posibilidad para poder mejorar el aspecto de la placa vitrocerámica es utilizar pasta de dientes, que es un truco casero en el caso de que presente algunas rayaduras. Para ello solo tendrás que añadir un poco de dentífrico a un paño y frotar la superficie que está rayada, para comprobar por ti mismo cómo desaparecen.

Si hay una mancha resistente que quiere instalarse de manera permanente en la vitrocerámica, un gran aliado son unas gotitas de limón, que te ayudarán a deshacerla. Tras mojar con un cítrico y dejar reposar 2-3 minutos para que se ablande, para seguidamente pasar la rasqueta para eliminar así los residuos.

Otro truco casero muy eficaz que puedes aplicar, sobre todo cuando te encuentras con una mancha que se resiste en exceso, es la de usar un cubito de hielo, que, al pasarlo por encima de la mancha durante un minuto, se podrá ablandar para luego repasar con la rasqueta y conseguir así desprenderse de la suciedad.

Por último, utiliza un bicarbonato de sodio para acabar con las quemaduras. Para ello tienes que mezclar dos cucharadas de bicarbonato de sodio con 10 cl de agua y expande la pasta por encima de la vitrocerámica. Échale un chorro de vinagre por encima y deja que repose durante cinco minutos, para luego retirar con una bayeta y comprobar cómo se han eliminado los restos de suciedad.

Siguiendo todos estos sencillos trucos caseros, que puedes usar con elementos que todo el mundo tiene en su casa, se logrará que la vitrocerámica luzca con más brillo y libre de suciedad, y todo ello sin tener que invertir en la compra de productos comerciales que, además de tener un coste mayor, pueden llegar a dañar la placa por ser muy abrasivos. Asimismo, también suponen un riesgo para la piel por su manipulación.

Recuerda que es muy importante que la vitrocerámica esté siempre limpia, dado que en ellas se trabaja con alimentos y la higiene es fundamental. Así podrás evitar que las bacterias proliferen, mejorando tu salud y todo ello mientras consigues que tengan un mejor aspecto.